Los paratletas colombianos Mauricio Valencia y Diego Meneses comparten la misma pasión por el deporte, y la vida los ha llevado fuera del estadio a tener una gran amistad, fomentada desde hace varios años, pero puertas adentro son dos rivales competitivos en el lanzamiento de la jabalina categoría f34.
Cinco años atrás en Río-2016, Valencia ganó el oro en esta especialidad mientras Meneses se quedó fuera de las medallas y se conformó con aplaudir la victoria de su amigo.
Ambos paratletas son del Valle del Cauca, y en Tokio regalaron otra intensa batalla. La disputa fue por la medalla de plata, pues el oro le pertenecía, desde el primer disparo, al iraní Saeid Afrooz (40,05 metros). Meneses llegó hasta el sexto intento con el segundo lugar en el bolsillo, pero su amigo Valencia le arrebató esa presea en la última posibilidad.
Al llegar al área de lanzamiento, Valencia, sentado en su silla de ruedas, ajustó las amarras sobre las piernas, tomó la jabalina y miró a su amigo y asintió con la cabeza. Había complicidad, pero también nerviosismo y tensión. El implemento voló entre la lluvia presente en el estadio y cayó a una distancia de 37,84 metros, para asegurarle la presea plateada.
Meneses, sin amilanarse, tenía la última carta en la fuerza de su brazo y mandó la jabalina lo más lejos que pudo hasta conseguir el mejor registro personal en su trayectoria deportiva (37,11), pero fue insuficiente para desplazar a su amigo nuevamente al tercer puesto.
La prueba finalizó y los dos deportistas del Valle del Cauca se abrazaron con fuerza y permanecieron así, como si estuvieran sosteniéndose en la calidez del cariño genuino, porque después de todo, de eso se trata la amistad.
Wilfredo Jesús Blanco. dijo:
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3 de septiembre de 2021
11:26:30
Bravoooo amigo!! Felicidades!!