Mientras aún se escuchan los ecos sobre los 34 jóvenes jugadores que la Federación Cubana (FCB) puso a consideración de la MLB, en virtud del contrato entre ambas entidades, el béisbol continúa en el espectro noticioso.
Del comentado listado, Omar Castellanos nos pregunta qué significa liberados. Según lo acordado en diciembre pasado, esa categoría permite que sean contratados por cualquiera de las 30 organizaciones ligamayoristas a partir del próximo 2 de julio. A Omar le preocupa que a ese ritmo «nos quedaríamos sin jugadores de calidad para las Series Nacionales».
Desde el acuerdo mlb-fcb y más recientemente el memorando con las Ligas Pequeñas de Estados Unidos, incluso antes, cuando comenzaron en Japón a brillar algunas de las estrellas cubanas o con la participación en otros certámenes, como la Liga Canam o la italiana, por solo citar dos, las autoridades beisboleras tienen un reto mayor: el de replantearse el calendario competitivo, y no solo el de la élite, sino el de todas las categorías desde los estamentos de base, municipio y provincia, para que esas instancias sean canteras inagotables. Un buen sistema de participación en esos escalones impediría quedarnos sin talentos.
Otras interrogantes de la afición pasan por el criterio de selección de esos 34 nombres y a qué nivel podrían aspirar hoy esos liberados en un béisbol como el de Estados Unidos. Creo que la pauta para discernir por los escogidos, más allá de la calidad o los avales, aunque no se descarta la perspectiva de desarrollo, pasó por una mirada de amplitud. Esa podría ser la razón por la cual encontramos a 19 con menos de 20 años, a cinco que no aparecen aún en las estadísticas de las Series Nacionales o que cuatro se desempeñen ya en Japón. Estos últimos deben ser los más visibles a las pupilas de los equipos de Grandes Ligas.
¿En qué nivel jugarían? Esa respuesta, si se llegara a materializar un contrato, la tienen las franquicias que se hagan con el jugador o los jugadores. A propósito de los estratos en la estructura de la pelota estadounidense, la pasada semana la agencia ap detalló en un despacho que los jugadores de las ligas menores en ese país están luchando por sobrevivir. La fuente afirma que «las Grandes Ligas generan miles de millones de dólares cada temporada, pero muchos jugadores en las menores duermen en colchones en el piso, no tienen dinero para comer…».
Los jugadores de ese nivel, en sus escalafones inferiores, ganan unos 1 100 dólares al mes y están entre 50 y 70 horas en el terreno cada semana. «Una demanda que le exigía a la mlb pagar horas extra y un salario mínimo quedó frustrada cuando el Congreso aprobó el año pasado una ley que exentó a las menores de las protecciones laborales sobre salario mínimo», informó AP.
Mucho más agradable es la noticia que llega del 76 campeonato panameño de béisbol. Hoy pudiera darse allí un duelo cubano en el inicio de las semifinales, si como se prevé, Lázaro Blanco y Freddy Asiel Álvarez suben a las lomitas de Chiriquí y a la del campeón de la Serie del Caribe, Toros de Herrera, respectivamente.
Y sobre la Serie del Caribe, El Vocero, de Puerto Rico, sede de la próxima versión, informa que ya son realidades: la fecha (1-7 de febrero de 2020) y la invitación a Panamá para que luche por su reciente y merecido título. ¿La novedad? A pesar de ser nuevamente seis equipos, regresa el formato de todos contra todos.
Último swing para la liga japonesa. El matancero Yurisbel Gracial es el de mayor average entre los latinos de la división del Pacífico, con 333 y 414 de obp, 500 de slugging y ops de 914. Alfredo Despaigne (ad54), compila 167, y pegó este domingo su primer jonrón para llegar a cinco empujadas, y al lanzador Liván Moinelo no le han anotado en cuatro y un tercio.
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leo transtunas dijo:
1
8 de abril de 2019
06:08:43
Luis dijo:
2
9 de abril de 2019
12:57:02
Nancy Garcia dijo:
3
13 de abril de 2019
19:31:50
Julian dijo:
4
30 de abril de 2019
15:19:04
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