Lima.–La tarde-noche de este viernes parecía bastante tranquila en el estadio atlético Videna para Cuba, una serie de pobres resultados solo hacía presagiar que la única medalla de la jornada estaría en el triple salto femenino, con la joven Liadagmis Povea. Sin embargo, el saltador de altura Luis Enrique Zayas tocó el cielo panamericano con vuelo de 2.30 metros.
El cubano un mes atrás estaba fuera de los Juegos Panamericanos Lima 2019. Su baja forma deportiva lo tenía condenado al olvido. Pero la vida trae las sorpresas que uno jamás imagina y recibió el llamado de la Federación Cubana para completar los últimos cupos de la delegación atlética nacional.
Esa inclusión fue un presagio para él. Según dijo, cuando supo que estaría en la capital peruana trabajó con mayor intensidad en los entrenamientos, porque venía a buscar una medalla. De las 26 preseas doradas que tiene Cuba en Lima esta es, hasta el momento, la que nadie esperaba.
«Yo no venía a Lima, pero se dio la oportunidad de competir y las cosas salieron. Era mi día. El impulso de cadera, la carrera para atacar la varilla, todo fue casi perfecto», sostuvo Zayas.
«La competencia fue muy tensa, conocía a algunos rivales y a otros no. Pero yo me sentía muy bien. Este triunfo se lo tengo que agradecer a la gente que me dijo tú sí puedes, cuando los resultados no estaban saliendo bien», acotó.
En las gradas estaba Javier Sotomayor, recordista mundial en salto alto con 2.45; alentaba, corregía y calmaba a Zayas antes, durante y al culminar cada intento. El hombre más exitoso en esta disciplina atlética era puro frenesí con cada intento del joven cubano de 22 años de edad.
«Sotomayor fue hoy un aliento para mí. Él me dijo lo que estaba saliendo bien y mal. Ganar delante de él y que brincara de alegría en su asiento cuando pasé la varilla sobre los 2.30, eso no tengo forma de describirlo», relató un Zayas a quien no le salían las palabras de manera fluida tras lograr su mejor marca personal.
El mismo Sotomayor comentó instantes después de ver a Zayas ganar la medalla de oro que estos son momentos de mucho orgullo para él y reafirman que el salto alto en Cuba puede volver a tener un futuro halagüeño.
«Yo lo vi muy bien desde el principio, lo único que le recordábamos es que no se adentrara demasiado a la hora de saltar y que tomara su carrera de impulso. Lo demás son cosas motivacionales que se le dicen para que se crezca, porque este era su momento para darse a conocer y mostrar a todas las personas sus potencialidades», concluyó Sotomayor.
LIADAGMIS CUMPLE
Junto con Zayas entró unos minutos después la esperada medalla de Liadagmis Povea en el salto triple. La cubanita quedó en bronce (14.60), por detrás de la extraclase venezolana Yulimar Rojas, quien pulverizó el récord panamericano y clavó los pinchos hasta los 15.11 metros, mientras la jamaicana Shanieka Ricketts consiguió el mejor salto de su vida para asegurar la presea de plata (14.77).
Povea hizo un triple acorde con sus posibilidades y para entrar en plata u oro tenía que quebrar su mejor resultado individual (14.77), algo que no le salió a pesar de su esfuerzo.
«Yo quería mejorar la marca mía, pero el frío me afectó bastante, eso me deja algo insatisfecha porque me propuse aquí lograr mi mejor salto», notificó la pinareña Povea.
SIN VER EL PODIO
Existía cierta expectativa por ver qué deparaba la final de 200 metros, en la que intervendrían los cubanos Reynier Mena y Roberto Skyers. Sin embargo, la posibilidad de alguna medalla en el doble hectómetro se esfumó en un abrir y cerrar de ojos. Mena partió muy bien desde el bloque de arrancada y estuvo en tercer puesto cuando pasó la curva, pero una vez más le faltó empuje y entró quinto con 20.62 segundos. Por su parte el camagüeyano Skyers no tuvo su mejor día y fue séptimo (20.62).
En la jornada de ayer comentamos que entre el ecuatoriano Alex Quiñonez y el panameño Alonso Edward debía estar el favorito al oro. El sudamericano cumplió con el vaticinio realizado (20.27) y se llevó el oro, mientras el trinitario Jereem Richards (20.38) y el dominicano Yancarlos Martínez (20.44) ocuparon el segundo y tercer lugar. Edward fue cuarto (20.55).
A pesar de no estar marcada para medallas en el lanzamiento de la jabalina es válido señalar que la cubana Melissa Hernández se superó a sí misma y con disparo de 56.20 metros implantó un nuevo tope personal, para concluir en el octavo puesto. Su compañera Mailen Brooks tuvo una pálida competencia y solo consiguió un 49.52 que la dejó en el peldaño 13. La estadounidense Kara Winger ganó el oro (64.92), la canadiense Elizabeth Gleadle terminó en plata (63.30) y otra estadounidense, Ariana Ince, se llevó el bronce (62.32).
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Jose Cuervo dijo:
1
10 de agosto de 2019
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Miguel Angel dijo:
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Lourdes Noemí Milián Borroto dijo:
3
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Francisco Rivero dijo:
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Yoel dijo:
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Habana 500 Respondió:
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jctaset dijo:
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10 de agosto de 2019
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WILFREDO JESUS BLANCO dijo:
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Yudier Luis Gutiérrez Martínez dijo:
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Habana 500 dijo:
10
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Heem Gondes dijo:
11
10 de agosto de 2019
19:21:33
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