LIMA.-En esta capital, que sobrepasa los ocho millones de habitantes, la inauguración de los Juegos Panamericanos movilizará a unos dos millones de personas, entre deportistas, visitantes extranjeros y espectadores. Imagínense cómo fue el ajetreo para la entrada y salida del Estadio Nacional.
En la presidencia de la ceremonia estará Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), quien un día antes en la Asamblea General de Panam Sport afirmó que la entidad dirigida por él otorgará el 90 % de sus recursos a propiciar el desarrollo de la cultura física, esencialmente en países pobres.
Reconoció la relevancia de Lima 2019, que concederá plazas en 22 deportes para los Olímpicos de Tokio 2020… Habitualmente trasladarse desde el lugar donde fue construida la Villa de los deportistas hasta la Villa Deportiva Nacional (VIDENA), sede de varias competencias, se emplea más de una hora.
Los organizadores aseguran que solo utilizarán 22-23 minutos en cada uno de los 350 ómnibus listos para mover a los atletas. Veremos si implantan récord… Abordar aquí un ómnibus del servicio público es sinónimo de que los anfitriones se deshagan en atenciones con el recién llegado.
Al menos eso vivió este escribidor. El pasaje (1,70 soles, menos de un dólar) se le abona al chofer, quien le presta una tarjeta para pasarla por un sensor que libera el torniquete de entrada.
Hablando de soles, al astro rey no se le ha visto la cara por acá, mientras el frío se incrementa en los amaneceres y por la noche, aunque se siente más agresivo en la sede del voleibol de playa, en Costa Verde, a orillas del mar, donde juegan las dos parejas, femenina y masculina de Cuba.
Los Juegos vienen acompañados por el programa Culturaymi, manifestaciones en las que la música llevará la voz cantante hasta finales de agosto cuando concluyan los Parapanamericanos.
Unos 2 000 agentes de la Policía Nacional y otros 3 000 de las Fuerzas Armadas patrullarán la ciudad durante toda la competencia. Se les ve activos en las intersecciones de las avenidas principales de esta urbe y, por supuesto, apostados en las entradas de las instalaciones.
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