Amanecemos bajo el imperio del astro rey, cual si el sol supiera que es en esta isla hermosa donde su luz es más refulgente. Cuba empieza a vivir su verano llena de paz y alegría.
Han sido las propias familias, sus jóvenes, sus mujeres, sus trabajadores y sus adultos mayores quienes lo hicieron posible, a pesar de que otros apostaran a que fuera imposible.
Entre cubanos controlamos la COVID-19, creamos nuestras propias vacunas, enfrentamos cada día el recrudecimiento del bloqueo, nos batimos durísimo dentro de las calderas para generar la energía, no solo para alumbrarnos, sino para seguir en el combate por esa paz y alegría con que el sol despierta al alba.
Playas, museos, bailables y arte en todas sus expresiones, deportes, y también jornadas productivas, porque hay que seguir «pa’lante», es el mosaico veraniego.
¿Dónde?, en todo el país, pero son nuestros barrios y casas las principales plazas, las anfitrionas de esa Cuba que disfruta sus victorias y está alerta en defensa de ellas, porque nadie le arrebatará, y mucho menos le bloqueará, su paz y su alegría.


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Reyes dijo:
1
18 de julio de 2022
08:53:38
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