Si la covid-19 no llega a frustrar los Juegos Olímpicos de Tokio, ¿Japón hubiera registrado en su capital la mejor actuación histórica en el medallero? Nadie lo sabe, pero como ante la pandemia, bajo los cinco aros también la casa es más segura y brinda fortaleza.
De las 29 versiones celebradas hasta hoy, solo en cinco: Londres-1948, México-1968, Montreal-1976, Atenas-2004 y Río de Janeiro-2016, los anfitriones de esas ciudades no han terminado entre los diez primeros. El poder de la urbe organizadora es tanto, que sus delegaciones, en 20 de los 29 Juegos, terminaron del uno al cinco.
Grecia solo ha pasado de cinco coronas de laureles cuando ha sido sede, diez en la primera edición, en 1896, y seis cuando volvió a hospedar la cita, en 2004. Francia, con presencia en las 29 justas realizadas, seis veces logró diez o más lauros dorados, y en dos de esas ocasiones fue anfitriona en París. En 1900 resultó primer lugar, con 23 premios áureos, su máxima cosecha, y en 1924, al regresar a esa urbe, terminó tercera con 13.
Estados Unidos albergó la magna reunión, en San Luis-1904, Los Ángeles (1932 y 1984), y Atlanta-1996. Aunque siempre ha ocupado una de las tres primeras plazas, incluyendo 17 cimas, las de 1904 y 1984 son las más encumbradas, con fojas de 79 y 83 metales de oro, respectivamente
Gran Bretaña ha celebrado la fiesta en tres oportunidades, todas en Londres. Dos de ellas son sus mejores actuaciones. En 1908 conquistó 56 triunfos, para liderear la tabla, y en 2012 concluyó tercera, con 29. En 1948, salió con la duodécima plaza.
Suecia también tuvo su mejor botín en Estocolmo, en 1912, al lograr 24 trofeos de ganador y anclar en el segundo escaño. Después solo cinco veces ha estado en el quinteto de vanguardia. Similar le ocurrió a Bélgica, anfitriona en Amberes: tras las 14 doradas de entonces, no ha rebasado más los cuatro títulos.
En cambio, las comitivas holandesas no tienen a Ámsterdam-1928 como su mejor página, pues en Sydney dos nadadores, Inge de Brujin y Pieter van den Hoogenband, capturaron en la piscina tres premios ella y dos él. En tanto, la ciclista Leontien Zijlaard, pedaleó para tres doradas, sumando ocho de las 12 de Holanda allí, en lo que califica como su más brillante presentación.
Alemania, aunque logró igual balance de 33 pergaminos dorados en Barcelona-1992 que en Berlín-1936, la de su capital fue su hoja de resultados más cargada. Es la única vez que ha pasado de 85 medallas en total, además de que solo en esas dos apariciones ha podido ir más allá de los 30 triunfos.
Tampoco Finlandia tiene a los Juegos de Helsinki-1952 como su más elevada cumbre. Antes, en Amberes-1920 y en París-1924, había recogido cosechas de 15 y 14 de oro, respectivamente, con ese fenómeno del atletismo mundial que fue Paavo Nurmi, ganador de 12 medallas en Juegos Olímpicos, nueve de ellas de oro. Hasta las seis victorias de 1952, no ha podido llegar jamás. Australia es otra de las naciones que como sede no han logrado su punto más alto, aunque la de Melbourne-1956 y la de Sydney-2000
clasifican como su tercer y segundo acumulados de éxitos. Fue la de Atenas-2004, con 17 áureas, su mayor fortuna.
Japón, que es el lugar 11 en el medallero histórico desde 1896, tiene en Tokio-1964 su cota más empinada, con 16 de oro, ha finalizado entre los diez primeros en 11 de estas lides, y en tres de ellas en la terna delantera. Ahora, aunque tendría que esperar al próximo verano, tres estudios de pronósticos lo dan en el quinteto puntero: olympicmedalpredictions y docudeporte.es lo sitúan en el quinto escaño, con 18 coronas; mientras gracenote.com/virtual-medal-table/, lo ubica cuarto con 30 victorias. Cualquiera de las tres predicciones sería su mejor palmarés.