Esta semana conocimos del golpe de Estado contra el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien por más de una década hizo a su nación avanzar en materia económica, política y social sin nunca aceptar los intereses de la ultraderecha internacional.
Una estrategia comunicacional que preponderó el silenciamiento de la prensa pública y conseguir aliados tan importantes como las fuerzas de la policía y el Ejército bolivianos, logró destrozar la reputación del líder popular indígena que devolvió la dignidad a una nación maltratada por los sucesivos gobiernos derechistas y proimperialistas.
La decisión de Evo de renunciar a su cargo para frenar la violencia en su país fue respalda por numerosas naciones del mundo y especial por países del continente americano como Cuba, México, Venezuela y Nicaragua.
En Cuba se siguió con indignación lo acontecido en Bolivia. También hubo preocupación, pues allí se encuentran colaboradores médicos cubanos en misiones de solidaridad.
Usted puede escuchar nuestro podcast sobre el tema aquí:
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Oscar Suárez dijo:
1
6 de diciembre de 2019
20:48:53
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