Los unos y los otros. Quienes derramaron la sangre de cerdo sobre los bustos de Martí. Los que registraron tan vil escena en sus celulares. Los que «subieron» las imágenes a internet y las enviaron a quienes pagan en Miami. Los que allá, en la cuna de la contrarrevolución, festejaron la repudiable acción realizada en el país que los vio nacer y crecer. Los que, incluso, se preguntaron ante la TV miamense: ¿por qué no echar sangre sobre los bustos de Martí?
Todos son personajes miserables, de lo más despreciable en cualquier sociedad. Ofender a un símbolo patrio, a un ideal venerado por todos, a un maestro de ética, cultura y convicciones, como Martí, es profanar a todo el pueblo cubano y también allende los mares, donde se le admira, se estudia su obra, y se sigue su ejemplo. Martí, deben saber estos rufianes, no es solo cubano, es universal.
Confieso que si repugnancia me dio ver a los personajes involucrados en esta abominable fechoría, incluso, oír sus cínicas confesiones, similar o mayor rechazo siento por quienes lo promovieron o estimularon, como la contrarrevolucionaria Ana Olema Hernández y el rapero, también contrarrevolucionario, Aldo Roberto Rodríguez Baquero, integrante del grupo de hip-hop Los aldeanos, que califica de «amigo Panter» a uno de los autores de la profanación a los bustos de Martí, y que incluso llegó a decir: «¿Qué pasó? ¿Por qué no se le puede echar un poco de sangre a José Martí?».
Aquellos que allá festejaban la «acción» debieran mirarse en algún espejo para apreciar la orfandad moral recogida en su expresión. O quizá acudir a la consulta de un sicoanalista, en busca de algún descubrimiento que refleje cuánta miseria humana se puede esconder en una persona.
Y a quienes, todavía aquí, se les iluminan los ojos con algunos dólares y hasta se olvidan de cuando estudiaron a Martí en las escuelas de la Isla, recuerden que también en Cuba se mantiene vigente, hoy y siempre, lo escrito por otro gran patriota, Antonio Maceo, cuando en carta a su coterráneo José Dolores Poyo sentenció: «¡Quien intente apoderarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la contienda!».
Frase muy válida del Titán de Bronce en su época, pero hoy también es parte del arsenal de nuestro pueblo contra mercenarios y miserables contrarrevolucionarios asalariados al servicio del imperio.
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Felo dijo:
1
29 de enero de 2020
08:15:46
Mimisma dijo:
2
29 de enero de 2020
08:18:30
Juan Augusto Valdes Martínez dijo:
3
29 de enero de 2020
11:05:37
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