ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Toronto es un hervidero por los Juegos, pero mantiene su sobria imagen. Foto:

TORONTO.—Muchas veces los periodistas creamos un trabajo con antelación, bien porque nos asaltan las ideas cuando menos lo esperamos, bien para anticiparnos a los acontecimientos y ganar tiempo. Pero no siempre se tiene la oportunidad de poner en práctica dicha técnica, y en un gran número de ocasiones tampoco es prudente hacerlo.

Por tal motivo, esperé a llegar a esta urbe canadiense, sede de los XVII Juegos Panamericanos, y empaparme de la realidad, chocar con el ambiente de celebración en el que por lo general se sumergen las ciudades organizadoras, con tal de ofrecer la visión más fiel posible de los hechos.

Pasadas casi 48 horas de mi arribo, puedo asegurar que Toronto se ha tomado muy en serio la lid continental, con una ambientación es­pectacular, una organización milimétrica, sin obviar ningún detalle. La ciudad no ha detenido su marcha, vertiginosa y contagiante, pero muchos se han puesto en función de ofrecer a los miles de visitantes aquí presentes una estancia por todo lo alto.

Mucho más que las luminarias, los rascacielos o el tráfico incesante, de Toronto impresiona su sobriedad y diversidad cultural, con importantes asentamientos asiáticos, indios, latinos y árabes, un entramado cosmopolita que le ofrece a la urbe un aire fresco y cautivante.

La presencia de Cuba en estos escenarios no pasa desapercibida, y un gran número de personas se identifican con nuestros deportistas y el resto de la delegación, en gran medida porque siempre hemos sido animadores esenciales de Pa­na­mericanos y Juegos Olím­pi­cos,  con resultados históricos y una naturalidad en las relaciones que nos distingue del resto.

Justo con esta carta bajo la manga, los especialistas de varias disciplinas saltarán a partir de este sábado a las cruentas batallas, en las cuales tendrán apoyo de diversas latitudes, a pesar de que los canadienses están en su tierra y se han propuesto, tal vez como nunca antes, asaltar el segundo lugar del medallero.

Durante el fin de semana co­menzará la asfixiante carrera, y lo cierto es que en los primeros juegos de preseas Cuba no debe tener un rol protagónico, salvo en los casos del judo, el canotaje y la gimnasia artística, deportes que de entrada están proyectados como vanguardia de la comitiva.

En los tatamis, por ejemplo, se compite en las divisiones más pe­queñas, en las cuales son menores nuestras opciones, pero Dayaris Mes­tre (48 kg) y Aliuska Ojeda (57) pugnarán por escalar al podio en un reto bien fuerte dada la calidad de las rivales en el área. Más complicado aún debe ser el camino de Yan­drys Torres (60), Carlos Tondique (66) y Magdiel Estrada (73) en la rama masculina, aunque aspiran a cumplir con las expectativas de la disciplina de ganar metales en todas las categorías.

A la expectativa también se pue­de estar con el canotaje, cuyas dos finales de sábado y domingo deben tener presencia cubana, con menores opciones en el K-4 femenino a 500 metros, compuesto por Daniela Martin, Jessica Hernández, Lisan­dra Torres y Yurieni Guerra. En cam­bio, el K-4 masculino a 1 000 metros goza de grandes posibilidades con las paletadas de Jorge Gar­cía, Reinier Torres, Alex Me­néndez y Renier Mora.

Pero si de esperanzas hablamos, la gimnasia artística se roba los cintillos, sobre todo en la rama varonil. Cruento será el primer asalto en la competencia por equipos este sábado, y a partir del lunes arrancará la disputa de máximo acumulador y las competencias por aparatos, donde Manrique Larduet y el resto de la comitiva tienen entre ceja y ceja llevarse el botín. Entre las damas, Marcia Videaux es la de aspiraciones más concretas.

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