Cuando en el 2016 la 25 Feria Internacional del Libro de La Habana le rindió honores como una de las autoras a las que se dedicaba, la poeta Lina de Feria no había sido distinguida aún con el Premio Nacional de Literatura. Hoy, que llega el merecido reconocimiento a esta mujer que vive para el verso, la Feria vuelve a agasajarla, pues en uno de sus más sugestivos actos le ha sido entregado este domingo, rodeada de amigos y lectores, la esperada recompensa.
Es Lina de Feria un nombre que trasciende las fronteras. Como alguna vez le dijera el poeta Luis Marré, también Premio Nacional de Literatura, su obra es –y así lo considera ella también– iberoamericana. De ello dan fe los casi 50 libros «diferentes todos y a la vez con un estilo lirico sostenido», que han visto la luz.
«Yo recibo mi obra como una tentativa del hombre infinito que no acaba, que está perennemente creando», explica, y ofrece razones en torno a la concepción literaria: «Enmi último libro, La vigilia del argonauta, (novedad de la Editorial Ácana), yo creé imágenes que tenían que ser dichas casi como prosas, con espacios de separación, tal como las estaba sintiendo. Así lo veo, lo siento y lo hago. Y la gente lo recibe perfectamente».
–¿Con qué asiduidad escribe?
–Es muy común para mí estar durmiendo y a las 2 de la mañana sentir deseos de escribir. Me levanto y reposo la idea, la saco y después la desarrollo en mi escritorio. Es algo fascinante. Porque como el san Sebastián de la Biblia, estoy asaeteada continuamente de intensidades y eso no me limita para producir. Me asaltan las ideas en cualquier momento, caminando en la calle..., donde quiera. Todo se produce porque soy exactamente humana. Y eso que se produce es verdaderamente aleatorio.
«En mi opinión, la necesidad de escribir viene del contacto con los otros, de la relación humana. Yo empiezo un poemario con una visión realista, pero después produzco una historia que no tiene que ver con la gente. Yo contamino absolutamente las vivencias de los seres humanos que me rodean, de tal modo que después ellos se ven en mí.
«Cuando veo un poema hecho, mi reflexión primera es: la zozobra acabó. Pero se me produce otra que me dará el tema de la siguiente aproximación que yo quiero hacer a la realidad. Es algo incontenible, que no es explicable. Es un don, el de intuir cuál es tu problema y hacértelo llegar y que no me olvides. Y digo que empieza otra zozobra porque me metamorfoseo escribiendo y cuando me interrumpen me siento mal».
«Desde los 11 de años definí cuál era el arte que me apasionaba. El arte de la lengua. En mi casa, cuando era niña y sobre la cama escribía desesperadamente un poema, mi padre, mi madre y mi hermana decían: “Hay que callarse, hay que esperar. Está escribiendo”. El respeto a esa posición de vocación repentina y feroz mía era guardada en silencio y mi padre decía: “ella está haciendo belleza”».
–A una gran alegría, como la de que se le dedicara una Feria, le ha seguido unos años después, el de este Premio…
–Esta noticia es el complemento perfecto. Agradezco que los altos intelectuales de mi país lo hayan refrendado. Con esto no cierro un camino, sino lo abro. Estoy tan entusiasmada que estoy concibiendo un libro que se llama Ráfagas encontradas. Lo tengo en la cabeza, aún no lo escribo. Para mí escribir es la posibilidad de demostrar que hasta la eternidad estoy produciendo. Haciendo. Y que soy capaz aun de congraciarme con las metáforas, las imágenes, y con la inspiración.
–Para recibir lo que se merece nunca es tarde…
–Nunca es tarde si la dicha es buena para contar con el premio. Estoy más animada que nunca. Y a lo que aspiro no es ni siquiera a la posteridad, sino a que se reconozca que hubo alguien que escribió intensamente en la etapa mejor de su vida y siguió escribiendo y seguirá escribiendo hasta su muerte.
–¿En una ocasión me comentó: «En realidad no puedo respirar fuera de Cuba, que es para mí el sedimento» ¿Qué significación tiene para usted ser Premio Nacional de Literatura en Cuba?
–Que sea en Cuba es lo más importante, porque ¿qué valor tendría estar desterrada, desarraigada, si no te reconocen en tu país? Que se vayan los rencores y el odio. Soy perfectamente humana y amo a mi tierra más que a nada.
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Nina Serrano dijo:
1
10 de febrero de 2020
11:02:03
Félix Anesio dijo:
2
11 de febrero de 2020
08:12:26
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