Entre las notas más destacas en la jornada del 27 de julio, sobresalen la derrota de la japonesa Naomy Osaka en el tenis femenino, el oro de la judoca, Clarisse Agbegnenou en los 63 Kg y el primer metal áureo para Bermudas en su historia.

La japonesa Naomi Osaka, quién había sido la encargada de encender el pebetero en la inauguración de Tokio-2020, cayó en la tercera ronda del tenis olímpico femenino ante la checa Marketa Vondrousova, con marcadores de 6-1, 6-4.

El equipo de gimnasia artística que representa al Comité Olímpico Ruso se llevó el oro, con la plata para Estados Unidos y el bronce para Gran Bretaña, en una de las sorpresas de Tokio-2020. La mejor gimnasta del mundo, la estadounidense Simon Biles, tuvo que retirarse de la competencia debido a un ataque de ansiedad, y declaró al concluir el evento, que se sentía en deuda con sus compañeras de equipo.

El equipo japonés de softbol venció a su similar de Estados Unidos por 2-0 en la final por el oro, con lo que las niponas defendieron exitosamente su cetro de de Beijing-2008, pues en Londres-2012 y Rio-2016 no hubo torneo de softbol. El bronce correspondió a Canadá, que derrotó a México 4-3.

El equipo de baloncesto femenino de Estados Unidos venció a su similar de Nigeria, en partido perteneciente a la fase de grupos, con marcador de 81-72, para así extender su impresionante récord de victorias consecutivas en Juegos Olímpicos a 50, una racha que comenzó en la discusión del bronce de Barcelona-1992, con su victoria ente el quinteto cubano.

La atleta de Bermuda Flora Duffy ganó el oro en el triatlón, con lo que la doble campeona mundial se convirtió en la primera medallista dorada en la historia de la nación caribeña, en tanto la británica Georgia Taylor-Brown quedaba en plata y la estadounidense Katie Zaferes se llevaba el bronce.

Liydia Jacoby se convirtió en la primera atleta originaria de Alaska en llegar a lo más alto del podio olímpico, al imponerse en la final de los 100 metros estilo pecho de la natación, imponiéndose a la favorita sudafricana Tatjana Schoenmaker, quien había establecido récord olímpico en las semifinales.

El equipo de Alemania escaló a lo más alto del podio de la competencia ecuestre, en la que se convirtió en la novena victoria consecutiva para los europeos en Juegos Olímpicos, con la plata para Estados Unidos y el bronce para Gran Bretaña.

La leyenda francesa del judo, Clarisse Agbegnenou, venció a la vigente campeona olímpica, la eslovena Tina Trstenjak, en la final de los 63 kilogramos, en lo que fue la redición del combate por el oro en Río-2016.