El análisis del ser humano es casi un género en sí mismo dentro del séptimo arte, un “objeto” de estudio que ha inquietado hasta la locura la mente de muchísimos cineastas desde que el primer director se colocó detrás de las cámaras. Camila Carballo sabe eso. Sabe que retratar en profundidad nuestras contradicciones y la manera en que cada uno de nosotros decide asomarse al mundo, es un campo minado en el que no es fácil salir con vida. Pero Camila apuesta. Arriesga. Decide no pasar por alto el instante de plasmar su visión de la vida, de las relaciones entre las personas y apela entonces a mostrar la realidad desde el recóndito lugar que ocupa la fe.
”Siempre me han inquietado mucho las personas, sus modos de asumir la existencia, sus contradicciones. Eso ha estado presente de una forma u otra en mi trabajo. Por eso el año que viene pienso comenzar a filmar mi primer largometraje de ficción en el que hablaré sobre la fe desde su más amplio significado”, señala esta joven actriz y directora cubana de 27 años.
Poco antes de colocar a los seres humanos enfrente de sí mismos para encontrar una razón que justifique que estemos aquí, Camila ha llegado al Festival de Cine de La Habana con una historia que da un giro a su trayectoria como realizadora. Se trata de Amor a mordidas, un corto de animación que dirige junto a Jesús D. Acosta.
“Es muy importante para los jóvenes presentarse en el Festival de Cine, pues es una ventana bien amplia que permite que nuestra obra sea vista por muchos más espectadores. Cada vez que tenemos la oportunidad de llegar al Festival subimos un nuevo peldaño en nuestra carrera”.
Amor a mordidas compite en la selección oficial de animación junto a Meñique (Ernesto Padrón); y los cortometrajes Camarosidades (Jorge Luis Mendoza), Huesitos (Gabriela Leal), Otro animado que no es para niños (Harold Díaz Guzmán) y cuenta, según Camila, “la historia de dos tomates que quieren conservar su amor”.
Con esta obra la realizadora, que también ha participado en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, se desmarcó por un momento de las líneas generales que definen su carrera para probar suerte en el mundo de la animación.
“Amor a mordidas me permite experimentar nuevas facetas en el audiovisual e incursionar en las técnicas de la animación. La historia nació a partir de un encuentro con unos vecinos en el que se encontraba una niña de diez años y me resultó muy interesante llevarla a la pantalla”.
Camila, como otros colegas de su generación, se propuso dar lustre a la animación cubana. “Si bien crear un proyecto de animación es bastante difícil, porque hay que acceder a tecnología muy cara, en Cuba hay muchos realizadores con historias que contar y no dejan de defender la validez de sus ideas a pesar de las dificultades”.
Graduada de actriz en la Escuela Nacional de Arte, Camila entrará próximamente a cursar los estudios de dirección en la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual. No obstante, ya atesora en su expediente varios trabajos de ficción como directora. Entre ellos Ahogada, Te estoy viendo, La función, y el falso documental Traslado.
La mayoría de sus obras han integrado el cartel de la Muestra de Jóvenes Realizadores así como el de otros encuentros organizados para promover a las nuevas hornadas de cineastas, como el Almacén de la Imagen en Camagüey. “Es muy importante seguir desarrollando la Muestra, pero sobre todo que nunca sea excluyente, para que los realizadores puedan mantener un espacio donde confrontar sus ideas y debatir sobre las nuevas maneras de entender el audiovisual”.
Camila ha incursionado como actriz en los filmes La pared de las palabras (Fernando Pérez), Bocaccerias habaneras (Arturo Sotto), Bolívar, el hombre de las dificultades (Alberto Lamata), además se ha colocado a las órdenes de Carlos Díaz en la compañía de teatro El Público.
“La actuación me ha facilitado importantes herramientas que me permiten sentirme más cómoda como realizadora, me abrió el camino para desarrollar mis ideas como directora de forma más natural, dice.
En cualquier caso, esta joven directora y actriz, tras su paso por el Festival de Cine, está a punto de retomar sus obsesiones cuando el próximo año afronte una etapa cardinal en su carrera, es decir, cuando coloque al ser humano bajo la lupa y descubra en el fondo de los fondos los caminos que conducen a la fe.










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alfre dijo:
1
12 de diciembre de 2014
16:10:21
Gilberto crowe dijo:
2
12 de diciembre de 2014
20:30:31
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