La medalla de la solidaridad

Cuba ya vive en Santiago de Chile el calor que despide su presencia en la sede de los XIX Juegos Panamericanos. El equipo de tenis de mesa de la Mayor de las Antillas fue arropado por un manto de solidaridad en el club La Legua, en la comuna de San Joaquín.

Porque el deporte no es solo una medalla de oro, sino una emulación pacífica de las fuerzas controladas, al decir del restaurador de los Juegos Olímpicos, Pierre de Coubertin, los tenistas caribeños, aun en medio de su preparación, compartieron un entrenamiento conjunto con sus jóvenes amigos.

Claro que se empeñan en hacer todo el esfuerzo por ganar una presea, pero siempre hay un espacio en el corazón de los cubanos para cualquier nación latinoamericana y caribeña, y nada mejor que los amigos de Cuba en el país austral.

Desde la capital chilena, miembros de la Gran jornada solidaria, organizada por la Coordinadora de Solidaridad con Cuba, Zonal Metropolitana, enviaron a Granma cómo dieron la bienvenida al elenco de Cuba, en la que Pedro Bronzic, de esa entidad, destacó los históricos lazos de amistad que unen a los dos pueblos y agradeció a los visitantes permitir a jóvenes chilenos la oportunidad de compartir con un equipo de alto rendimiento.

En medio de las emociones, Bárbaro Oliva, presidente de la Federación cubana de tenis de Mesa, agradeció a este país, en particular a la comuna de San Miguel, y a todos los que apoyaron para que los atletas pudieran venir a prepararse aquí, con las condiciones creadas.

El capitán del equipo cubano, Andy Pereira, recientemente campeón individual en los Juegos Centroamericanos y del Caribe y medallista en dos Panamericanos, destacó la importancia de participar en un evento de esta magnitud, y Daniela Fonseca, participante en Tokio-2020, y bronce en el Campeonato Panamericano de ese deporte, celebrado en La Habana, dijo estar contenta de volver a Chile, país donde obtuvo su primera medalla en un evento continental de tenis de mesa.

De esa alegría con la que se festejó con los jóvenes chilenos en el gimnasio municipal de San Miguel, habló el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, cuando les dijo que lleven ese estado de ánimo a Chile, porque nos distingue, «y defiendan la historia de esta tierra de campeones».