Para un pelotero, el primer día de la temporada es como el de un escolar en la apertura de su curso o el del actor en el estreno de una puesta en escena. Las expectativas se disparan ante la sensación de enfrentarse a lo nuevo. En ese instante, todas sus aspiraciones se someten a una especie de juicio personal y público. ¿Se parecerá la 60 Serie Nacional a su fecha inaugural?
Uno de los que quisiera tener la misma dicha del debut es el pinareño Esteban Terry, quien logró lo que pocos novatos alcanzan: en su juego inicial en estas lides se vistió de jonronero, aunque con eso no pudo ayudar a su equipo, derrotado por los Cachorros de Holguín por 7-1, gracias a una magistral actuación del abridor Carlos Santisteban, quien por segundo año gana en el prólogo de la justa, pues en la pasada edición pintó de blanco a Sancti Spíritus.
Santiesteban protagonizó una de las curiosidades del amanecer de este calendario: solo tres de sus compañeros tuvieron más lances a la defensa que él, al fildear todo lo que pasó por la lomita, entre ellas dos soberbias líneas y otro par de roletazos. Ese duelo entre vegueros y holguineros, aunque no poseemos un referente al respecto, pudiera clasificar como el más rápido en una jornada de arranque de campeonato, pues finalizó en una hora y 59 minutos, a pesar de las ocho carreras, lo que habla de un buen control del tiempo por los árbitros, uno de los cuales, el que condujo detrás de home, Fernando Zamora, se hizo ese regalo en el día de su cumpleaños.
En la porfía que abrió oficialmente la campaña entre el actual campeón defensor, Matanzas, y el subcampeón, Camagüey, se grabaron otros hitos. Según Carlos del Pino, desde la 37 versión de las justas beisboleras cubanas, cuando Pinar del Río anotó 12 carreras, ningún equipo había llegado a esa cifra el día uno, pero los Toros de la Llanura les pisaron 15 veces el home a los Cocodrilos; los agramontinos, además, pegaron 18 jits, por encima de los 17 de Santiago de Cuba en una apertura, desde aquella lid.
Llamó la atención en el despertar beisbolero nacional de 2020 que un partido, el de Ciego de Ávila y Villa Clara, se haya sellado, a causa de la lluvia, justo en el cierre del quinto episodio, con dos outs y el bateador villaclareño Magdiel López en cuenta de 3-2, a un strike de que el choque, en el que iban delante los Tigres, fuera válido. De interés, por lo que puede augurar, es la cantidad de jonrones en el programa inicial, 14 en seis encuentros, pues al sellado se unió la suspensión de Cienfuegos-Sancti Spíritus. Al parecer, la pelota china Teamate camina, pero también es difícil de atrapar, porque 14 errores en esos choques es alto para lo que significa la defensa en el béisbol. Tampoco fue bajo el número de boletos en la jornada de comienzo: los lanzadores transfirieron a 46 bateadores, pero poncharon más, 61.
Si la combatividad se expresa como en la primera fecha, tendremos una trepidante temporada. Cuatro de los seis cotejos encontraron decisión en el último tercio (del séptimo al noveno capítulos) y uno de ellos se fue a extrainnings. En esos desafíos, después del acto siete se fabricaron 26 carreras.
Y como estamos en la 60 edición, un vistazo a la historia nos trae la coincidencia de que fueron camagüeyanos los que anotaron la primera carrera, tanto en la temporada inicial, como en la que acaba de comenzar. El 14 de enero de 1962, Miguel Cuevas, entonces cuarto bate de Azucareros, se robó la primera base en series nacionales y pisó el plato impulsado por Rafael Font; el pasado sábado, Humberto Bravo, después de recibir base por bolas, registró en la goma, remolcado por Alexander Ayala.
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