ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

De vida intensa, aquel niño de Birán, que ahora cumpliría 93 años, transitó por una adolescencia y juventud –en Santiago de Cuba y La Habana– que lo fue moldeando como un buen estudiante y deportista, y pronto mereció el respeto y la admiración de sus condiscípulos.

En septiembre de 1945 matriculó en las carreras de Derecho y de Ciencias Sociales y Derecho Diplomático en la Universidad de La Habana. Allí se vinculó de inmediato a las luchas políticas en el seno del estudiantado universitario.

Se graduó como Doctor en Derecho Civil y Licenciado en Derecho Diplomático en 1950 y trabajando en un bufete, se dedicó, fundamentalmente, a la defensa de personas y sectores humildes de la sociedad.
Fue el que concibió y organizó los  asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. El que convirtió su estancia como prisionero, en la entonces Isla de Pinos, en una escuela para cimentar la concepción del proyecto que había expuesto en su alegato la «Historia me absolverá», –el Programa del Moncada–, su mayor contribución a la ejecución de los planes que se avecinaban.

Es quien, al triunfo, en 1959, dijo a su pueblo que «ahora vendría la etapa más difícil, la de hacer la Revolución» y no tardó un instante para cumplir con lo prometido: la ley de reforma agraria y la alfabetización de todo el pueblo.

Ya los campesinos, dueños de sus tierras, recibieron el gran regalo del líder: jóvenes, con uniformes y mochilas con lápices, cartillas, libretas y esperanzas, fueron a vivir a sus casas, a compartir lo poco que tenían y ayudar en las tareas, y lo más importante, enseñarlos a leer y escribir.

Un ciclón con nombre de Flora puso al país a toda prueba cuando los llanos orientales fueron invadidos por torrentes de agua que ahogaban a personas y animales, destruían viviendas, carreteras, caminos  y otras instalaciones, arrasaban con las plantaciones agrícolas.

Pero de la experiencia negativa de aquel ciclón, Fidel comprendió la necesidad de emprender de inmediato una verdadera revolución hidráulica. Y así lo hizo. Presas y otros embalses por doquier. Almacenar toda el agua que cayera y de esa forma tener líquido para la población y el regadío de los planes agrícolas que fue concibiendo a la vez que ejecutando.

Supo que el país, ya con su población alfabetizada y dando seguimiento a estudios medios y superiores, podría y debía convertirse en una nación de hombres de ciencia y pensamiento.

Hizo de la medicina una bandera para el combate de las enfermedades y para la contribución solidaria a otros países pobres. Concibió universidades de Ciencias Médicas y la prestigiosa elam, donde se han formado miles de médicos de decenas de naciones.

Cientos de miles de galenos, enfermeras y técnicos de la salud, formados por la Revolución, han trabajado y trabajan en los más intrincados lugares de la geografía latinoamericana y africana, fundamentalmente.
Como Comandante en Jefe, dirigió toda la colaboración militar cubana con África. Creó su puesto de mando y la distancia fue vencida con la inteligencia y la estrategia del líder y en esas condiciones dirigió combates y movimientos de tropas, hasta lograr la victoria final, con las independencias de Angola y Namibia y la derrota del apartheid sudafricano.

Siempre fue el primero en llegar al combate, ya fuera militar o contra la fuerza de la naturaleza, por ciclones que afectaron al país.

Nos legó el «Concepto de Revolución», brújula que guía la obra por hacer y las cosas que hay que rectificar.
La muerte lo sorprendió en plena faena investigativa para el desarrollo de la alimentación animal y humana.
Fue Fidel el principal abanderado de la unidad, como vital sostén de la Revolución y con ella nos llevó a la victoria y a construir el país que hoy tenemos.

Quedaron tareas inconclusas, que ahora corresponde a nuestro pueblo perpetuar.

Somos continuidad, resume la expresión y el compromiso con un Fidel siempre presente que, desde la roca que lo protege en su querida Santiago, continúa guiando nuestro camino y venciendo cada obstáculo.

En varias oportunidades le escuché hablar de su privilegio por haber vivido tantos años y por la intensidad del momento histórico que le tocó vivir.

Por eso, este, su 93 cumpleaños, no puede ser más que una parada en un camino que continuará por siempre y que cada cubano o ciudadano de otro pueblo amigo lo resume en esa frase de Yo soy Fidel. Y que el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, lo expresa con un compromiso ineludible: Somos continuidad.
Raúl, el guerrero a quien su jefe puso en sus manos la responsabilidad del estandarte revolucionario, definió a su hermano, de sangre y de lucha, con la magistral frase de Fidel es Fidel.

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bayardo altamirano dijo:

1

14 de agosto de 2019

11:49:12


Excelente Elson Un gran saludo

Daisy T. Rivero Leon dijo:

2

19 de agosto de 2019

02:23:27


Un excelente resumen de la vida y obra de Fidel.

Maricel dijo:

3

21 de agosto de 2019

08:37:58


Magistral compañero Elson, mis saludos.

Dispuesto dijo:

4

22 de agosto de 2019

13:46:44


Acudiendo al ideario Martiano Fuente de conocimiento e inspiración de Nuestro Comandante en Jefe me remito al siguiente pensamiento. “Los hombres no pueden ser más perfectos que el sol. El sol quema con la misma luz que calienta. El sol tiene mancha los desagradecido no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz (…) “ Este es Fidel nuestro Comandante .un Hombre integro, que supo definir con claridad donde está el lugar de un revolucionario, en su aniversario 93 su actualidad Revolucionaria nos dice que está aquí entre nosotros, trascribo una interpretación del concepto de Revolución aplicado a nuestra actualidad. “Revolución es algo más que concepto y acepciones, es su aplicación para todos en el más amplio horizonte del verbo, es entrega total a la obra del bien común, es concilio de todos en legislación en función de obrar en justicia frente a los desacuerdos de sociedad. Para nada es aparentar que quiero hacer algo popular por las mayorías en materia de hecho y de derecho cuando en realidad obramos en intereses fútiles. Conformar una sociedad justa lleva la sabiduría integral del comportamiento humano frente a cada obra. “Es Martí con sus sueños y es Fidel con su Obra” A él nos debemos, a él respondemos con toda la certeza que nos da la Fe en su visión sobre la construcción de una sociedad más justa. No te fallaremos.