A finales de este mes se iniciará un extendido programa de actividades y encuentros teóricos que mantendrán vivo el espíritu y la resiliencia de los caribeños, como parte de las acciones previstas para festejar la edición 40 de la Fiesta del Caribe.
En el verano anterior –explicó a Prensa Latina el director de la Casa del Caribe, Orlando Vergé- quedó interrumpida la secuencia de 39 ediciones sostenidas «contra viento y marea», pero no el Festival en sí, pues acontecieron diversos encuentros presenciales, donde salta a la vista la Quema del Diablo en Barrancas.
En esta oportunidad, en la medida en que sea posible, dadas las condiciones epidemiológicas, esta cita que mantiene viva a la cultura popular tradicional, se efectuará dedicada a Belice, de ahí que el Consejo Provincial de las Artes Plásticas de Santiago de Cuba, ya ha presentado la invitación para participar de manera virtual, a partir del 5 de julio próximo, en las actividades de esa manifestación con sede en la galería Oriente, del Fondo Cubano de Bienes Culturales.
Vergés comentó, además, que el ejemplo de Joel James, fundador de la Casa y los Festivales Internacionales del Caribe, y de los grupos portadores de la cultura popular tradicional, los inspira para llevar a cabo esta edición especial en medio del azote de la COVID-19. El intelectual recalcó que, de Joel y de los grupos portadores y sus líderes, aprendió la capacidad de sobreponerse a disímiles obstáculos. Asimismo, para él la principal enseñanza ha sido la capacidad de adaptación a diversas circunstancias para mantener viva y mostrar esa riqueza espiritual de los pueblos caribeños.












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