ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Los Rolling Stones reúnen a 1 300 000 personas en Cuba, e igualan record de Copacabana. Foto: Yander Zamora

La multitud grita como una bestia hambrienta. Grita con vehemencia.  Sin contención. Grita hasta que los pulmones se revientan, piden auxilio o se quedan sin una gota de  aire. Es un grito que ha esperado mucho tiempo para cristalizarse, para alcanzar el vo­lumen máximo y que ahora, en una sola noche, es el  sonido que llega al escenario desde abajo, desde el fondo, desde una esquina, desde las entrañas de un país —porque aquí estuvo Cuba entera— que pide Rolling Sto­nes, que pide rock and roll, que pide a sus majestades satánicas que salgan de una maldita vez al escenario, para devorarlas, para sentir el golpe brutal  de sus canciones en el estómago, para que algunos volvieran a caminar por el Vedado o por cuanto pueblo cu­ba­no exista con Satisfaction,  Star me up o Brown sugar comiéndoles la cabeza, y sintiendo a plenitud el rock and roll como un destino posible, co­mo una forma de vida.

Mick Jagger conoce lo que sucede allá afuera. Escucha desde su camerino, a pocos metros del escenario, los reclamos furibundos, las ansias de miles que no pueden esperar otro se­gundo para tener delante a unos mú­sicos que nunca soñaron con  ver  en directo y que ahora llegaron para sentar pautas, para de un golpe situarse desde Cuba en la cima del mundo —donde, por cierto  han permanecido durante más de cuatro décadas—, y para recuperar más de 50 años en la distancia emocional de sus seguidores cubanos. Jagger, de 72 años, aterriza en el escenario como una fuerza de la naturaleza, se echa al público en el bolsillo saludando con dos o tres frases en español y ataca con Jum­ping Jack Flash, uno los caballos de batalla del repertorio.

Los Rolling Stones, con más de 50 años de carrera, son uno ases en jugar con los símbolos. Con los pronósticos que,  por ejemplo, debido a su infatigable  proyección escénica  ubicarían a Jagger a estas alturas en una casa de Londres cuidando de sus nietos. Jagger sabe que es una excepción en la especie humana, y hace alarde de ello.  Corre de un lado a otro, mueve las caderas como si quisiera que volaran en mil pedazos y canta como si tuviera en la garganta el motor de la Motown. Keith Ri­chards es un maldito demonio. Se burla de todo —hasta de sus 72 años— con una sonrisa a veces irónica, a veces de una rara alegría juvenil. Toca la guitarra con una destreza increíble, se permite los mismos lu­cimientos con que despegó hace 50 años de una manera imaginable, y canta algunos de los blues de cuyo sonido la banda bebió hasta emborracharse. Keith sabe que todo apunta a que ya no debía estar ahí. Que su imagen solo debía perdurar en una estatua en algún lugar del mun­do rockero para que le rindieran culto  tras una vida de excesos. Por si fuera poco, todavía agarra la guitarra co­mo si fuera una (otra) mujer y se agacha sin dificultad has­ta tocar el piso. Es una explosión. Un golpe a la dictadura del tiempo, de los años, con el que de­muestra sus dotes de sobreviviente a esa época en la que el rock se vivía de forma acelerada y brutal.

Uno no cree los años que Charlie Watts tiene en el cuerpo hasta que levanta los ojos y lo ve dándole duro a las baquetas, como si fuera un escritor beat golpeando las teclas de una vieja máquina de escribir. Charlie es un tipo hierático. La vida, para él, pa­rece que solo funciona si está detrás de una batería. Sus movimientos los ha practicado hasta el mínimo detalle. Su ejecución se ro­dea con una solemnidad que no le interesa romper en ningún momento. Su maestría sobresale por encima de todo y su concentración es extrema. Char­lie rehúye del protagonismo. Por ejemplo, el día antes se le notó algo sorprendido cuando una fan quiso robarle una foto a solas durante una recepción. Su apego a la discreción se percibe además cuando Jagger lo presenta y lo invita al frente. Charlie lanza al público la sonrisa que corresponde en estos casos y regresa rápidamente a la batería para que la maquinaria no se detenga. Y no lo hace. Resulta más que evidente que  Ronnie, de 68 años, es otro de los que disfruta la noche al máximo. Casi tanto como Jagger o Keith. Se monta su propio espectáculo, acompaña a Jagger en su intrepidez y dispara los riff con una pericia absoluta.

Los Rolling hacen el mismo es­pectáculo que han presentado en su gira latinoamericana. Todo funciona con una exactitud descomunal. De otro planeta. El repertorio es el mis­mo con el que han conquistado a la región, pero  ellos saben que lo que sucede allá abajo es muy diferente a  lo que ha ocurrido en el resto de los países. Cada canción, cada movimiento salvaje de la banda, cada expresión, conlleva el placer de lo rompedor, de quien sabe que está abriendo un mundo nuevo con canciones que le corren por la sangre al público desde hace décadas, pero que ahora cobran una connotación especial. No importa si son Brown Sugar, Sympathy For The Devil  o It´s only rock and roll (but I like it). No importa si las pantallas son gigantes o el espectáculo es algo majestuoso que jamás se haya visto en Cuba. Lo realmente significativo es que ahí, sobre la hierba, hay una legión de cubanos conscientes de que los Ro­lling llegaron a tiempo para hacerse cargo de ellos y entregarles, en una noche, todo el rock and roll que ha­bían esperado durante tanto tiempo. Además, con este concierto, los Sto­nes  también estaban saldando una  deuda con sus orígenes, cuando no habían divisado su potencial en el negocio de la música y hacían suyo el rock and roll como una música salvaje que contenía toda la rebeldía de una juventud iconoclasta y rebelde.

No llovió, no se extendió durante más de 72 horas, pero algunos incluso se aventuraron a asegurar que esta noche Cuba tuvo su propio Festival de Wood­stock salvando las distancias, claro está. En la multitud, calculada en 1 300 000 personas según el equipo de los Stones, habían hippies, punks cubanos, rockers, metaleros, jóvenes, turistas, padres con sus hi­jos, y familias enteras con bebés co­rriendo sobre la hierba. Había también banderas cubanas, argentinas, alemanas, estadounidenses, mexicanas, británicas… Jagger entre tanto miraba a la distancia y le aseguraba a los cubanos que estaban “en talla” mientras le agradecía a la Isla por toda la música que ha regalado al mundo.
Nunca en La Habana se había visto tanta gente con la lengua suelta. Esa lengua libidinosa, que vio la luz por  primera vez en el disco Sticky fingers y que luego se convirtió en el logo del grupo, salía lo mis­mo de las pantallas que de las camisetas de los miles de hinchas que gritaban desde cualquier rincón de la Ciudad De­portiva. Un reclamo que alcanzó una frenética actividad cuan­do Mick Jagger, tras compartir escenario con el coro Entrevoces, de la maestra Digna Guerra, lanzó: “están preparados” y todos sabían lo que les venía encima.

El líder Stone, secundado por los hirientes acordes de Keith, disparó Satisfaction y se escuchó inmediatamente el estremecedor sonido de miles de almas en plena ebullición que trataban de alargar este momento lo más posible porque sabían que seguramente jamás se repetiría  en sus vidas Y Jagger, como viejo lobo que es, extendió este clásico durante casi diez minutos para que sus fans alcanzaran toda la satisfacción que habían ido a buscar en un concierto que fue más que rock and roll.

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Luís Guillermo dijo:

1

28 de marzo de 2016

07:52:43


Brilante artículo... Brillante público.... Brillantes los Dioses del Rock and Roll.

AlbertoFCB Respondió:


29 de marzo de 2016

14:35:36

Como alguien que tuvo la dicha de asistir, les digo que fue al go inolvidable, asombroso, mágivo, no paré de brincar y gritar y cantar con todos los presentes desde que arrancaron hasta que se despidieron del escenario y aun allí seguimos tarareando un rato más las canciones, llegué desde temprano en la mañana y pude junto al grupo de amigos y fans que andabamos juntos ´clasificar´ en la zona de adelante, casi que no miré hacia las pantallas porque viví el poder mirarlos a todos directamente. alucinante las pantallas, las luces, la música con una calidad inmejorable, no hubo ni un ruido ni una distorción a lo largo de todo el espectáculo, una noche que estará por siempre en el recuerdo de todos los que logramos vivirla...

Megaterio dijo:

2

28 de marzo de 2016

07:55:16


Ellos esperaron por nosotros y nosotros esperamos por ellos 50 años. Al fin nos encontramos. Gracias a todos los que propiciaron este bello encuentro. Felicitaciones

Angel Astorga dijo:

3

28 de marzo de 2016

08:52:49


Solamente les digo CUANDO SERA TRASMITIDO A TODO EL PUEBLO CUBANO PARA QUE TENGAN LA DICHA QUE TUVIERON LOS HABANEROS.

Soy Respondió:


28 de marzo de 2016

13:09:51

La desinformación nos traga, se dijo dias antes por varios medios; incluyendo una Mesa Redonda (especial) para dar a conocer aspectos de interes del espectáculo; que este grupo nunca transmite en vivo sus conciertos, es su estilo, que este, se donaria a Cuba y sería transmitido por la TV Cubana, en varias semanas. Hay que leer o visitar los medios cubanos, en vez de criticar sin saber.

Yaiser dijo:

4

28 de marzo de 2016

09:24:55


Confieso que he llorado.....

Andres dijo:

5

28 de marzo de 2016

09:29:38


Ñoo Michel ,vivo a mas de 3000 millas de La Habana y me hicistes disfrutar del concierto , apretastes!!!

Alejandro dijo:

6

28 de marzo de 2016

09:29:44


Brillante el concierto, super genial, es por eso que Los Rolling Stones nunca pasaran de moda, creo que ya es hora de que Cuba se abra al mundo del rock y viceversa.

Leandra dijo:

7

28 de marzo de 2016

10:09:56


Gracias Michel, por tan bello artículo dedicado a los Rolling Stones y dirigido a todo el pueblo cubano. Te quedaste vacío? Lo catalogo como un buen artículo para una tesis que yo evaluaría con diploma de oro. Me has sacado las lágrimas. Realmente los RS son excepcionales, los admiro desde que era niña, que fue cuando empezaron, es mi grupo favorito de Rock junto con Queen, pero ellos son los mejores y no por gusto se han mantenido durante más de medio siglo en la cima. Gracias a ellos por dejarnos disfrutar de su música, soy fan # 1 de Mick Jagger, es fantástico e increíble todo lo que hace en el escenario. A todos gracias por este concierto que en algún momento disfrutará todo el pueblo cubano por las cadenas de televisión. Calma ya llegará a nosotros, pero por favor no seamos tan exigentes y esperemos a que ellos obtengan las ganancias del mismo, ya que este concierto no costó 20 kilos, sino 20 millones o casi o más, y ellos se lo regalaron al pueblo cubano, lo que no hicieron en otros países.

Rosa Inés dijo:

8

28 de marzo de 2016

10:10:04


Más que agradecida a todas las personas que contribuyeron a este momento tan trascendental. Los Rolling nos hicieron vibrar, recordar. Vi personas en el público de más de 60 años disfrutando del concierto. !FELICITACIONES PARA LOS ROLLING POR HABER ESCOGIDO A NUESTRO PAÍS PARA CERRAR SU GIRA!

sec dijo:

9

28 de marzo de 2016

10:22:27


Angel Astorga, si la TV cubana no trasnite en vivo la gala de los premios Lucas y hay que esperar meses para verlos imaginate cuanto tiempo habra que esperar para poder ver el fobuloso concierto que ofrecieron los Rolling Stone que al pareser los unicos que tienen derrecho de disfrutar de estos grandes espectaculos son los habitantes de la capital.

dennys dijo:

10

28 de marzo de 2016

10:37:11


para los demás cubanos... cuando es que podremos disfrutar de tal concierto... la Gran orquesta no dejó que grabaran para que haya que esperar or ellos... de madre

Alejandro Respondió:


28 de marzo de 2016

14:28:44

La respuesta a eso es facil, no lo espere porque no va a ser puesto por TV, no se grabo para la Television. Los rolling stones no le dieron a la TV Cubana los derechos de transmision sobre el concierto. Lo que se podra ver es un documental que hicieron sobre toda la gira por latinoamerica, pero no el concierto entero.

Rafael dijo:

11

28 de marzo de 2016

11:18:55


La mejor crónica que he leído del concierto. Muy buena, como el concierto.

Benitez dijo:

12

28 de marzo de 2016

11:41:20


Todo està dicho. Una joya de articulo! Bravo!

dsr dijo:

13

28 de marzo de 2016

12:31:13


Yo fui con mi esposa y mi niña de 1 año y 9 meses la cual lo disfruto jugando en el césped con dos niños más. El concierto algo increíble, todo un derroche de energía (no eléctrica) y de tecnología.

Temis dijo:

14

28 de marzo de 2016

12:36:28


Formidable artículo!!! No soy propiamente rockera pero sí gusto de la buena música y les aseguro que pude disfrutar tremendamente de este maravilloso e inolvidable concierto!!! Puede apreciar la felicidad eufórica de los jóvenes y de los rockeros más veteranos, fue un momento de consagración y éxtasis. Mick Jagger y sus músicos son indiscutibles virtuosos del género, qué maravilla ha sido tener la oportunidad de verlos actuar en vivo!!!! El más profundo y eterno agradecimiento a los Rolling Stones por brindar generosamente su arte a los cubanos y a todas las autoridades de aquí y de allá que así lo hicieron posible!.GRACIAS!!!!!!

Heriberto dijo:

15

28 de marzo de 2016

13:00:37


Para los que no asistieron, así mismo fue como describe Michel, aunque claro nunca las palabras alcanzarán lo que el corazón, los ojos y la mente vivieron en vivo y directo. Estuve desde las 2 y cinco hasta que empezó el concierto en la primera fila de la baranda dispuesta para el público y no me arrepiento de las horas y el sacrificio de tantas horas de pie. El 25 de marzo de 2016 se escribió historia en el corazón de la Ciudad Deportiva de La Habana. Si la potencia del audio fue de 1,300 KW, la energía proveniente del público fue de 2 millones de kW. Fue el desborde de un ansia y un hambre de compartir con las leyendas musicales de nuestra niñez y adolescencia. Podrán venir ahora Def Leppard, White Snake y Kiss, y hasta Peter Frampton y Earth Wind and Fire, pero los Rolling se llevarán consigo el honor de haber abierto el camino en Cuba de los macro espectáculos con amplio derroche de tecnología y calidad musical legendaria de los monstruos de la música anglosajona.

Anabel dijo:

16

28 de marzo de 2016

13:55:09


Un concierto para la historia en verdad. Derroche de tecnología, un audio magnifico y ni que decir de las pantallas gigantes. No es un problema de que solo lo puedan disfrutar la capital sino de que los RS ofrecieron un concierto gratis y por lo que se ha dicho no han dado los derechos para poder televisar el concierto ya que lo quieren sacar en un DVD para venderlo. me parece algo muy lógico después de regalar semejante concierto que en cualquier país del mundo hubiera costado un ojo de la cara. Esperemos que en un futuro pueda ser televisado para el disfrute de todos los que no pudieron asistir.

Erick dijo:

17

28 de marzo de 2016

14:41:03


Fue magistral el concierto de los Rolling Stones y más que un sueño haber podido disfrutar de ellos a pocos metros del escenario, realmente estoy satisfecho.

Josè Jimènez Ofarrill dijo:

18

28 de marzo de 2016

14:58:44


Pienso que el concierto realizado por los Rolling Stones en la Ciudad Deportiva de la Habana, es uno de los grandes acontecimientos culturales que se han desarrollado en nuestro paìs , y esperamos el resto de nuestra poblaciòn que en algùn momento se retrasmita para poder apreciar este espectaculo.Muchas gracias.

Linda dijo:

19

28 de marzo de 2016

14:59:15


Hasta Naomi Campbell, Shania Twain y Richard Gere vinieron a verlos en La Habana... porque en Cuba la múcsica suena diferente... aunque sea rock and roll.

OSIEL dijo:

20

28 de marzo de 2016

15:01:12


Gracias Michel has logrado reproducir el concierto de una forma genial, he terminado sudando y con las mandíbulas contraídas después de leer este artículo. He revivido el concierto y oído las canciones de los Rolling mientras leía esta replica pequeña de lo que fue y será sin duda el mayor acontecimiento cultural de esta década en Cuba y el más importante suceso del rock and roll que haya vivido esta isla jamás.