ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Un día, que no puedo precisar en el tiempo, un amigo me llevó dentro de una caja de zapatos un perrito.

–No ha abierto los ojos todavía– me dijo–, pero es de raza y es de los que no crecen mucho.

Y yo sin pensarlo dos veces corrí a mi casa para ocultarlo en un pasillo húmedo que hacía las veces de trastero. Furtivamente visitábamos la madriguera hecha de cajones y trapos viejos, hasta que la noticia se hizo pública por los desconsolados llantos de Terry.

El problema se complicaba aún más porque estaba prohibido tener animales. Solamente estaban excluidos algunos pajarillos, como el canario de la viejita Rosa o el gran sinsonte de María la Negra, aquel que alegraba con sus trinos la mañana a cambio del insólito privilegio de que era objeto y que consistía en

picar los plátanos pasados que Chang enviaba puntualmente, deleite que solo pude comprender cuando escuché el piropo que uno de los jóvenes de la cuadra le dijo a la bella Rosita: «¡Muchacha, tú estás como plátano para sinsonte!».

Terry fue admitido a regañadientes y con la advertencia de la encargada:

–Si crece, hay que sacarlo de aquí.

La profecía se cumplió amargamente, pues insaciable sobre los tazoncitos de sopa, de las sobras recogidas y de las piltrafas del carnicero, no tardó en cambiar su fisonomía. Las paticas crecieron desproporcionadamente en relación con el cuerpo; las orejitas de su raza indescifrable, que recordaban a las del can del anuncio de la rca Victor, se le cayeron, cubriéndole en parte los ojos, y el rabo se le encaracoló definitivamente. Saterry, como le llamaban todos, ladraba atronadoramente.

A pesar de todas estas desventajas él era el más cariñoso, el más fiel, el más simpático, y en nada se parecía a un ejemplar aristocrático de cadenita y medalla que nos contemplaba aburrido tras los postigos de una casa vecina, ni mucho menos a los aburridísimos gatos, castrados y soñolientos, que mimaba otra señora de la cuadra.

Un día Terry escapó, con la misma velocidad y picardía con que se robaba las medias por remendar o un enorme hueso. Nadie pudo darme noticias de él. Llorado por perdido, las noticias más fidedignas aseguraban haberlo visto, atolondrado y libre, entre los yerberos y carretilleros del parque Trillo.

Luego supe que de todas formas mi fiel amigo estaba anticipadamente condenado al destierro. El dueño de la casa de vecindad –a quien alguien le llevara las referencias– había ordenado su expulsión, pero el azar arregló una solución más digna, aunque me queda la duda de que al final, capturado por los recogedores de perros y animales vagabundos, fuese a parar al Bando de Piedad, la noble institución fundada por Miss Jeannette Ryder, a cuya memoria el escultor Boada dedicaría un bellísimo retrato yacente en el cementerio de La Habana, colocando a los pies de la difunta al perro fiel que, según dicen, no quiso separarse nunca de su bienhechora. O quién sabe si mi compañerito predilecto halló refugio en el Asilo de la Misericordia, sostenido por la bondad de doña Mita Muñoz.

Este recuerdo me permite hablar a los niños de la protección de los animales y más aún de la naturaleza, de fomentar el cuidado de las criaturas, de atender a que se recojan dignamente los animales perdidos y ambulantes, sin necesidad de escenas de crueldad incalificables.

Al menos eso pienso yo de aquel perrito que amé, mi edecán de no pocos infortunios, juguete como no hubo otro igual y a quien mi fantasía adornó entonces y después con los encantos y las virtudes que solamente poseen las cosas ideales.

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Maricela dijo:

1

6 de julio de 2020

08:34:45


Una vez mis hijos recogieron un perrito ,y estuvimos a la espera que alguien apareciera reclamando gracias que no fue asi,nos quedamos con el y hoy tenemos tres,creo que cualquier animal debe de cuidarse y no maltratarse.

idania dijo:

2

6 de julio de 2020

09:37:41


Tengo un perrito desde hace 4 años, es el bebé de la casa, lo alimentamos y cuidamos como si fuera un ser humano, lo vacunamos y desparasitamos, es la alegria de mis hijos, todas las noches con sus ladridos aplaude a los médicos junto a nosotros, yo lo adoro, lo llamamos Negry Emilio.

aristides dijo:

3

7 de julio de 2020

14:33:57


Eusebio considero una historia fresca lo que has escrito, amena, creo que cuando nino a todos nos paso algo con un animal, yo era alergico y tuve por indicasion medica que abandonar uno, cuanto lo senti,quisiera comminarte a que sigas escribiendo historias te lo agradeceremos.

Zory dijo:

4

8 de julio de 2020

12:28:04


Ahhh los perros, esos ángeles que nos acompañan, benditos sean, y benditas todas las personas que los aman .

Idania Rosa dijo:

5

8 de julio de 2020

15:52:00


gracias zory, yo amo los perros, a los animales indefenso todos, a esos que no tienen voz, cada vez que veo que abandonan en la calle a uno, entonces redoblo cada dia mas el cariño y amor que siento por el mio, cuando veo alguien que los maltrata, en ese momento digo para mi, sienten pena, los animales de la selva hacia esos mal nacidos.

Benjamin Berdion dijo:

6

8 de julio de 2020

16:35:49


Eusebio Leal, estaba preocupado no veía sus comentarios, pensé habías dejado de hacerlos. Busque dentro de los escritores y me dio gran alegría ver que harías uno, fue parecida a la que recibí cuando el Rey de España, durante su visita te entrego un -reconocimiento especial-saludos Eusebio, un abrazo. Que el perrito perdido, este en buenas manos.

Benjamin Berdion dijo:

7

8 de julio de 2020

16:59:05


Eusebio, cuando leí su comentario sobre su -perrito perdido-pensé escribir de la mascota de casa. Un vecino tenia un perrito, que dejaba en la azotea de su casa, con comida, pero al sol. En cierta ocasión, el hijo lo bajo a nuestra casa y se le entregaba al dueño cuando regresaba del trabajo, así pasaros varios días, hasta que el dueño llorando, nos dijo que nos quedáramos con el, se adapto bien, se llamaba Napoleón, le decíamos-Napo-todos en casa lo queríamos mucho, así pasaron 13 años, me encargaba del Veterinario y su tratamiento, llego el dia final y supe de las lagrimas del dueño, fueron muy duras, la esposa lloro y hubo que enterrarlo, gracias Eusebio.

anixia untoria roque dijo:

8

8 de julio de 2020

17:07:30


Que magistral manera de narrar.Recien murio en casa nuestro "Dibu", nuestro perrito,la mascota que era parte de nuestra familia, todos nos entristecimos.Amar a los animales dice mucho de la nobleza de las personas.

Gustavo Jadur Castañet dijo:

9

9 de julio de 2020

07:51:18


Hermoso articulo de nuestro querido Eusebio Leal.

Leonardo Sánchez dijo:

10

9 de julio de 2020

08:46:34


Magnífico y educativo comentario. Salud para Eusebio. Cuba lo necesita mucho.

Niurka dijo:

11

9 de julio de 2020

15:50:07


Tengo un perrito hace 9 años se llama Roqui, es mi mejor amigo, lo alimento y lo cuidamos bien mi esposo y yo, y me duele mucho algunos vecinos que tienen estos animalitos y no los alimenta, bella historia la suya.

pedro dijo:

12

10 de julio de 2020

09:14:00


Tenia una perrita ya con 15 años , le aparecio un tumor , fue operada , duro 2 año mas hasta que perecio , fue mucho dolor, despues vino una vecina con una perrita que no atendia bien por estar trabajando fuera, se la dejaba a veces a mi esposa y finalmente el animal al recibir cariño y atencion se mudo para nuestro Apto, donde no hay Xenofobia contra los animales ; crecio y parió 5 cahorros se regalaron 4 y uno quedo ya que el que lo iba a coger se arrepintió a ultima hora, lo tenemos -quedado en casa-, en espera de un receptor que lo acoja ; se llama "Addala" recordando un personaje de literaturas.

gabriel dijo:

13

13 de julio de 2020

13:50:30


le salió lo de niñ0 en el escrito, rara virtud que pocos grandes tienen

Odalys dijo:

14

16 de julio de 2020

11:14:05


Muy bonita historia.Yo también tengo dos perritas recogidas y dos gatos también recogidos. Son una compañía excelente. Ellos nos brindan mucha fidelidad y cariño. Creo que todo el apoyo que les podamos brindar es poco, ellos merecen mucho. Admiro a las personas que acogen a esas criaturas.

Gilda dijo:

15

1 de agosto de 2020

10:10:59


Bellísimo articulo digno de esa alma sensible que fue Eusebio Leal. Bello y educativo. Ojalá que todos los cubanos nos sensibilizararamos con el y aprendiéramos a respetar, compadecer y amar a lis animales, sobre todo a los desvalidos. Eusebio, por mil razones, vivirá para siempre en nuestros corazones.

Berta Lourdes dijo:

16

1 de agosto de 2020

15:32:53


Pues que enseñanza para los niños, jóvenes y los tan necesitados de una buena lección de amor y sencibilidad. Una de las tantas facetas maravillosas de nuestro Leal. Manantial inagotable de sabiduría y enseñanzas para todos. Toda la gloria deseada es poca para quien tanto dio al prójimo.