LIMA.–Noche de alta tensión para Cuba. Una de las dos medallas de oro más seguras para la comitiva de la Mayor de las Antillas se enredó hasta el final en una gélida noche limeña. Sin embargo, Yaimé Pérez soltó toda su fuerza en el último disparo (66.58 metros) para adjudicarse la diadema dorada en el lanzamiento del disco de los Juegos Panamericanos.
Todos presagiaban que esta prueba atlética estaba resuelta en favor de las cubanas Pérez y Denia Caballero, la cuestión sería definir el orden entre ellas de los dos primeros lugares. Pero esa posible fiesta se convirtió en una cita de puro dramatismo para los cubanos asistentes al estadio Videna, cuando las brasileñas Andressa Oliveira de Morais y Fernanda Borges se atravesaron en el camino de las cubanas.
La sudamericana Oliveira de Morais cañoneó su segundo tiro hasta los 65.98, para tomar el liderato de la competencia, instantes antes su compañera Borges (62.23) había desplazado a Denia hacia el tercer lugar y con el registro alcanzado por Andressa la villaclareña quedó fuera del podio (cuarto lugar con 60.46).
Fue una noche fatal para Denia, a quien no le salieron las cosas bien con el implemento, tal pareciera que los registros de las adversarias brasileñas la sacaron totalmente de concentración y no pudo mantener un ascenso en la competencia.
La situación de Yaimé fue distinta, supo asimilar el golpe de Andressa Oliveira de Morais y se enfrascó en darle caza. El cuarto (64.65) y quinto (64.15) lanzamientos de la santiaguera presagiaron que podía mantener el oro panamericano para Cuba, conseguido en Toronto 2015 por Denia Caballero y así se materializó. El orgullo de Pérez fue más fuerte que cualquier tipo de presión para conseguir el disparo soñado.
«No puedo estar más feliz por la forma en que obtuve este título. Yo sabía que podía llegar al oro, pero el disco se me estaba saliendo de las manos, no sé qué pasaba que la técnica de salida no era la más precisa. Pero yo estaba clara que tenía que ir con todo, era una cuestión de mandar el disco lo más lejos posible», relató una eufórica Yaimé Pérez al pasar por la zona de prensa.
La nueva recordista panamericana comentó que este resultado le brinda más confianza para subir al podio del venidero Campeonato Mundial, previsto para Catar en los meses de septiembre-octubre.
Inquirida sobre las frías condiciones en que se desarrolló la prueba y si pudo ser un factor determinante en que la prueba se complicara para ella, Pérez dijo que el frío se hizo presente, pero nunca fue una situación que la alarmó.
«Esta temporada me presenté en Estocolmo, Suecia y allá había más frío que en Lima. No pienso que las temperaturas de aquí me afectaran demasiado, si no pude lograr envíos por arriba de 67 metros es porque tuve imprecisiones técnicas que las pude corregir en el lanzamiento final», acotó.

ZURIAN Y ROSE MARY PERSEGUIRÁN EL ORO
La fiesta de las mujeres cubanas había iniciado un par de horas antes con las estupendas actuaciones de la santiaguera Zurian Hechavarría (400 m con vallas) y la camagüeyana Rose Mary Almanza (800 m), quienes aseguraron su pase a semifinales y parten con fuertes opciones para obtener medallas en sus respectivas pruebas.
La indómita Hechavarría hizo la mejor carrera de su vida (55.00 segundos) y se vislumbra con un posible metal dorado el 8 de agosto, mientras Almanza conservó muy bien el paso para arribar con tranquilidad a la meta en 2:05.25 minutos, tras completar dos vueltas a la pista.
Cerca del podio quedó el discóbolo Jorge Fernández, cuarto escaño con 64.24 metros, logrados en su segundo intento. El certamen fue ganado por el jamaicano Fedrick Dacres, quien estampó nuevo récord panamericano (67.68). La anterior marca estaba en poder del cubano Luis Mariano Delis, desde la edición de Caracas 83. En segundo y tercer puestos terminaron por ese orden el también jamaicano Traves Smikle (65.02) y el estadounidense Reginald Jagers (64.48).
Desde el área del salto de longitud no se recibieron sorpresas positivas para Cuba, ya que la cubana Adriana Rodríguez consiguió apenas 6.49 metros en su último brinco. La joven de la Mayor de las Antillas se mantuvo en competencia haciendo marcas discretas, pero es válido recordar que ella concursa habitualmente en las pruebas de heptatlón.
Los primeros atletas de la Mayor de las Antillas que vieron acción en el estadio olímpico Videna fueron los decatlonistas Leonel Suárez y el joven Briander Rivero, quienes marcaron una actuación discreta en las tres primeras pruebas de la exigente disciplina (100 metros, salto de longitud e impulsión de bala). El primero corrió el hectómetro en 11.38 segundos, mientras el segundo estampó una mejor marca (11.32). Minutos más tarde, en el cajón de salto el holguinero Suárez se estiró hasta los 6.89 metros, en tanto el artemiseño Rivero alcanzó los 6.97.
Posteriormente Leonel Suárez en la impulsión de la bala llegó hasta los 14.08 metros, lo que le valió acumular un cómputo general en las tres primeras modalidades de 2299 unidades, décimo lugar en la tabla de posiciones. Por su lado, Briander Rivero dejó caer el peso en los 13.26.
Cuando han cumplimentado las cinco primeras pruebas de un total de diez, los dos cubanos se posicionan por ese orden en el noveno (3 854 puntos) y octavo lugar (3 860) y tendrán que hacer una segunda jornada casi perfecta para poder entrar en la discusión de medallas. El canadiense Damian Warner 4 499 puntos es el líder momentáneo de la exigente prueba.
LA DEUDA DE LOS 100 METROS
La cubana Yunisleidy García corrió los 100 metros planos sin muchas opciones y quedó quinta en su heat eliminatorio, prueba donde concursaron dos velocistas de primer nivel como la medallista de oro olímpica en Río de Janeiro 2016, la jamaicana Elaine Thompson y la experimentada trinitaria Kelly-Ann Baptiste, medallista mundial.
Como se presagiaba la cubana marcó registro de 11.66 segundos. Sus primeros 30 metros los corrió con fuerza, gracias a una buena arrancada, pero perdió empuje ante la potencia de Thompson (11.36), la brasileña Vitoria Cristina (11.40) y Ann Baptiste (11.49), trío que se incluyó en la gran final, pactada para este miércoles. Otras corredoras de prestigio mundial que avanzaron a la discusión de la prueba reina en el atletismo son la trinitaria Michelle-Lee Ahye (11.37), y la jamaicana Natasha Morrison (11.59).
En la misma especialidad, para hombres, la actuación cubana no pudo ser más desafortunada, pues los dos representantes criollos Reynier Mena (10.43) y Harlyn Pérez (descalificado tras arrancada en falso) confirmaron que esta especialidad en Cuba está muy lejos de recobrar el esplendor del que disfrutó en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado.
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Yrsa Martínez dijo:
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7 de agosto de 2019
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