Soñar esa mixtura cultural de los pueblos hermanos es uno de los rasgos que identifican a Santiago de Cuba, la hermosa tierra cubana que vive sus 510 años de fundada, y que, desde hoy y hasta el próximo 9 de julio, acoge el 44 Festival del Caribe, tiempo propicio para hacer realidad exámenes y designios.
Dedicada por tercera vez a Curazao como país invitado, la cita permite fortalecer los vínculos entre ambos pueblos, así como las acciones de integración cultural de la región.
Más de 140 artistas conforman la delegación curazoleña, coordinada por Aisha Gijsbertha, quien en conferencia de prensa consideró oportuno el encuentro para intercambiar acerca del trabajo en educación artística, a partir de las experiencias que atesora la Mayor de las Antillas, y en particular Santiago de Cuba, informó la Agencia Cubana de Noticias.
La Fiesta del Fuego, como también se le conoce al esperado evento, contempla en sus predios, entre muchas otras propuestas, la Casa de Curazao y una gala en su honor; una estampa del Carnaval de Barranquilla; el coloquio El Caribe que nos une; talleres de teatro, artes plásticas y religiosidad, y los conciertos del grupo Síntesis y de la Orquesta Failde. Todo un espectáculo colorido, en el que se disfruta y se aprende.
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