TOKIO.-Desde este viernes ya está aquí el grueso de la delegación cubana que participará en los XXXII Juegos Olímpicos, marcados por la pandemia de la COVID-19, cuya primera imagen al tocar suelo tokiota es la de un enjambre de voluntarios y personal de aseguramiento poniendo en práctica los protocolos acordados, en pos de realizar la fiesta multideportiva mundial con calidad y en un ambiente de seguridad para los competidores y sus anfitriones.
Esa es la causa de que las estancias en los aeropuertos de esta ciudad sea muy dilatada, incluso hasta desesperar a más de uno de los recién llegados. Sin embargo, cada paso en pos de la salud es necesario e imprescindible, en una urbe que lleva dos jornadas seguidas con más de mil confirmados al virus.
Toma de datos, verificaciones de aplicaciones informáticas para recoger vasta información de cada uno que llega, test con muestra de saliva, y luego recogida de dos pruebas de PCR negativas, realizada con 96 y 72 horas antes, están entre los requisitos exigidos por los organizadores, al llegar a la capital japonesa.
Eso también sucede en la Villa Olímpica, la cual fue visitada este viernes por el Presidente del Comité Olímpico Internacional, Tomas Bach, quien, al ver con sus propios ojos el desarrollo de tanto exigente ajetreo, aseguró que «me acabo de convencer que las medidas antivirus se han implantado y funcionan. Vimos que todas las delegaciones siguen las reglas y las apoyan, porque saben que les interesa estar en seguridad».
Bach, según Reuters y recogido por la prensa nipona, afirmó que «el riesgo para los demás residentes de la Villa Olímpica y para los japoneses es cero», y agregó que los deportistas y las delegaciones han realizado más de 8 000 pruebas de la Covid-19, con tres casos positivos como resultado».
El optimismo del directivo del máximo organismo rector del deporte en el mundo se sustenta en que Japón y, precisamente, Cuba muestran los mejores índices de manejo de la pandemia. No obstante, el optimismo del titular del COI, Tokio decretó este lunes un segundo estado de emergencia, y en las dos últimas fechas, en la anfitriona de los Juegos, se registraron más de mil contagios.
En un encuentro de Bach con la gobernadora de la urbe, Yuriko Koike, quien acompañó a Bach en su periplo por la Villa, esta dijo que «el mayor aumento de casos graves y hospitalizaciones se produjo entre personas de unos 50 años o menores», que en su mayoría no están vacunados, y se mostró preocupada por los impactos en el sistema de Salud, que derivan de la variante Delta del virus.
A la comitiva cubana le tomó más de cinco horas las verificaciones, y también a un grupo de deportistas canadienses, que llegó el mismo día viernes que la embajada de la Mayor de las Antillas. Pero vale más un minuto más que caer presa del letal patógeno en segundos, y sin saber cómo.
«Cuando uno ve todos estos procederes siente orgullo por lo que ha hecho y hace nuestro país, que, ni por mucho, tiene el desarrollo de Japón. El mismo hecho de que lleguemos todos aquí vacunados es ya una medalla de oro para el deporte cubano, y lo hicimos con nuestros propios esfuerzos, el de nuestros científicos, en primer lugar. A nosotros nos toca entonces cuidarnos, para ser consecuentes con ellos y no propagar este “bichito” que, como otros que son de carne y hueso, y se trasnochan con vaya usted a saber qué, quieren meterse con mi gente de Cuba. Vinimos a ganar y a cuidarnos, como dijo el Presidente: la orden de batalla está dada».
El resto de los atletas cubanos irá llegando a esta ciudad por grupos, y más cercanos al día o los días de sus competencias, mientras se mantienen en bases de entrenamiento para pulir detalles, en pos de hacer realidad esas palabras de Julio César la Cruz.