Final del noveno inning. Juego empatado. El equipo llena las almohadillas sin outs. No se puede jugar para doble play, y un elevado a los jardines dejaría al campo al visitador. Es una situación tensa donde lo mejor que le puede pasar al conjunto a la defensa es que el lanzador consiga un ponche.
Argumentos sobran a favor y en contra de los serpentineros con la habilidad de sacar numerosos outs por la vía de los tres strikes. Para algunos, los tiradores con altos promedios de ponchados utilizan demasiados lanzamientos, en ocasiones permiten muchos cuadrangulares y no gozan de buen control. Para otros es todo lo contrario: la cantidad de envíos es similar a los demás, tienen el mismo control que el resto y, sobre todo, son capaces de salir de situaciones complejas con la potencia de su brazo.
¿Cuál de las dos opiniones es la que más se acerca a la verdad? Difícil saberlo de primera mano. Para tratar de conocer cuál es la correcta, lo mejor es investigar. Buscar los diez máximos ponchadores tanto en Cuba como en el béisbol de Grandes Ligas, revisar la diferencia entre estrucados y boletos y, de paso, echarle un vistazo al whip, la estadística que busca determinar cuántos hombres embasa el pitcher por entrada, reveladora de eficiencia y control al mismo tiempo.
Vamos a revisar las tablas estadísticas.
ROGELIO, LAZO, VINENT, VALDÉS
El hombre del tenedor casi imbateable, el Ciclón de Ovas, Rogelio García, es el único lanzador cubano con 2 500 ponches o más. Siempre gozó de buen control, propinando 2,31 estrucados por cada boleto, un buen promedio sin duda. Su whip de 1,16 es el segundo de la lista, atributos que le permiten ser uno de los pocos con más de 200 victorias, además de solo permitir 94 cuadrangulares en 16 años de labor y un bajo promedio de slugging de los contrarios de 276.
Si Pedro Luis Lazo, el Rascacielos pinareño, se convirtió con el decursar de los años y 20 temporadas en el máximo ganador de juegos en nuestras Series Nacionales, fue debido, sin duda, a la extraordinaria potencia de su brazo… y a su control.
Lazo, quien nunca se quejó de dolores, regaló menos de mil bases por bolas a pesar de haber trabajado en más de 3 000 entradas, y su diferencia entre ponches y boletos es la mayor de todas, junto a un excelente whip, que dicen a las claras de su calidad y su consistencia, todo lo cual le permitió una larga permanencia en la selección nacional, 15 años en total. Ponchador y controlado, así pudiera definirse como lanzador.
Cuando comenzó su carrera deportiva algunos le auguraron un gran futuro… y otros dijeron que era un «tirapiedras». Tiraba duro, pero no tenía control. El tiempo pasó y 20 años después Braudilio Vinent Serrano es considerado uno de los mejores –sino el mejor–, de cuantos monticulistas han desfilado por el box en los 58 años de historia de la Serie Nacional.
Según confesó una vez, Vinent fue ayudado en sus primeros años por una gloria de Cuba, el estelar Conrado Marrero, quien trabajó para mejorar su control y enseñarle a tirar la que sería su principal arma, la slider.
Gracias a Marrero, el Meteoro de La Maya es uno de los que acumula menos de mil transferencias, con promedio de 2,16 ponches por base, sus rivales solo le batearon 220 y su whip de 1,13 es el mejor de todos, por lo que dice cuánto avanzó en su control el «tirapiedras» de los inicios. Es miembro del Salón de la Fama del Béisbol Cubano desde noviembre del 2014, un firmamento al cual pertenece por derecho propio.
Siempre he oído decir que los zurdos tienden a ser descontrolados. Bueno, no todos los zurdos. Este estelar serpentinero nacido hace 57 años en una tierra de peloteros, Jovellanos, Matanzas, nunca padeció de ese mal. Jorge Luis Valdés Berriel, quien durante toda su labor ponchó siempre al menos el doble de los bateadores que enfrentaba, dependiendo de su amplio repertorio que incluía la bola de nudillos. Si hubiera sido descontrolado no hubiera ganado 30 partidos en eventos internacionales y 234 en Cuba.
RANDY, WALTER, MADDUX
El mejor abridor zurdo de la historia. Esa fue la opinión de cientos de especialistas estadounidenses cuando Randy Johnson le dijo adiós al diamante. Le costó tiempo y esfuerzo ser considerado de esa manera, pues el pelotero más alto de todos los tiempos (2,08 metros de estatura) no tenía control sobre sus disparos de 98-100 millas cuando era un colegial.
Estuvo de suerte cuando en una ocasión se encontró con el rey de los ponchadores, Nolan Ryan, quien le sugirió que hiciera algunos ajustes en su mecánica de pitcheo y aprovechara al máximo su estatura para tirar lo más cerca posible del plato. Johnson tomó las sugerencias en serio y a partir de ese momento su control mejoró considerablemente, al extremo de ser el de mayor diferencia entre ponches y bases (3 378 estrucados más) a pesar de su condición de zurdo.
Si Randy Johnson es considerado el mejor zurdo, ¿qué decir entonces del derecho Walter Johnson? Como siempre, en cada ocasión que tratamos el tema del pitcheo en esta sección Temas beisboleros su nombre aparece. Famoso por su terrorífica velocidad, su control también era llamativo, pues de otra manera no hubiera podido completar 531 de los 666 juegos que abrió en su estelar carrera. Y su minúsculo promedio de whip, de 1,06, significa que si resultaba muy difícil batearle de jit, igualmente lo era llegarle a primera por la vía de la base por bolas.
Quizá, no haya un sobrenombre mejor escogido para una persona que el de «El Profesor» para Greg Maddux, el derecho nacido en San Angelo, Texas, quien –al decir del sitio web oficial del Salón de la Fama de Cooperstown– «elevó el concepto de la zona de strike y el control a una nueva definición».
Maddux decía que a él no le hacía falta tirar 90 millas… y las tiraba. Acompañaba su bola rápida con curva, slider y el mejor cambio de velocidad en su tiempo. En 1995 regaló solo 20 transferencias en un total de 232,2 innings, mientras dejaba con el madero al hombro a 177. Maddux demuestra que un ponchador de más de 3 000 bateadores puede ser al mismo tiempo capaz de colocar las pelotas en el punto más débil del bateador. En sentido general, tanto en nuestro béisbol como en el de las Grandes Ligas, los serpentineros de poder, los que cuentan con una alta velocidad, pueden ser también muy controlados, con diferencias notables entre estrucados y boletos y con un whip entre los más bajos.
SERIE NACIONAL
Nombre K BB DIF WHIP
Rogelio García 2509 1084 1425 1,16
Pedro Luis Lazo 2436 946 1490 1,21
Faustino Corrales 2360 1198 1162 1,31
Carlos Yanes 2151 1330 820 1,46
Braudilio Vinent 2146 993 1153 1,13
Jorge Luis Valdés 1982 1024 958 1,28
Yovani Aragón 1926 838 1088 1,30
Ciro Silvino Licea 1887 726 1161 1,33
Adiel Palma 1818 1012 806 1,46
Jonder Martínez 1780 633 1147 1,35
GRANDES LIGAS
Nombre K BB DIF WHIP
Nolan Ryan 5714 2795 2919 1,25
Randy Johnson 4875 1497 3378 1,17
Roger Clemens 4672 1580 3092 1,17
Steve Carlton 4136 1833 2303 1,25
Bert Blyeven 3701 1322 2379 1,20
Tom Seaver 3640 1390 2250 1,12
Don Sutton 3574 1343 2231 1,14
Gaylord Perry 3534 1379 2155 1,18
Walter Johnson 3508 1363 2145 1,06
Greg Maddux 3371 999 2372 1,14










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rusbel dijo:
1
12 de octubre de 2018
08:22:09
Anibal García dijo:
2
12 de octubre de 2018
09:38:04
Carrillo dijo:
3
12 de octubre de 2018
09:46:44
Amaya Respondió:
13 de octubre de 2018
15:47:59
ARTURO A. FOYO dijo:
4
12 de octubre de 2018
10:38:00
mil dijo:
5
12 de octubre de 2018
13:47:38
carlos Respondió:
12 de octubre de 2018
16:07:30
ALEXIS PEREZ CARVAJAL dijo:
6
12 de octubre de 2018
15:51:41
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