Con esta filosófica sentencia –con la que se titula este trabajo– nacida del emblemático dúo autoral de Lennon y McCartney, y texto que concluye la última canción grabada por Los Beatles, celebremos los 50 años del disco Abbey Road, hecho que encierra mucho más que el gesto de honrar el desempeño final de Los Beatles como grupo en el estudio londinense de grabación que hoy lleva su nombre.
Quizá la voluntad de alabar las excelencias de míticas canciones como Come Together, Something y Oh Darling, además de las otras ocho piezas que aquí aparecen, nos permita esbozar una parábola acerca del principal legado de los famosos Chicos de Liverpool. Y semejante herencia no puede ser otra que la validación del rango artístico contenido a lo largo de toda su obra.
Escuchar las canciones de Los Beatles, de cualquier etapa de su trayectoria, representa en esencia la posibilidad de disfrutar de esa espiral ascendente que independientemente del momento específico en que dichas piezas fueran creadas, siempre estaban un paso adelante del resultado creativo de los otros grupos musicales de la época. Y si miramos dicha espiral en su conjunto, cuesta trabajo creer que los intérpretes del ingenuo y refrescante tema She loves you sean los mismos músicos que tan solo seis años después se aparecieran nada menos que con el Abbey Road, esmerado y profesional proyecto discográfico en donde abordan una de sus piezas más acabadas, como es el caso de Because.
Esta elogiada composición de John Lennon fue inspirada en la obra de Beethoven Quasi una fantasía, Op. 27, No. 2 y en donde la voz del propio Lennon, conjuntamente con las de Paul McCartney y de George Harrison fueron grabadas como si hubieran sido las de nueve cantantes. Por lo tanto, escuchar el último disco de Los Beatles para nada implica un acto de condescendiente nostalgia, sino el oportuno reclamo de subirnos a una especie de bote salvavidas que nos ayudará desde el talento magnificado a escapar del océano de la mediocridad, del facilismo y del mal gusto que ha salpicado a parte de la música de moda en nuestros días. Definitivamente, el encanto que en pleno siglo XXI conserva el Abbey Road llega a desbordar cualquier análisis musicológico, al convertirse en el testimonio de una contemporánea oda a la alegría, suceso con el que, como en su momento le sucedió a Beethoven, ahora Los Beatles nos entregan sus anhelos de felicidad para alcanzar el bienestar espiritual que nos merecemos.
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Fabio dijo:
1
24 de septiembre de 2019
06:50:35
david dijo:
2
24 de septiembre de 2019
08:35:17
Arturo Torres Díaz dijo:
3
24 de septiembre de 2019
12:10:15
Dimmu Filth Of Bodom dijo:
4
24 de septiembre de 2019
12:43:18
Diego (España) dijo:
5
24 de septiembre de 2019
12:51:55
Julio Carmelo Arias Huergo dijo:
6
24 de septiembre de 2019
17:20:48
Me encanta Barbara Eden dijo:
7
24 de septiembre de 2019
17:44:55
Lima blanco dijo:
8
25 de septiembre de 2019
20:02:01
José Luis Montejo Viamontes dijo:
9
26 de septiembre de 2019
10:51:07
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