LIMA.— Una semana han transcurrido desde que fueron inaugurados oficialmente en esta ciudad los Juegos Panamericanos y la delegación cubana acumula al cierre de esta edición una treintena de medallas, diez de cada metal, a la espera que en los próximos nueve días la nave antillana se enfile hacia las 100 preseas en su acumulado general (más de 30 de oro).
Por lo pronto, este viernes, al menos en la mañana peruana, no hubo gran participación de deportistas cubanos. Los pocos que salieron a competir lo hicieron en eventos clasificatorios rumbo a las finales.
La experimentada ciclista matancera Lisandra Guerra, logró incluirse en la disputa por las medallas de la prueba del Keirin.
A pesar de obtener su clasificación, «la locomotora cubana» tuvo que ir a la ronda de repechaje para incluirse entre las finalistas. En su primera salida al velódromo de Lima, Lisandra no pudo obtener su pasaje de forma automática y se vio superada por la canadiense Kelsey Mitchell y la guatemalteca Joanne Rodríguez, primera y segunda por ese orden. Una vez que la moto abandonó la pista, Guerra enseguida tiró fuerte del grupo compuesto por cuatro rivales, pero a falta de unos 100 metros para cruzar la meta perdió ritmo en su pedaleo.
Para la fase de repechaje la situación fue distinta. La ciclista de la Mayor de las Antillas no estaba dispuesta a quedarse fuera de la disputa de medallas y tomó sus precauciones para atacar en el momento exacto. Cuando faltaba media vuelta a la pista Guerra se despegó y no pudo ser alcanzada por sus contrincantes.
Al cierre de esta edición la pedalista yumurina escenificaría el duelo final por la corona dorada junto a cinco rivales más. Las contrincantes con más opciones de escalar lo más alto del podio panamericano son la propia canadiense Mitchell y la conocida colombiana Martha Bayona.
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