ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Instalación Peter Pan Am. Foto: Maité Fernández

En una de sus canciones más icónicas, Jalisco Park, Carlos Varela traza un paralelo entre el derruido parque de su infancia y su vida, entrelazada de forma indisoluble con la historia de Cuba. En una de sus estrofas, dice: «A la montaña rusa la quisieron descarrilar con todas las calumnias de la patria potestad. Y luego a mi amiguito el padre se lo llevó a montar el barquito y nunca regresó».

Eran los primeros años de la Revolución y la propaganda anticomunista estaba en su máximo apogeo. Se decía que los soviéticos disolvían familias, separaban hijos de padres, que el Estado todopoderoso se dedicaba a hurtar infantes de sus hogares y adoctrinarlos como robóticos siervos. Los más apocalípticos rumores incluso hablaban de canibalismo: los comunistas se comían a los bebés o exportaban su carne enlatada.

Así, la «montaña rusa», la Unión Soviética, la influencia del comunismo en Cuba, se iba convirtiendo en la mente de algunos crédulos en una sombra que se cernía sobre sus casas, sobre su intimidad, sobre sus vástagos. Había que huir de aquel monstruo, con infinitos e inconmensurables tentáculos, a como diera lugar. Fue entonces que comenzó la Operación Peter Pan.

Valiéndose de la «calumnia de la patria potestad», que no era más que una burda mentira sobre una supuesta normativa que el gobierno revolucionario cubano aprobaría en un futuro no muy lejano para «expropiar» a los hijos de sus padres, oficiales de los servicios especiales estadounidenses, títeres de la reacción y algunas autoridades eclesiásticas conspiraron para convencer a varias familias de enviar a sus más pequeños a Estados Unidos.

Muchos «amiguitos» se despidieron de Cuba y por muchos años no regresaron. Algunos nunca lo hicieron. Los «niños perdidos» no fueron a dar a Nunca Jamás, la isla fantástica llena de indios y piratas, sino a lugares donde muchas veces fueron violentados, abusados de mil y una formas, lugares donde sufrieron traumas para toda la vida. Sus padres, blancos de la propaganda anticubana y anticomunista, estaban convencidos de que les habían hecho un gran favor.

Lo tristemente irónico de esta historia, tan real como desconsoladora, es que, tratando de proteger sus «derechos paternos», esas personas renunciaron a ver crecer a sus hijos. Los niños se hicieron adolescentes, jóvenes, incluso adultos, sin poder ver de nuevo a su «familia original». Y, para ese entonces, muchas veces las cicatrices eran tan profundas que ya nunca existiría entre ellos el mismo afecto.

Cuando se lee o se conoce sobre esta etapa de la historia patria, muchas veces el desconcierto prima por sobre cualquier otra sensación. ¿Cómo es posible que alguien se creyera todos esos cuentos?

Con cierta condescendencia, llegamos a justificar ese hecho con la época, la ingenuidad de aquellos momentos, la

desinformación producto de la desconexión. Pero la realidad es que hoy, a décadas de la Operación Peter Pan, se vuelven a escuchar algunos de los mismos ridículos y falsos argumentos, esta vez sobre el futuro Código de las Familias.

Solo queda esperar a que, esta vez, haya menos gente que se deje manipular y que las personas, más conscientes y más conectadas, se documenten más y busquen cada vez más información antes de opinar y decidir. Cuba no merece que haya más «niños perdidos», ni que se le confunda con Nunca Jamás, ni que se escuchen con melancolía los acordes de una canción, los acordes de un trovador que perdió a un amigo de la infancia por culpa de gente abyecta que supo manipular a personas crédulas.

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Ana Maria Barrera Chapman dijo:

1

12 de febrero de 2022

09:07:32


¡La más vil de las fechorías perpetradas por el imperialismo contra las familias!.Excelente artículo ,muy a tono por la incertidumbre que hoy tienen algunas personas acerca de la aprobación del código de las familias!

Odalis dijo:

2

12 de febrero de 2022

09:27:50


Excelente. Lo deben leer los incrédulos y fáciles de manipular por las tredes sociales que están arremetiendo conciente o inconcientemente contra nuestro Proyecto de Codigo de las Familias en conssulta popular entre tdos los cubanos, y dirigido al mayor bienestar, mayor armonía familiar y felicidad, solidaridad, amor, respeto y cariño, refuerza derechos a todas las personas sisn distinción, sobre tdo a aquellas que tienen deberes en la educación, protección, cuidados de nuestros niños (as), adolescentes y jóvenes. Es un Código novedoso, revolucionario, inclusivo, solidario y de justicia, de derechos y deberes para todos. Los cubanos buenos a apoyarlo 100%.

Yo dijo:

3

12 de febrero de 2022

22:04:57


Quisiera comentarle al periodista de este artículo ,Michel E Torres Corona con todo respeto : Estoy muy de acuerdo con su artículo pero he sentido al leer el comienzo un sentimiento de indignación, se lo digo por favor con mucho respeto, corrían los últimos años de la década del 80 ,yo cursaba estudios en el preuniversitario de Ciencias exactas Vladimir ....(LA LENIN), y nos prohibieron en las actividades poner la música de Carlos Varela , nunca pusieron esa canciin en la radio ,ahora usted hace mencion de ella,hace alusión a una parte de la canción incuestionable y cierta por cierto ,pero hay otras frases de la canción que son reales y que nunca se han debatido.

Dora Rodríguez morejon dijo:

4

13 de febrero de 2022

09:29:35


Es bueno recordar la historia, es bueno que la historia sea más actualizada después de la revolución, y todo lo que ha ocurrido hasta hoy. Porqué los jóvenes hoy no han pasado trabajo, hay que recordar todos los periodos, para descaracterizar el imperio.

Jorge Luis Salas Hernandez dijo:

5

14 de febrero de 2022

22:51:17


Soy de los que no está de acuerdo con la sustitución de la "Patria potestad" por la "Responsabilidad parental" en el actual Proyecto del Código de las familias. Mi desacuerdo en ese sentido, así como el de otros muchos cubanos, no tiene nada que ver con lo que sucedió en torno a la Operación Peter Pan. Son realidades muy diferentes. Las categorías Patria potestad y Responsabilidad parental no son lo mismo (aunque en el glosario de términos del Proyecto, en el párrafo 2269) se presentan, a mi juicio, como si lo fueran cuando dice: Responsabilidad parental (hasta ahora conocida como patria potestad). Pero no son lo mismo. Considero que la nueva categoría hace disminuir la autoridad de los padres sobre los hijos aun cuando estos sean menores de edad y el respeto y la obediencia que estos últimos le deben a los primeros. Basta con echar un vistazo al comportamiento de muchos de nuestros niños, niñas y adolescentes hoy que aún no se ha aprobado el Código. me imagino cómo será en el futuro.