ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

El recurrente tema de la promoción de la lectura tiene los más nobles propósitos; sin embargo, y a pesar de la extraordinaria importancia de conseguir a toda costa su efectividad, el asunto se hace harto difícil, entre otras causas, por el fuerte predominio de productos audiovisuales que compiten con el libro y la franca pereza de las políticas promotoras, que, sin echar mano a la creatividad, ce­den espacio a otras distracciones que, con mu­cho, no consiguen llegarle a la obra literaria ni siquiera al tobillo.

Para hacer fehaciente estos empeños, la Uneac provincial de Santiago de Cuba, junto a la Aso­ciación Cubana de Bibliotecarios (Ascubi) en el territorio; Radio Siboney, el Proyecto de Pro­mo­ción Literario Claustrofobias, la revista El Caimán Barbudo y el sitio web La Isla y La Espina, concibieron el concurso Caridad Pineda in memoriam, que acaba de premiar a los participantes de su quinta edición, organizado por el periodista Reinaldo Cedeño, vicepresidente de la organización que lo convoca.

Con 76 trabajos recibidos de todas las provincias, así como de Estados Unidos, Argentina, Chile y Australia, escritos por autores entre diez y 82 años, en esta ocasión recibió el Gran Premio Las cien no soledades, de Aracely Aguiar Blanco, de Ca­ma­güey, inspirada en  Cien años de soledad, de Gabriel Gar­cía Márquez. El jurado, encabezado por la pe­rio­dista y novelista Marta Rojas le reconoció «sus ideas bien hilvanadas y sólidos argumentos».

El premio del Capítulo internacional fue para Un libro: novelas y cuentos de Voltaire, de Fe­derico Ga­briel Rudolph (Argentina). También fue premiado el autor novel: El libro más triste del mundo, de Yecenia Ra­mí­rez Sosa, (Guan­tánamo), que se acerca a la noveleta homónima de Otilio Carvajal Marrero. Un Premio a la Tercera Edad, Sobre El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Mireya Chico Díaz (La Habana), reconoce cómo la autora cuenta la forma en la que asumió la lectura de este clásico de Cer­vantes.

Cedeño explicó a Granma que «a lo largo de estos años vamos logrando los propósitos de este concurso: explorar  nuevas vías para la promoción de la lectura desde una vinculación emocional más directa, y preservar el protagonismo del lector; al tiempo que rendimos homenaje a Ca­ridad Pi­neda Anglada, una infatigable educadora santiaguera».

Caridad Pineda In Memoriam reconoció además a 13 instituciones. Se trata de un certamen que cada vez va ganando más participantes y en esta ocasión al decir de la presidenta del jurado, la selección resultó una contienda literaria  por la cantidad y calidad de las obras recibidas.

«El Caridad Pineda in memoriam, refirió Ro­jas, se consolida, incluso desborda nuestro te­rritorio nacional, de manera que es un aporte significativo, indiscutible, de Santiago de Cuba a la cultura nacional. Me siento honrada por haber sido Jurado de tan original y valioso concurso».

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Alfredo Anglada Grandales dijo:

1

22 de septiembre de 2016

08:09:14


Caridad Pineda fue mi prima hermana, nos criamos juntos en Santiago, pero en el año 1962 nos desvinculamos al yo venir para La Habana a estudiar y aquí he desarrollado mi vida la laboral y social. Me satisface conocer los méritos alcanzados por mi prima, al respecto quisiera conocer más sobre esta vida hermosa que desarrolló en la esfera de la educación y como llegó ha instituirse "Caridad Pinera Inmemoria". Por esta vía quiero aprovechar para enviar un saludo y besos a su hermana Gloria, que siempre los recuerdo a ella y sus hermanos. Gracias