Como «dos oportunidades que tienen los lectores para acercarse a aspectos valiosos y vivencias relacionadas con el quehacer de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, y el trabajo creativo de la compañía insignia del ballet en Cuba, empresa creativa que ella comandó durante décadas», han sido calificados los textos Alicia, el ballet y yo y Ballet Nacional de Cuba: siete décadas de creación coreográfica (1948-2024).
Ambos títulos, de Miguel Cabrera (La Habana, 1941), historiador del Ballet Nacional de Cuba (BNC), estuvieron entre las novedades de la 33 Feria Internacional del Libro de La Habana. De acuerdo con la nota de prensa difundida por la compañía, ven la luz bajo el sello Ruth Casa Editorial, y están disponibles en formato físico y digital.
«El primer libro refleja la grandeza de Alicia como artista y ser humano; es una especie de crónica y testimonio del vínculo que tuve con ella. Si grande fue como artista, para mí, como ser humano fue un ser de cualidades inolvidables», ha explicado Cabrera.
«El otro texto es mi deber como historiador del Ballet y el empeño por dejar plasmada su historia. Yo estoy seguro de que ese libro trasciende el tiempo y que será una fuente de consulta. El ballet seguirá viviendo y creciendo, seguirá creando».
Cabrera inició su trabajo como historiador y jefe del Centro de Documentación e Investigaciones Históricas del BNC en 1970, y desde entonces se ha empeñado en asegurar que no se olvide y quede registrada la historia que la compañía ha construido a lo largo de casi ocho décadas.
El proceso de investigación que dio origen a Alicia… comenzó incluso antes de que se incorporara al Ballet: «Vienen a la mente vivencias de la infancia, cuando me hablaban de ella (Alicia Alonso), donde nací en Punta Brava, las personas que me hicieron tomar conciencia de la grandeza de esa mujer».
Luego de las indagaciones sobre el mundo del Ballet emprendidas a partir de los estudios de Licenciatura en Historia, «vino mi cercanía con ella, a partir del año 1968; fui a preguntarle cuándo había bailado por primera vez Giselle. Yo tenía una gran bibliografía suya, pero ella entendió que era una biografía. Ahí empezó nuestro vínculo personal, que fue creciendo hasta que empecé a trabajar con el Ballet. El tiempo y las vivencias me permitieron estar junto a ella desde 1970 hasta su muerte, en 2019».
De igual forma, explicó que resumir la trayectoria del Ballet era un deber para con una compañía que en 2018 (cuando ya contabilizaba 758 obras) fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, en razón de una diversidad temática, estilística y técnica que no puede eludirse.
Cabrera se encuentra trabajando actualmente en una biografía de Alicia para contar su vida, desde los primeros pasos hasta su transcendencia como intérprete y su proyección internacional.
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