ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Grateful Dead, uno de los símbolos de la era del flower power. Foto: Getty Images

Los Grateful Dead no solo permanecieron en el ojo del huracán que fue la década del 60, sino que cargaban en sí mismos ese “huracán” cuyos vientos todavía baten contra las puertas del siglo XXI. Fun­dada en 1965 en el corazón de un San Fran­cisco hippie que vibraba con los ideales de paz y amor, la ban­da ingresó en el cuadro de ho­nor del rock al convertirse en una de las primeras alineaciones de culto de la historia e integrar junto a The Byrds, Jefferson Airplane y The Beatles la avanzada de la psicodelia, ese género presto a la experimentación que marcó para siempre el rock, la música y el arte y que más tarde pariría a monstruos como Pink Floyd.
La banda que integró el cartel de Woodstock 69, cumple este año cin­co décadas de que irrumpiera en la escena estadounidense. Para celebrar la fecha, los sobrevivientes de su formación original Mickey Hart, Bill Kreutz­mann, Phil Lesh y Bob Weir, se reunirán en julio para ofrecer tres conciertos en Washing­ton donde recordarán a su líder, el guitarrista y vocalista Jerry García, fallecido hace 20 años víctima de su propia leyenda. Luego volverán a las sombras para permanecer como testimonio vivo de un tiempo en que la música respondía estrechamente a los dictados más esenciales del espíritu.

Las andanzas de Grateful Dead (Los muertos agradecidos) forman parte de esas historias que se cuentan (y se contarán) de generación en generación. La banda de rock, coun­try y blues fue la primera en pasar revista a un colectivo de alucinados seguidores, los dead heads,  que la seguían por las carreteras de Estados Unidos como si fuera una cuestión de vida o muerte,  grabando sus conciertos —que se extendían durante largas y temibles horas­— y distribuyéndolos en co­pias piratas por todo el país, lo que daría a conocer a la banda de Jerry García como uno de los grandes emblemas de la era del flower power. Una era, por cierto, que tuvo en el propio Jerry uno de sus máximos profetas.

El peso de la leyenda del grupo  radicaba en sus conciertos en vivo,  que sus devotos convertían en un ma­ravilloso ritual cuando se entregaban, como si dios les estuviera ha­blando al oído, a un puñado de clásicos como Truckin, Eyes of The World, Uncle John´s Band, Casey Jones o Sugar Magnolia. La banda no tenía muy buena relación con el éxito discográfico. Por otro la­do, digámoslo todo, a los muertos agra­de­cidos no les importaba de­ma­sia­do arrastrar el cuerpo hacia los primeros lugares de las listas. Des­pués de 22 discos, su primer tema en tocar el top ten fue Touch of grey, un título del álbum In the Dark, de 1987.

Su indescifrable mística nacía tam­bién de la comunión entre sus integrantes y de las letras profundamente poéticas de Jerry y Robert Hunter, otro de los grandes compositores de la alineación. Tanto en esos shows inmortalizados en el tiempo como en su extensa discografía, la banda no defendía solamente un concepto mu­sical, sino también una filosofía  basada en la armonía espiritual y en la comprensión de la experiencia ar­tística como un territorio en el que los seres humanos podían espantar sus demonios y abrazar esos ideales de paz y amor tan caros al mundo en estos tiempos.

Ya sabemos que es (casi) imposible que un disco o una canción pue­da salvarnos de nosotros mismos, pero el fugaz regreso de Gra­teful Dead será una fulgurante ventana para asomarse a una época en que el rock era capaz de todo. Incluso de revivir, después de tanto tiempo, a los muertos agradecidos.

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José dijo:

1

26 de enero de 2015

09:28:49


Attn. Michel, interesante artículo sobre historia musical contemporánea. Un detalle, en su época se le cargó el "Los" como palabra previa a cualquier nombre de grupo de música moderna. En realidad Grateful Dead (Muerte Agradecida) tomó el nombre de una leyenda en la cual un forastero en los desiertos del oeste norteamericano encuentra a un moribundo y posteriormente pone todos sus esfuerzos en darle cristiana sepultura. Luego, la leyenda dice que el forastero casi agoniza en el desierto, sediento de sed y en su delirio vio como un muerto agradecido lo socorre para darle fuerza y encontrar el agua y así salvarse. De ahí el nombre de esta antológica banda que se denominó Muerta Agradecida, bajo el liderazgo del guitarrista estadounidense, descendiente de españoles, Jerry García. Saludos.

Perucho dijo:

2

26 de enero de 2015

11:29:54


Attn. Jose, Greatful Dead no es muerte agardecida sino muerto(a) o muertos(as) agradecidos(as). Muerte como sustantivo es death. Dead es un adjetivo que aqui se usa en funcion sustantiva. Muy enriquecedor su comentario a este excelente articulo.

Dago dijo:

3

26 de enero de 2015

19:52:51


Qué bueno que GRANMA ha publicado un artículo como este ,sería muy bueno que no fuera el único ni el último ,D.D fue efectivamente una de las primeras bandas “alternativas “ de culto ,no creo que acá la conozcan mucho ,pero bue…por algo se empieza ,tiene usted mis 5 estrellas por lo publicado y….siga buscando,suerte.

Jose dijo:

4

27 de enero de 2015

16:28:47


Gracias, Perucho, por su aclaración semántica. Dicho así como Ud. correctamente ha apuntado, tiene mejor sentido la anécdota que, a memoria, referí. Y sí, coincido con todos que es un muy buen artículo el que nos regaló Michel. Saludos.

Alberto dijo:

5

27 de enero de 2015

20:00:49


Dago eres Dagoberto Pedraja, el tremendo guitarrista cubano. Si fuera asi tienes mis respetos. un saludo