
Tres de cada cinco personas en todo el mundo pierden su vida al padecer alguna de las cuatro principales enfermedades crónicas no transmisibles que ocupan las agendas de salud: cardiovasculares, el cáncer, las pulmonares crónicas y la diabetes; padecimientos que además causan graves daños socioeconómicos en todos los países, en particular en las naciones en desarrollo.
Así apuntó a Granma el doctor José Fernández Montequín, a quien la Asociación Latinoamericana de Cirugía Vascular y Angiología le confiriera en el recién concluido congreso ALCVA-Angiocaribe 2016, el título de Maestro de la Medicina Vascular Latinoamericana; y con quien nos concentramos en conversar sobre la diabetes, un importante problema de salud en nuestro contexto.
«Cuba tiene un millón de personas con diabetes registradas, sin mencionar las que pueden serlo y no lo saben, por lo cual no han sido dispensarizados como tales. Esta es una entidad que causa una alta tasa de amputaciones en las extremidades; eventos que se han reducido luego del advenimiento del Heberprot P, medicamento cubano de alta significación terapéutica», dijo el experto.
No obstante, alertó, la forma más efectivade evitar las complicaciones neuropáticas y circulatorias que esta población puede sufrir sigue siendo la prevención, «palabra de orden ante todas las enfermedades crónicas no transmisibles. Y lograr prevenir la aparición de úlceras de las extremidades en la población diabética es un reto constante para los profesionales de la salud en nuestro medio», señaló el especialista.
De acuerdo con el entrevistado, las úlceras de las extremidades inferiores pueden ocurrir en el 15-35% de la población diabética en algún momento de su vida. Un simple análisis nos muestra cómo estas complicaciones pueden repercutir negativamente, no solo sobre el paciente, sus familiares, la comunidad, sino también sobre el sistema de salud cubano.
Por ejemplo, en países desarrollados como Estados Unidos, del presupuesto total dedicado al programa de Diabetes—que en los años reportados hasta la fecha ha alcanzado los billones de dólares— un 33% del mismo, aproximadamente, es dedicado al tema de las Úlceras por Pie Diabético, explicó.
Para el doctor Montequín, en Cuba, salvando las distancias y a partir de la necesidad propia de un país que trata de controlar y elevar su economía a planos sostenibles, se hace necesario, cada día más, disminuir los gastos en el sector de la salud que podamos invocar, sin afectar a nuestros pacientes. «Y esto podemos lograrlo con la prevención».
«Mucho se ha escrito sobre este tema en relación a cómo evitar la aparición de las úlceras del pie del diabético, con consejos prácticos y orientaciones a los pacientes que han marcado pautas en todas las publicaciones, revisiones y aspectos terapéuticos que se orientan a nuestros enfermos: control de la diabetes, controles dietéticos, vistas médicas, entre otras. Los llamados cuidados del pie diabético han trascendido continuamente como parte de la indicación a la persona que padece diabetes, y que asiste a una consulta médica. Cómo bañarse, qué calzado usar, qué aplicarse en los pies, cómo hacerse la atención podológica especializada, brindándoles inclusive consultas con especialistas de diferentes niveles, desde la atención primaria, mediante el control del médico y enfermera de familia, son algunos de los aspectos esenciales», mencionó el doctor Montequín.
Pero, insistió, aún no se logra dar una respuesta en su totalidad efectiva, para dar solución a las complicaciones diversas de estos pacientes, lo cual refuerza la premisa de que se hace necesario avanzar en cuanto a prevenir las lesiones ulcerosas, abscedadas, o a consecuencia de la circulación dañada en las extremidades, procurando, en primer lugar, evitar y/o eliminar las complicaciones señaladas, y en segundo lugar aportando ideas que aumenten los llamados cuidados de los pies.
«Hoy día, todo paciente diabético con pie de riesgo, que ocupa una tasa de más del 50% de esta población, precisa de adelantos preventivos locales a nivel de los pies como puede ser los llamados productos de uso ortopédico, podológico y medicinal. Nos referimos a productos que sirvan para cuidar el pie y reducir el impacto plantar, y aquellos que protejan las evoluciones de las cicatrices, rehabilitando las mismas, y protegiendo al pie de aparición de úlceras. Citemos aquí los anillos de gel, los separadores de doble T o universales, las almohadillas plantares, y protectores de juanetes, o las llamadas medias para diabéticos revestidas en el interior con gel polímero», ejemplificó.
El especialista destacó que muchas otras variedades de protección son necesarias para las diferentes manifestaciones clínicas que puede tener el pie de riesgo del paciente diabético. No son productos de alto costo, y que a la vez sí pueden protegernos de provocar la aparición de altos costos, cuando un paciente se complica de una úlcera por pie diabético, lo cual lo puede llevar incluso a la discapacidad, con la sabida repercusión que ello tiene desde el punto de vista psicológico, social y familiar.
Sería este un paso necesario a dar en el amplio y beneficioso Programade Prevención, que a nivel de comunidad puede brindarse a esta población en riesgo. Vale la pena pensar en ello, por una mejor calidad de vida para estos pacientes y para el bienestar de todos.









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Gelsy dijo:
1
7 de noviembre de 2016
09:55:13
CUBAVA Respondió:
7 de noviembre de 2016
13:25:51
Orestes Mieres Respondió:
15 de noviembre de 2016
21:47:06
Gualterio Nunez Estrada dijo:
2
7 de noviembre de 2016
10:53:27
Gualterio Nunez Estrada dijo:
3
7 de noviembre de 2016
11:21:49
Fernando dijo:
4
7 de noviembre de 2016
14:04:25
Jose M Rodriguez.C dijo:
5
7 de noviembre de 2016
20:22:51
Lázaro dijo:
6
8 de noviembre de 2016
15:38:32
Orestes Mieres Respondió:
15 de noviembre de 2016
22:12:21
maria a. dijo:
7
16 de noviembre de 2016
09:45:24
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