Los representantes del tenis de mesa cubano concluyeron su participación en Tokio-2020, y a pesar de ser una breve experiencia, para ellos, el solo hecho de ser llamados atletas olímpicos, constituye una tremenda hazaña.
Daniela Fonseca y Moisés Campos no pudieron superar la barrera de los dieciseisavos de final, al caer en sets corridos ante la pareja alemana de Patrick Franziska y Petrissa Solja, en la modalidad de dobles mixtos, con tanteadores de 11-5, 11-7, 11-8 y 11-7.
Los antillanos enfrentaron a un dueto mucho más experimentado, sin embargo, no se dieron nunca por vencidos, y se esforzaron al máximo durante los 26 minutos de encuentro, disputando cada punto con máxima intensidad.