ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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La Constitución protege la diversidad familiar y todos los tipos de familias son igualmente válidos. Foto: Juvenal Balán

En materia familiar se vislumbran retos en el escenario social cubano, de acuerdo con la diversidad de instituciones familiares y problemáticas vinculadas a ellas, y a partir de que la Carta Magna puesta en vigor dispone que en un plazo de dos años sea aprobado un nuevo Código de las Familias.

Para Yamila González Ferrer, vicepresidenta de la Unión de Juristas de Cuba, los desafíos en este sentido son muchos, en tanto se trata de numerosas instituciones familiares a modificar, actualizar sus contenidos y hacerlos viables para que respondan a las necesidades y garanticen la solución de conflictos que se pueden generar en ese espacio.

El hecho de que nuestra Constitución proteja la diversidad familiar y que todos los tipos de familias sean igualmente válidos e importantes es algo fundamental, señaló la jurista, en el contexto del debate más reciente de la Comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer, del Parlamento cubano.

«Tiene que existir una coherencia entre el texto constitucional y los postulados que desarrollan el resto de las legislaciones en el ordenamiento jurídico», apuntó la especialista.

González Ferrer insistió en no perder de vista que es en el entorno familiar donde se mantienen los estereotipos, de diversa índole, pero principalmente sexistas. Por ello –dijo– es imprescindible realizar una fuerte labor de concientización con la población, que las personas conozcan los contenidos que se reflejarán en el nuevo código y entiendan que no se pueden limitar los derechos de las personas a partir de criterios estereotipados o prejuicios, los cuales conllevan a hechos de discriminación.

«El espacio familiar tiene que ser de armonía y contención, donde se pueda desarrollar integralmente la personalidad. Por otra parte, no podemos ver a las familias alejadas del ámbito político y público, porque si son la célula fundamental de la sociedad, en ese entorno la dignidad humana tiene una dimensión muy particular, y cualquier hecho que atente contra esta es un problema social», sostuvo la experta.

A su juicio, un nuevo código de las familias tiene que responder al proyecto de justicia social de la Revolución Cubana, que parte de esa dignidad humana, de la igualdad efectiva de todos y todas en nuestro país.

En ese sentido, explicó la Vicepresidenta de la Unión de Juristas de Cuba, la igualdad efectiva no la podemos ver solamente vinculada a la igualdad formal, sino a la real; a la valoración de la diferencia y a la equidad, es decir, a todas la medidas que debemos tomar para que las personas que históricamente han sido vulnerables puedan alcanzarla y disfrutar realmente de esa igualdad ante la ley, que se expresa en nuestra Constitución.

Otro de los grandes retos del nuevo código es, según comentó González Ferrer, enfatizar y fortalecer la responsabilidad familiar desde el punto de vista emocional, educacional, formativo y económico en la atención a sus miembros, como pueden ser las madres o padres que por circunstancias especiales asumen solos la crianza de sus hijos e hijas, las personas con discapacidad, personas adultas mayores, atendiendo a la situación de envejecimiento de la población cubana; personas por razón de su orientación sexual e identidad de género; con lo cual se reafirma el concepto tutelar y afectivo de la familia cubana a la cual aspiramos.

FAMILIAS CUBANAS POR DENTRO

De la reconfiguración de las familias cubanas y su diversidad en la Cuba de hoy dialogó con los parlamentarios la doctora Mayda Álvarez Suárez, directora del Centro de Estudios de la Mujer de la Federación de Mujeres Cubanas.

La investigadora llamó la atención sobre el contexto actual de la institución familiar, marcado, entre otros elementos, por el impacto de una crisis estructural sistémica, el bloqueo económico de Estados Unidos al país y las consecuencias del periodo especial; los nuevos escenarios que han surgido con la actualización del modelo económico, las tecnologías de la información y de la comunicación y en particular por la dinámica demográfica.

Entre las tendencias que marcan los cambios experimentados por la familia cubana, la especialista comentó el hecho de que se incrementa el número de familias pequeñas, aumenta el número de hogares en que ambos cónyuges trabajan, crece además la cifra de parejas que conviven sin formalizar su unión, se experimenta un descenso de la fecundidad y aumenta el número de hijos que nacen fuera del matrimonio.
Como una de las principales problemáticas en el ámbito familiar cubano, la experta mencionó la hiperbolización de la función económica en detrimento de otras funciones esenciales como la educativa. Ello va de la mano con la sobrecarga de las mujeres en las tareas domésticas y de cuidado, y las dificultades en la conciliación de la vida familiar y laboral, así como los desafíos que dibuja la diversificación de la actividad económica productiva de un grupo de familias.

Si existe un elemento que pone en tensión a las familias cubanas hoy son los cuidados, afirmó Mayda Álvarez. Las cubanas tenemos una presencia relevante en todos los espacios públicos y somos la mayoría de los técnicos y profesionales en la economía. Ha aumentado también el número de mujeres solas al frente de los hogares. En ese contexto, el cuidado, la atención y satisfacción de las necesidades de las personas adultas mayores dentro de la familia sigue estando casi exclusivamente a cargo de las mujeres convivientes, entre ellas, adultas mayores que cuidan a otros, reflexionó la experta.

El tiempo y el esfuerzo que dedica la familia al cumplimiento de la función económica, unido a la limitada existencia y desarrollo actual de servicios de apoyo al hogar, lo que sobrecarga considerablemente a las mujeres, repercute negativamente no solo en las dificultades en la conciliación entre vida familiar y trabajo; sino que es uno de los factores que limitan la supervisión y disponibilidad de tiempo de los padres y otros adultos hacia niños y jóvenes.

Sin embargo, numerosos son los factores protectores de las familias cubanas asociados al contexto y las políticas sociales. Este espacio sigue siendo un valor esencial para las personas, no solo como una unidad de convivencia, sino como una red de contención y espacio primordial del tejido social, explicó Mayda Álvarez.
«Cuando vayamos a discutir el nuevo código es primordial saber de qué familias estamos hablando, ser conscientes de su heterogeneidad y no perder de vista que esta ley deberá parecerse y responder a su tiempo», concluyó la investigadora.

Tipos de hogares

Unipersonales

Formados por una sola persona.

Nucleares

Formados por alguna de las combinaciones siguientes:
Biparental sin hijos: ambos cónyuges sin hijos.
Biparental con hijos: ambos cónyuges y sus hijos.
Monoparentales: el padre o la madre con sus hijos.

Extendidos

Formados por uno o ambos cónyuges, los hijos si los hubiera, y otros familiares del jefe de hogar hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad. En un hogar extendido pueden corresidir una o más familias nucleares o ninguna.

Compuestos

Formados por cualquiera de los tipos anteriores más algunas personas que no tienen relación de parentesco con el jefe de hogar. En un hogar compuesto pueden corresidir una o más familias nucleares o ninguna.

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Un tipo ahí dijo:

21

14 de mayo de 2019

18:06:33


Hablamos de leyes para todas las familias, sean de uno u otro tipo. Las personas que tienen menores bajo su guarda y cuidado deben tener idénticos derechos y obligaciones hacia esos menores. Un niño con dos padres gays o dos madres lesbianas puede ser mucho más feliz que uno de padres heterosexual que lo malatiendan, abusen física o emocionalmente de este menor. La diversidad familiar, reconocida en la Constitución, debe traducirse en un mayor trabajo en las escuelas para que las generaciones futuras reconozcan que la otredad, la diferencia no equivale al rechazo porque frente al "raro" como diría Piñera, todos debemos reconocer rarezas de nuestra parte. O, dicho por Buena Fe: todo el mundo cuenta.

vircolin dijo:

22

15 de mayo de 2019

12:26:37


Bueno y por que no se incluye en el nuevo código de familia la posibilidad del matrimonio múltiple, o sea eliminar la bigamia como un crimen, yo conozco muchas personas que aplauden esta posibilidad y ellos también merecen el derecho de vivir como quieran.

lujan dijo:

23

15 de mayo de 2019

13:21:05


Ahora resulta que ser heterosexual es malo y es sinonimo de homofobico. Nadie tiene derecho a cambiar nada sin consentimiento de las mayorias, basta de hablar y llevemos a votacion lo del codigo de familia. Mi voto es por la familia cubana tradicional, esa donde nacio y crecio Maceo, Marti, Fide, Celia , el Che, Camilo...

alejandro pérez torres dijo:

24

15 de mayo de 2019

14:54:21


Como bien dice el artículo el nuevo código de las familias debe recoger todos los deberes y derechos de estas familias. Un código de las familias que responda a la nueva carta magna recientemente aprobada. También considero que sobretodo las escuelas como pricipales formadoras del ser humano, tiene que jugar un papel fundamental en esto. Todos los educadores deben formar parte de este proceso, pues ellos son los indicados para explicar desde las aulas en qué consiste este proceso, su importacia y trascendencia. Vale la aclaración como educador que soy, profesores que estén bien preparados, que no sean homofóbicos, como algunos que trabajan conmigo, y sobretodo que sepan poner razón ante cualquier prejuicio que se pudiera tener.

Miry Respondió:


21 de mayo de 2019

13:18:09

Creo que teniendo en cuenta la edad de los menores, no estoy de acuerdo que en las escuelas primarias se aborde el tema.

Artemiseños dijo:

25

16 de mayo de 2019

12:41:23


Un tema importante y preocupación de mucha gente de bien es que, nadie pueda ser abandonado a su suerte por su familia, cargándole con ello una pesada cruz al estado. Que existan severas penas para aquellos padres que por no preocuparse por el destino de sus hijos, no saben que sus infantes se exponen a peligros que su inmadurez no les permite asimilar. Se de una negligente madre que a 6 horas de faltar su pequeño niño de la casa un domingo, no podía asegurar donde es que estaba, simple y llanamente porque, como dijo: “yo estaba haciendo tareas domésticas, o esos diablillos me tienen aburrida”. No puede haber viejecitos sentados en un parque, perdidos, hambrientos y en lamentables condiciones higiénicas, si los responsables de su cuidado están desvinculados de su suerte, o como investigamos en un caso reciente, prácticamente lo expulsaron sus queridos hijos porque molestaba en la casa. El nuevo código de familia debe gravar severas y ejemplarizantes sanciones para esos abusadores y negligentes. La familia debe ser el puntal fundamental y decisorio en la formación de nuestros niños, es de ella la preocupación de su educación, cultura, alimentación y protección. Al estado no se le pueden colgar todas esas obligaciones de hacer y proceder. En realidad, de cara al surgimiento de un nuevo Código de Familia, hay muchísimos temas más cardinales e importantes que los discutidos a propósito de preferencias y orientaciones sexuales. Quisiera que se abordaran en La Mesa Redonda tópicos más importantes y decisorios que esos. La revolución por la que murieron miles de cubanos se hiso para que en Cuba no existieran ancianos abandonados a su suerte por individuos de actitudes negligentes y subhumanas, para que nuestras madres y padres asumieran con responsabilidad la crianza de sus hijos sin dejarle al estado preocupaciones y tareas que solo a la familia en casa le competen. De los derechos de las familias cubanas hablemos , pero jamás olvidar los deberes , cosa que siempre se omite o no se aborda con la sobriedad que amerita.

Miry Respondió:


21 de mayo de 2019

13:25:09

Artemiseño, estoy de acuerdo contigo pero que existan claúsula donde se miren todas las aristas, tengo 34 años y un padre que nunca se ha ocupado de mí y vería injusto que al cabo de 30 años, cuando él tenga 80 años y yo 64, la ley severamente arremeta contra mí por no ocuparme de él.