Con sus 51 años a cuestas, Jesús Ángel García Bragado, quien compite en las olimpiadas por el equipo de España en la especialidad de marcha, bien pudiera ser considerado como el abuelo de los juegos, al acumular ocho participaciones olímpicas, una más que la velocista jamaicana Merlene Ottey, que compitió en siete.
Con la jovialidad que le caracteriza, el simpático marchista español ha dicho que será difícil que obtenga un puesto de honor, pero que lo más importante es competir, y no tanto las medallas.
Operado de la cadera en varias ocasiones, Bragado, quien resultó campeón en Stuttgart 1993 y subcampeón del mundo en Atenas 1997, Edmonton 2001 y Berlín 2009), además de subcampeón de Europa en 2006, ha debido adecuar su trabajo al paso del tiempo para poder continuar en una prueba como los 50 kilómetros, de gran dureza y desgaste físico. Al respecto ha dicho: «Soy difícil de roer. Bicho malo nunca muere».
Su mejor resultado olímpico fue la cuarta plaza de Pekín 2008. En su última gran competición, en el Mundial de Doha 2019, terminó octavo en una prueba que se caracterizó por la dureza climatológica. Casi 30 años después de su debut olímpico en Barcelona, Bragado fija en Tokio el adiós de su carrera competitiva, aunque seguirá ligado al deporte.