ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Colaboradores cubanos rindieron emocionado homenaje a Hugo Chávez. Foto: del autor

Caracas.–Pocas veces nuestro Himno Nacional pareció aquí tan felizmente largo: cuando celebramos los 150 años del momento en que Perucho Figueredo erizó para siempre la piel de la Isla con un canto bayamés, los colaboradores de las misiones en Venezuela animaron una jornada que inició en la mañana, en el Cuartel de la Montaña, y cerró ya en la noche con la gala criollísima regalada por artistas venezolanos, sin dejar de tararear, en las horas intermedias, las notas sagradas de la marcha con que los mambises vamos a pelea.

Tras rendir homenaje a Hugo Chávez en su tumba –suerte de punto de reafirmación, como la de Fidel, de patriotas de todo el continente– y apreciar el cambio de guardia de los jóvenes soldados que, vestidos como húsares de la independencia, custodian sus restos, los cubanos hicieron, a la vera del mejor amigo de nuestra patria, el acto de reconocimiento a los 49 mejores cuadros en esta misión.

Por supuesto, el Día de la Cultura Nacional cantaron el Himno con la afinación patriótica de siglo y medio, y tras el desfile silencioso de mujeres y hombres, jovencitos y maduros, licenciados y médicos… de todas las misiones frente a la tumba, el doctor Adrián Rodríguez Santana, uno de los destacados, dijo a nombre del grupo que solo trabajan por poner en alto el nombre de la colaboración y por defender, desde el quehacer unido, la continuidad del proceso bolivariano.

Inspirado en la visión que el Che tenía del dirigente, Julio César García Rodríguez, jefe de la Oficina de Atención a Misiones (OAM) sociales cubanas aquí, afirmó que el cuadro revolucionario no es un ser privilegiado sino un ente con cualidades especiales para llevar a la práctica en la labor colectiva.

«Les reconocemos el mérito, el resultado, el éxito en esta misión, y lo hacemos desde el mejor lugar, la primera trinchera de un revolucionario internacionalista. Cuando hacemos este acto seguimos al Che y a Fidel, en el aniversario del estreno de nuestro Himno Nacional. Es un compromiso eterno con los Comandantes de Cuba y de Venezuela. La patria de Chávez tendrá en Cuba hijos que la sirvan para toda la vida», señaló el jefe de la OAM.

Carlos Alvarado, ministro de Salud venezolano, refirió su certeza de que los líderes de nuestra cooperación lo son también para los trabajadores bolivarianos que laboran a su lado. «Solo el genio de Chávez y Fidel podía crear el sistema de misiones y grandes misiones. Es un privilegio haber compartido parte del siglo xxi con genios semejantes, que mostraron el amor que se tenían y lo transmitieron a sus pueblos», sostuvo.

En Venezuela no hay «zonas de silencio» para ese amor. Allí mismo, en el Cuartel de la Montaña, los cubanos fueron guiados por el coronel Roberto Castro, militar que conoció a Fidel en una de las cumbres internacionales a la que asistió el líder cubano en Isla Margarita y que luego, en el Cuartel de la Montaña, se encontró con Raúl, quien le dijo en broma –según refiere Roberto– que era su «primo».

«Mi apellido relampaguea Cuba por los cuatro costados. Es un honor llevarlo porque resume la esencia de una leyenda como fue Fidel», declara el coronel.

Horas después, en instalación cercana a un muy poblado enclave de residencia de colaboradores, varios compatriotas de Roberto Castro pondrían palabras y música a la hermandad: dirigentes y artistas venezolanos celebraron, junto a los cubanos, nuestro Día de la Cultura Nacional.

«¡Tanto bien ha hecho la cultura de ustedes a nuestra patria…!», comentó emocionada Cary Millarm, directora ejecutiva de la Fundación Misión Cultura Corazón Adentro, mientras Alí Alejandro Primera, presidente del Centro Nacional del Disco, sostuvo que en Venezuela dicho acervo de saberes y tradición se celebra como propio y que Chávez fue un gran fidelista que mostró el camino de la cubanía.

«Cuando hablamos de la cultura cubana nos remitimos al gran lucero, bolivariano como el que más, que fue José Martí», dijo Primera, quien empinó su voz con el canto de Días y flores, tema ya clásico de Silvio Rodríguez.

Por versos de Silvio también anduvo, de cuerda en cuerda, el trovador venezolano Ricardo Linares, mientras el trío Rafa Gómez y el grupo Son del 23 «se atrevieron», cual si fueran cubanos, con temas todo raíz como Convergencia y Chan chan. Es fácil suponerlo: del público bajaron improvisadas parejas binacionales que, a 1 500 kilómetros de la noche de Bayamo, recordaron en alegres movimientos cómo el amor de los pueblos puede brotar de unos acordes de combate.

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