Llega la 60 y estas son las diferencias

Terminó la espera, tendremos a la 60 Serie Nacional desde el próximo 12 de septiembre y, a pesar de la pandemia, creo que el calendario es un regalo para un pueblo que ha luchado tenazmente por la vida.

Por ejemplo, hasta la pasada temporada, los equipos en la ronda clasificatoria participaban en solo 45 partidos, y ocho de ellos se iban a casa con más de 250 peloteros sin jugar hasta el siguiente calendario. Ahora esa etapa tendrá 30 desafíos más, por lo que aumentan las oportunidades de desempeño en nuestro principal torneo, además de dar más posibilidades a la recuperación de un arranque incierto.

Hasta la anterior edición, los equipos consumían la mitad de sus subseries fuera de casa, pero ahora, con el incremento a cinco choques en cada uno de esos cotejos, actuarían en tres de ellos en predios de sus rivales y los recibirían en los otros dos. En la campaña 61, los que sean anfitriones tres veces en la 60, en la siguiente lo serán solo en dos.

Una de las más notables diferencias que aportará la 60 Serie Nacional, respecto a las versiones anteriores, es la del regreso de los play off de cuartos de finales, con lo cual se incrementan estos duelos de alta demanda, muy bien acogidos por la afición. Es decir, tendríamos a los ocho primeros de la fase inicial enrolados en pos del título.

Es cierto, como apuntábamos en este mismo espacio, que ese último escaño podría ser el campeón, como ha ocurrido en varios certámenes beisboleros en disímiles geografías. Granma logró un título viniendo de las series de comodines, y en la pasada contienda de la encumbrada mlb- que aún no tiene para cuándo empezar su lid, impactada por la pandemia y por los desacuerdos en cuanto a calendario y salario- los Nacionales de Washington agarraron el último tren y llegaron antes que nadie a la estación de lujo, para titularse por primera vez en la historia de esa pelota.

Algo que puede actuar como atenuante es que en cuartos de finales no habrá refuerzos, por lo cual los conjuntos que liderearon la serie, expondrán su condición con y ante los mismos rivales que ya habían superado en la manga regular.

Novedoso es también que quienes vienen a fortalecer, lo harán solo en semifinales, cuando sean cuatro las escuadras en busca del cetro, y el número de ellos también cambia, pues serán cuatro, no más. Esto hará todavía más autóctono el triunfo.

El reto está ahora de parte de los entrenadores y de los colectivos de dirección. Aquellos que sean capaces de ajustar mejor su maquinaria en solo seis semanas y de diseñar bien la preparación durante la temporada, tendrán las mejores posibilidades de éxitos. Los calendarios largos, y este de 75 encuentros lo es, demandan ajustes en medio de la competencia. Hoy en día, es dentro de la campaña donde se van adquiriendo las cualidades físicas que permitan responder a los momentos más cruciales de cada choque.

Esta será una Serie Nacional muy importante, porque de ella, de la calidad con que se juegue, dependerá la defensa que Cuba haga en los terrenos internacionales en aras de conseguir el ansiado boleto olímpico a los Juegos de Tokio.

La contienda comenzará el próximo 12 de septiembre, fecha para homenajear y al propio tiempo motivar, a los más bisoños en el ejemplo de los grandes. Un día como ese, de 2012, se despidió físicamente uno de los grandes lanzadores cubanos, el avileño Omar Carrero, quien actuó en 17 Series Nacionales con excelente promedio de carreras limpias de 1,07 y 149 victorias, de ellas 49 por la vía de los nueve ceros.