Bolivia y Chile buscando los caminos correctos de soberanía y bienestar

A «victorias logradas con incuestionable ventaja de votos, que resta posibilidad a las habituales trampas de las élites», se refiere Casa de las Américas en un comunicado emitido este miércoles 28 de octubre, a propósito del triunfo electoral en Bolivia y el constitucional en Chile.

«El pueblo boliviano ha devuelto a sus legítimos representantes, por la vía de las urnas, el mandato del cual habían sido privados un año atrás mediante una pérfida conspiración de actores civiles y militares de la oligarquía, con el grosero respaldo de Washington y la OEA», recoge la declaración.

Esa nación suramericana ostentaba, antes del golpe militar de noviembre de 2019, el haber acoplado «como ningún otro proceso en la región, las transformaciones sociales con un crecimiento económico consistente», por lo cual, «sus mayorías indígenas y mestizas no dejaron pasar la posibilidad de devolver al MAS el poder de que había sido despojado por la astucia, el engaño, la traición y la fuerza».

Por otra parte, «los chilenos han votado en referendo la decisión de redactar la Constitución democrática que barra al fin con la Ley dictatorial bajo la cual se administra todavía el país».

«Para Chile, que ha padecido por cuatro décadas la persistencia del modelo que impuso la dictadura pinochetista, se abre una puerta para que las nuevas generaciones, con visible protagonismo ya, mayoritariamente representativas de los humildes, de la población indígena discriminada, emprenda con coherencia la ruta que asegure bienestar, justicia y equidad a sus pueblos».

«Sin olvidar que las fuerzas oscuras del imperio y sus aliados buscarán siempre los flancos vulnerables», estos avances alcanzados por ambos países, «refuerzan la confianza en los pueblos para hallar los caminos correctos de su soberanía y su bienestar».

«La Casa de las Américas valora altamente el valor de estas victorias, tan significativas para los dos países hermanos, para el futuro del Continente y para la democracia en el mundo, herida sin tregua por mezquinos intereses de dominación y saqueo».