La lista del sarcasmo

Como una recurrencia agobiante, suelen regresar de vez en vez los criterios de aquellos que instan a Cuba para que, urgida de una mejor relación con el vecino del norte, haga determinados gestos o le lance uno que otro guiño al imperio.

Pues bien, ayudemos en el asunto. Acá les dejo lo que se pudiera hacer, y me perdonan si descubren algún poquito de ironía, o si me faltó algo:

–Levantar de forma inmediata el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Estados Unidos de América por el Gobierno cubano.

–Devolver al pueblo norteamericano el pedazo de tierra usurpado por Cuba en territorio estadounidense, donde establecimos, primero, una base militar, y luego, una cárcel, en la cual torturamos a unos cuantos prisioneros.

–Cancelar la radio y televisión, que desde La Habana y con el nombre Radio y tv Lincoln, transmite programas destinados a subvertir el orden vigente en ese país.

–Permitir que los ciudadanos de Cuba puedan visitar libremente a Estados Unidos, nación que es la única del mundo, a donde no pueden ir.

–Dejar de perseguir enfermizamente a los bancos financieros que hacen negocios con Estados Unidos.

–No aplaudir a los delincuentes, que manchan con sangre de cerdo las estatuas de los fundadores de la Unión y no destinar para ellos nuevos financiamientos.

–No volver a poner en el presupuesto cubano, los millones de dólares destinados a la subversión del sistema político de EE. UU.

–No colocar, sin justificación alguna, a Estados Unidos en nuestra lista de países patrocinadores del terrorismo.

–Permitir que las farmacéuticas cubanas vendan medicamentos para el cáncer infantil a hospitales estadounidense.

–Restablecer el derecho a nuestros ciudadanos a enviar toda la remesa que consideren a las familiares en EE. UU.

–Restaurar el funcionamiento normal de trámites de visa para estadounidenses que quieran viajar a Cuba.

–No tolerar la incitación al odio desde redes sociales cubanas, con mensajes contra la estabilidad política, social y económica de Estados Unidos.

Todo esto que, como bien sabemos, ocurre a la inversa, lo ha sufrido demasiado el pueblo de Cuba, como para que alguien sume otra vergonzosa exigencia. Nuestro país nunca se negará al entendimiento sin condiciones.Pedirle hacer concesiones sería, cuando  menos, burlarse de su dignidad y resistencia.