ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Faustino Oramas, El Guayabero. Foto: Archivo de Granma

«Mi yegüita, cómo no, / la llevo a todas las ferias / porque mi yegüita es seria, / respetuosa como yo. / Un día la enamoró / un burrito de Bainoa. / Y ella que es de Jibacoa / le dijo: no puede ser, / porque usted quiere meter / La Habana en Guanabacoa».

Si quiere se ríe y si no, no se ría, le diría a usted el trovador cubano Faustino Oramas Osorio, El Guayabero, conocido como «el rey del doble sentido» en Cuba.

Fallecido el 27 de marzo de 2007, El Guayabero se ganó el cariño del pueblo cubano y la admiración y el respeto de no pocos músicos. «Es un tresero popular que utiliza un diseño melódico rítmico muy reiterado, en cuya célula más elemental radica el sabor cubano. Creo que todo tresero debe conocer sus tumba’os», dijo Pancho Amat.

Lo conocí en la década de los 80, durante una de sus presentaciones en la Casa de Cultura de Bejucal, y quedé sorprendido. Cuando no se ponía su saco, mantenía una seriedad asombrosa y era de poco hablar; pero era otro cuando se subía al escenario y hacía reír de lo lindo al pueblo, con aquel doble sentido que solo él era capaz de transmitir. «Yo solo tengo un sentido, el otro lo pone la cabeza de la gente. Es que hay mucho malpensado por ahí», aseguró más de una vez.

Faustino Ormas El Guayabero, en el Museo de cera Foto: Desconocido

Así recorrió Cuba y el mundo, legando sones y guarachas de inolvidable gracia, entre ellas: Marieta, ¡Ay candela!, Tumbaíto, Como vengo este año, Cuida'o con el perro que muerde calla'o Mañana me voy a Sibanicú, esta última difundida por Pacho Alonso al igual que En Guayabero.

Sobre esta última, el propio Faustino Oramas explicó cómo fue que se ganó el mote que lo inmortalizó: «Me dicen así gracias a una trigueña. O más bien a un marido celoso de un lugarcito de Oriente llamado Guayabero, adonde fui a cantar para ganarme la vida, y por poco encuentro la muerte. Ella fue atenta conmigo y la gente del bar le fue con el chisme al marido, un guardia bruto de aquellos de antes. Bueno, para qué contar. Salí echando con los músicos y en el camino salió la canción, que dice en su estribillo: En Guayabero, mamá, me quieren dar».

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Raquel dijo:

1

29 de marzo de 2021

07:06:21


Gratifica que se recuerde a un talento genuino, de profundas raices cubanas. Sencillo, sin maneras agrandadas, su genio y su ingenio, calaron y nos acompañan.

Wilfredo Jesús Blanco. dijo:

2

29 de marzo de 2021

11:22:37


Genuíno!!

Manuel dijo:

3

29 de marzo de 2021

12:14:23


De los más grandes que ha dado Cuba...

arojas dijo:

4

29 de marzo de 2021

16:52:07


¿Cómo no? Recordado siempre!

R. Pérez Nápoles dijo:

5

30 de marzo de 2021

13:40:52


Un fuera de serie en su forma de hacer música divertida, bailable y de doble interpretación. En 1985 lo conocí de manera accidental. Él estaba de gira en Santi Spíritus y yo estaba enviando trenes de cemento para las obras del 26 de julio ese año en Guantánamo. Estábamos en el mismo hotel. Él con sus músicos y yo con mi tarea. Después de cinco días coincidiendo en los desayunos y las comidas nos familiarizamos un poco, me extrañó que nunca le había visto de pie. Y me aventuré a preguntarle: "Don Faustino, usted canta sentado, come sentado y aquí permanece sentado, es inoportuno que le pregunte por qué." Él se sonrió, se alzó el pantalón y me enseñó las piernas: padecía una especie de linfangitis. Me dijo: "este es mi calvario, y tengo que morirme con él." Desde entonces estimé más a aquel hombre que hacía música para divertir a la gente, mientras él cargaba su cruz. Lo siento por decir estas cosas que fueron de su intimidad, pero desde entonces lo puse como un grande entre los grandes. Gracias.