ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Portada de Frankenstein, publicada por la editorial Arte y Literatura, en 1997.

Una mujer inventó el «robot» hace 200 años. Aquel tenía conciencia de su propio ser. Quiso amar y que lo amaran. Tenía figura humana, su piel no era ni siquiera de silicona. Sus expresiones faciales y de movimiento también lo eran. No se alimentaba de baterías. Fue una obra excepcional, cuya autora tuvo que ocultar su creación durante determinado tiempo... Eran demasiado grandes los prejuicios respecto al ser femenino, pero al cabo su nombre, y la obra de su creación, no se olvidarán jamás: ella es la británica Mary Shelly; su robot de carne y hueso, Frankenstein.

Este año se cumplen dos siglos de la creación de aquel ser por la entonces joven escritora, de rebosante imaginación que se involucró en el mundo de la creación del hombre y le bastaron no mucho más de dos años de trabajo, a pluma y tintero para lograrlo. Hizo de su puño y letra a Víctor Frankenstein.

Obviamente se trata de una de las novelas de ficción, que como pocas, se adelanta 200 años a un tiempo real. La autora había roto todos los prejuicios de su época cuando era solo una veinteañera. Creó el personaje en 1818. Era, obviamente, una joven culta, amiga de Lord Byron y de otros varones de la más selecta clase social de Gran Bretaña, hija de un ilustre pensador, William Godwin, y de la precursora del feminismo, Mary Wellstonecret, quien la dejó huérfana tras ella nacer, lo cual no era nada extraño en esa época. La creadora del robot «humano» rompió esquemas impensables en aquella sociedad –además de escribir su novela–, amó sin prejuicios y tuvo una hija que falleció al nacer. Pero Shelley «parió» a una criatura de ficción que, hasta ahora, ha vivido dos siglos.

La novela Frankenstein o el moderno Prometeo ha sido catalogada de varios modos, entre ellos, como uno de los exponentes más acabados de la literatura gótica. Sin embargo, en el 200 cumpleaños de su nacimiento vemos, al leerla, que hace más que un robot de la era digital, que es el robot con el cual sueñan los científicos, aunque no construido como lo hizo la autora de la obra excepcional, armando a un hombre en su laboratorio, con pedazos de otros humanos fallecidos. Un personaje de la obra de Mary Shelly recolecta a como dé lugar en cementerios o salas de disección en hospitales, lo que necesita para crear a un ser vivo. Logra su objetivo, construye físicamente a un hombre, pero este odiará a su creador porque, en verdad es un monstruo y no puede compartir con sus «supuestos» iguales aunque tiene fuerza, movimiento, piensa y siente como un varón, de manera que se convertirá en enemigo de su progenitor.

Obra magistral que, a lo largo del tiempo, en sus muchas propuestas, las más cinematográficas, ha sido versionado en su estructura literaria original, la cual comienza con un agradable juego epistolar de la autora Mary Shelly (Shelly, apellido de su amante y luego esposo en matrimonio reconocido) y le parece al lector que no lo lleva a ningún misterio.

Esta obra excepcional, sobre el primer «robot» del universo, escrita cuando esa palabra se desconocía, fue publicada en Cuba hace años y valdría la pena que Arte y Literatura la incluyera en su plan, si es que no lo ha hecho, en reconocimiento de una obra maestra en su bicentenario.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Salustiano dijo:

1

20 de noviembre de 2018

08:35:48


Es SHELLEY, no Shelly. Esta escrito correctamente solo una vez. Por otra parte, era amiga de Lord Byron y otros "varones"? No sera "otros BARONES"??? De todas formas el articulo es interesante!! Su novela "Frankenstein o el Nuevo Prometeo", es fantastica en todo el sentido de la palabra.

Salustiano dijo:

2

20 de noviembre de 2018

08:40:29


Y se me olvido: el nombre de su madre era Mary Wollstonecraft Shelley, no "Wellstonecret".

Genaro dijo:

3

20 de noviembre de 2018

08:44:43


Un dato interesante es que Mary Shelley era fanatica del "galvanismo", teoria resultante de los resultados de los experimentos de Luigi Galvani sobre la "electricidad animal". Estos trabajos fueron los que inspriraron a Mary Shelley para escribir su novela

Lee dijo:

4

20 de noviembre de 2018

11:11:18


La versión mas famosa del monstruo (de las películas de la 30) no corresponden a la descripción en el libro. Jack Pierce, el artista de maquillaje en Universal, decidió crear hacer algo nuevo.

Rey dijo:

5

22 de noviembre de 2018

15:16:45


Señora Martha Rojas tenga usted Buen Día, hace años disfrute de esa trascendental obra literaria y lo que más me impreciono era el total poder filosofico del monstruo, capas de analizar totalmente su existencia y dar el mismo respuestas a las interrogantes que se le presentan. Radicalmente opuesto a la mayoria de las versiones de Hollywood de las cuales he disfrutado muchisimo pero que carecen de lo anterior. El poder de la literatura es infinito y su enseñanza tambien, por eso me quedo con los clasicos aunque me digan viejo y ú obsoleto, lo cual no quiere decir que no me guste la literatura moderna como The Catcher in the Rye o El guardián entre el centeno. Gracias miles por escoger de entre los clasicos.