En medio de la creciente agitación global y las modificaciones sustanciales en la vida cotidiana del país, la cultura toda y los que protagonizan sus espacios, los creadores cubanos tienen el encargo de hacer prevalecer la lucidez y el compromiso intelectual que hasta hoy definen al movimiento cultural de la Isla, coincidieron los delegados al III Congreso de la Asociación Hermanos Saíz, que concluyó ayer en la capital.
Los cerca de 300 delegados, durante estas jornadas de Congreso, miraron, en un ejercicio crítico, la labor de la Asociación, evaluaron el vínculo entre las diversas instituciones de la cultura cubana, y reafirmaron la importancia de incrementar la participación de los más jóvenes en la política cultural del país.
Las discusiones que tuvieron lugar durante el Congreso fueron un medidor de los avances y retos de la Asociación, que cumple ya tres décadas de existencia, reconoció Rubiel García González, quien fuera presidente nacional de la AHS hasta el cierre de este foro.
El fortalecimiento del rigor en la creación, la incidencia social de los jóvenes artistas, el diálogo coherente y sincero con las instituciones culturales, la necesidad de una promoción sistemática en los medios, la inclusión de las obras de los realizadores en la televisión cubana y la reanimación de las Casas del Joven Creador, figuran hoy entre los principales retos de la organización, reconocieron los participantes.
En el debate se detectaron como otras fisuras la necesidad de una actualización de estrategias de promoción, mayor apoyo de algunas entidades de la cultura, la poca participación de los jóvenes en la redacción de documentos asociados al desarrollo de la cultura y la demorada emisión de normativas jurídicas, entre otros tópicos.
Durante la última jornada del evento, en la cual participaron Víctor Gaute, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Susely Morfa González, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas; Roberto Montesinos, jefe del Departamento de Cultura y Propaganda del Comité Central del Partido; y Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura, entre otras personalidades, los delegados resaltaron la profundidad en el camino recorrido y el apoyo durante la preparación de este Congreso.
ESTRECHAR VÍNCULOS ENTRE CREADORES E INSTITUCIONES CULTURALES
Para los cerca de 300 jóvenes artistas presentes, el contexto actual exige recuperar todas las capacidades que emanan de la relación armónica entre creador e institución.
Un vínculo más estrecho con la institucionalidad no significa renunciar a mirar críticamente su funcionamiento. Si pretendemos alertar ante las distorsiones, corregir incoherencias presentes en nuestra actividad cotidiana y fortalecer el funcionamiento sistémico de estas entidades, se hace necesario combinar nuestras sugerencias con una vocación participativa y responsable, valoraron.
Para el joven Gustavo González, la inconformidad con el vínculo entre creadores y el sistema de instituciones de la cultura, se debe a que este es, en ocasiones, deficiente, carente de objetividad, y a la existencia de programaciones poco atractivas, donde prima el favoritismo en detrimento de la calidad.
«Si no evaluamos nuestros errores, perderemos credibilidad en nuestros espacios de debate», añadió.
El vínculo es necesario, por el contexto que estamos viviendo, donde las voces del colonialismo cultural se acrecientan, muchos jóvenes ven en los fetiches de la sociedad de consumo a sus ídolos, y el éxito lo asocian mayormente a la tenencia de artículos, más que a la inteligencia o al conocimiento, reconocieron.
En el mundo de hoy, donde el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones ha traído el abaratamiento de los costos de producción y la apertura de cauces para la difusión de productos de entretenimiento, en algunos casos, tremendamente seductores, pero profundamente conectados con el objetivo de aniquilar la inteligencia, el talento y la propia libertad del individuo, «es imprescindible ayudar a la construcción de símbolos, que permitan conectar con esa generación que necesita patrones culturales», explicó el narrador Eldys Baratute.
Es grave que algunos no encuentren hoy en el entorno nacional, símbolos que puedan ser asociados a su realización personal, lamentó.
A pesar de los esfuerzos, la violencia verbal, física, la falta de educación formal y de solidaridad, reflejo de un creciente individualismo, resultan alarmantes expresiones públicas. En todos los esfuerzos de contrarrestar esta situación, la educación desempeña un papel cardinal, comentó Baratute.
«Para enfrentarlo hay que trabajar como sistema, hay que sumar a un país. Ello es parte también de la labor de salvar la cultura cubana, el gusto estético. Hay que empujar la cultura para dentro de las casas, todos juntos, al mismo tiempo, para lograr que seamos mejores cubanos», dijo.
COMUNIDADES Y ESCUELAS: PRIMEROS ESPACIOS PARA FORMAR LA CULTURA NACIONAL
La presencia del arte en escuelas y comunidades es imprescindible. Hay mucho que decir sobre el perfeccionamiento de la enseñanza artística desde estos espacios, que son los primeros que tienen las nuevas generaciones para formar su cultura e identidad, y los niños y adolescentes de hoy son los jóvenes que en los próximos años estarán en congresos como este, para perfeccionar la cultura cubana, dijo la delegada Indira Fajardo.
La educación debe crear inquietudes, por eso es imprescindible propiciar un mayor acompañamiento desde las aulas para que desde pequeños seamos capaces de identificar referentes desde las jerarquías artísticas, comentó.
Para ello, «podríamos poner a disposición de los niños y adolescentes de cada centro educativo y comunidad, la obra de nuestros noveles escritores, para estimular la lectura, la formación del gusto, el enriquecimiento intelectual», sugirió Fajardo.
Es labor de la AHS «promover estas iniciativas, ser constante, audaz, rebelde como nosotros mismos, sus asociados. Debe promover el juicio crítico y la condición humanista que debe tener todo aquel que muestre su obra. No olvidemos que la cultura es el rostro coherente de una sociedad. Construir juntos el futuro es una obligación», resaltó.
La joven Yanetsy León, periodista camagüeyana, compartió la experiencia de la AHS en ese territorio.
«En Camagüey hemos ganado espacios de reconocimiento desde las comunidades, gracias al proyecto Golpe a golpe, que ha sido capaz de llegar hasta las comunidades más intrincadas de la provincia, donde no siempre llegan los artistas», aseguró.
Los camagüeyanos no hemos llegado al Congreso pidiendo espacios, lo que significa que no ha faltado voluntad y gestión desde nuestro territorio, resaltó.
Sin embargo, no podemos decir que todo está logrado. «Tenemos que llegar más a los jóvenes, principalmente a los preuniversitarios, pues allí está la cantera de los asociados que están por venir –valoró–. Asimismo, tenemos que promover aún más las tradiciones regionales, la defensa del pensamiento cultural cubano y la ética social».
EL BUEN ARTE SIEMPRE ES REVOLUCIONARIO
La estrategia para enriquecer la cultura nacional no puede centrarse en promover artistas, sino obras de calidad, precisó José Ernesto Nováez, delegado de la provincia de Villa Clara.
«Estamos en un país donde se invierte en cultura, y tenemos que aprovechar esa herramienta en función de promover nuevas estéticas, nuevas obras. El buen arte debe ser la prioridad. Esa es la mejor arma de defensa de la Revolución», valoró.
A su vez, el cineasta Pedro Luis Rodríguez agregó que «la política cultural tenemos que hacerla entre todos, y para eso la institución tiene que abrirnos las puertas y estar dispuesta a debatir ideas».
Para ello, «tenemos que crear un mecanismo permanente de trabajo con las instituciones, que nos permita sistematizar nuestra participación en la construcción diaria de la política cultural».
No discutamos solo los temas logísticos y del mejoramiento de nuestras condiciones materiales de creación, también dialoguemos, sobre todo, del alcance del pensamiento de vanguardia.
«Creemos espacios que busquen, desde la diversidad de criterios, el necesario consenso que ayude a distinguir el camino que tenemos que recorrer todos juntos, para llegar a la Cuba que buscamos», concluyó.

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