Sentidas y emocionantes notas de tributo, salidas de lo más hondo del alma cubana, colman por estos días las páginas de los libros de condolencia abiertos en todas las provincias del país para rendirle honores a quien se ganara, por derecho propio, un lugar en el corazón de su pueblo: Eusebio Leal Spengler.
Especiales muestras de cariño, admiración y respeto llegan, sobre todo, desde las villas patrimoniales, cuyas plazas, calles, edificios y monumentos sintieron no pocas veces su rápido andar, y su voz firme y segura, para alentar a los pesimistas, criticar lo mal hecho o impulsar nuevos proyectos restauradores.
Así, cual amigo cercano de todos con quienes establecía comunicación, Eusebio supo forjar, a fuerza de ejemplo y de persuasión, la unidad imprescindible en torno a la necesidad de salvaguardar el preciado tesoro que representan los valores históricos, culturales y arquitectónicos de la nación.
Al recordar a Leal, el arquitecto Omar López Rodríguez, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba, se refirió al calificativo de «vientre de la patria» que el recién fallecido intelectual cubano le otorgara a esa ciudad heroica, a la cual agradeció siempre su decisivo aporte al país.
Desde el Camagüey que tanto Eusebio admiró, José Rodríguez Barreras, director de la Oficina del Historiador de la Ciudad, lo llamó cubano increíble, gente excepcional, patriota sin límites, alguien que hizo honor a su apellido: leal a sus compañeros y a la preservación del patrimonio, que es igual a defender la identidad cultural, la historia patria y la Revolución.
Visiblemente emocionado, el directivo comentó que «desde el 2014 ya Leal venía trabajando con el alma, con la vida y nunca, hasta el último momento, abandonó su trinchera. Ese legado ha quedado en el pueblo de Cuba y, en especial, en aquellos que tuvimos la dicha de estar un poco más cerca y aprender de sus enseñanzas».


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Elba dijo:
1
3 de agosto de 2020
11:26:30
Luisa Alonso dijo:
2
6 de agosto de 2020
11:55:43
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