Bastaron tres minutos con 22 segundos, para que los sueños olímpicos de la santiaguera Maylín del Toro de avanzar en el organigrama y conseguir una actuación que hiciera vibrar los corazones de once millones de cubanos, se vieran esfumados, de lo cual se encargó la venezolana Anriquelis Barrios, vencedora por Ippon de la cubana.
La judoca, representante de la Mayor de las Antillas en los 63 kilogramos, había ganado en su primera presentación a la siria Muna Dahouk, el equipo de refugiados, para lo cual solo necesitó de 38 segundo, lo que hizo pensar a muchos, por la forma mostrada, en otra posible victoria ante Barrios, a quien Maylín venció en la final de los pasados Juegos Panamericanos de Lima-2019.
Sin embargo, otra fue a realidad sobre el tatami. La falta de iniciativa y de creatividad por parte de la indómita, dieron al traste con el propósito de ganar un pleito que se tornaba asequible para ella.
Con esa derrota, del Toro, quinto puesto en el campeonato del mundo de Bakú, en 2018 y medallista de plata en el Grand Slam de judo de Abu Dabi, se despide de los juegos Olímpicos, dejando el amargo sabor de que, si bien no era una de las favoritas de los entendidos, si podía haber avanzado mucho más en la competencia.