LIMA.-Pocas, poquísimas veces, dos medallistas de un mismo evento se abrazan y entre ellos resplandece la virtud de no recelar por el color de las preseas, sino reconocer la entereza de ambos, digna del agradecimiento de su pueblo.

«No me propuse buscar esa medalla, porque tenía en mente ganar el boleto para Tokio 2020. Sin embargo, hice tres tiradas perfectas de cinco dianas cada una, lo que ayudó a obtener el oro, porque de los 40 disparos en las ocho series acerté 28», dijo Jorge Álvarez, nuevo campeón panamericano de pistola de tiro rápido a 25 metros, quien compartió el podio con el experimentado titular olímpico de Londres 2012, Leuris Pupo, ahora dueño de la plata, con 26 dianas.

Reclamado por amigos, aficionados y periodistas, pasado el momento de euforia tras saberse líder, el novato en estas lides continentales dedicó la victoria a su madre, Clara Rafaela Y. Moreno. «Fue ella quien me introdujo en el mundo del deporte desde mi niñez, cuando muy pequeñito la acompañé a presenciar los Panamericanos de La Habana ´91. Ella es todo en mi vida, ha compartido mis alegrías y tristezas, así que merece esta medalla», explicó Álvarez, un tirador a punto de cumplir los 30 años este 3 de agosto.

--¿Qué representa para ti Leuris Pupo?, le pregunté.
--Entrenar junto a Pupo, compartir con él estos casi cuatro meses en que nos preparamos aquí en Perú, ha sido una experiencia inigualable. No guarda secretos, lo da todo, y me hizo comprender la importancia de cumplir este objetivo de llevarnos las medallas. Nosotros también ayudamos a los peruanos a avanzar en su entrenamiento y, sin creernos el ombligo del mundo, pusimos un granito de arena en el bronce del local Marko Carrillo, con sus 21 dianas».

Desde los Panamericanos de Santo Domingo 2003, cuando Pupo acopló con Juan Francisco Pérez, no se conseguían el oro y la plata en esta prueba, considerada la reina de este deporte.
Con experiencia en Copa del Mundo, pues capturó el bronce en la de Alemania 2018, el titular continental afirma que «aunque pasen los años no dejaré de sentir presión durante la competencia, solo es cuestión de controlarla, buscar ecuanimidad y salen los resultados. Por ejemplo, aquí, cuando quedaron eliminados los dos primeros hombres de los seis envueltos en la final, ya sabía que me acercaba a la medalla, solo faltaba definir con Pupo, en la serie del cierre, su color»
COMO SI FUERA SU HIJO
«Nos pasamos los días soñando con esta jornada. Entrenamos y nos esforzamos para llegar hasta aquí, así que ahora viene el disfrute por un trabajo cumplido con seriedad», argumentó Leuris Pupo con ese amor que solo se siente entre hermanos o de padre a hijo.
«Su victoria es también la mía. Estuve por momentos desconcentrado, descoordinado, y eso te traiciona, porque todo se pierde en un segundo. Me hubiera gustado llevarme para Cuba mi tercer oro panamericano, pero esta plata tiene un agradable sabor», apuntó.
Meinardo Pérez, el entrenador de ambos, sintetizó esta actuación en una frase: «con buenos deportistas y tecnología, el sueño se cumple». Contamos con mucho apoyo del Inder para preparar a los muchachos, en medio de una situación en nuestra patria en la que faltan las municiones, pero hubo la voluntad de ayudar a lo que hoy disfrutamos aquí.
COMENTAR
Carlos Leyton dijo:
1
1 de agosto de 2019
19:53:37
Ramón. dijo:
2
2 de agosto de 2019
04:41:18
moraima dijo:
3
2 de agosto de 2019
09:25:31
JOSECARLOS GARCIA JACOMINO dijo:
4
2 de agosto de 2019
13:46:11
Responder comentario