ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Según el diccionario Larousse Ilustrado, simulador es aquel que finge ser lo que no es, y la simulación se define como ficción, fingimiento, disimulo, doblez, apariencia, paripé, impostura, deslealtad, engaño.

En Cuba existen simuladores, esa es una verdad de Perogrullo. Los hay de diferentes categorías, niveles y profesionalidad. Algunos vivieron durante años fingiendo, haciendo el paripé. Estos reyes del disimulo son diestros en el arte de la metamorfosis, esperan la oportunidad, calculan cada paso para estar siempre en el lugar y en el momento correcto, para cosechar beneficios que satisfagan su ambición sin freno.

Ahora hacen cátedra y grupo con los enemigos abiertos y declarados y coinciden en la «brillante falsedad» de que el pueblo, el soberano que trabaja y construye, los revolucionarios, nos inventamos la entrega y el compromiso, aparentamos defender los principios en los que creemos. Para ellos toda nuestra vida es una farsa.

Pero la Revolución no se hace con fingidores, las revoluciones no se sostienen con impostores, no se construyen sobre la base de la mentira, el engaño, el disimulo. Una Revolución solo se sostiene sobre la verdad, sobre el compromiso de la inmensa mayoría.

¿Eran simuladores los millones de milicianos que fundaron las Milicias Nacionales Revolucionarias?

¿Aparentaban los que pelearon en Girón? ¿Fingían los que lucharon contra las bandas armadas en el Escambray? ¿Mentían los miles de niños alfabetizadores que en 1961 llevaron la luz de la enseñanza a miles de campesinos que nunca antes habían tenido un maestro?

¿Actuaban con falsedad los miles, los millones de hombres y mujeres que, a lo largo de todos estos años, han trabajado duramente por desarrollar la economía nacional, los constructores de miles de escuelas y hospitales, los cortadores de caña, los mineros? ¿Simulaban los miles de soldados internacionalistas que marcharon de forma voluntaria a pelear en África contra el colonialismo y el apartheid? ¿Puede vencer un ejército de falsos soldados?

Nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias no forman parte de élites familiares o económicas, salen del pueblo, son hijos de campesinos, obreros, profesionales, etc. ¿Podría ser impostado su juramento de fidelidad a la Revolución? ¿Son simuladores nuestros médicos y maestros que prestan servicios en regiones remotas, esos que curan o educan en los cerros o en las favelas, en lugares adonde no va ni de broma un médico formado por el capitalismo?

Miles de intelectuales, periodistas, escritores, artistas, hombres y mujeres de la cultura defienden la obra de la Revolución; son rebeldes, críticos, inconformes, se involucran en la lucha diaria por un país mejor, cada vez más cercano a nuestro ideal de nación. ¿Cómo podrían fingir su amor por Cuba?

Un antiguo oficial de la Agencia Central de Inteligencia, que se caracterizaba por la objetividad de sus análisis sobre Cuba, en una oportunidad escribió que la Isla vivía una paradoja ideológica que él no entendía, no se explicaba cómo, en el periodo especial, en aquellos años duros, la base que sostenía la Revolución la integraban las personas que menos se habían beneficiado de ella. Se refería a los empleados públicos, estatales, los médicos, maestros, militares, funcionarios, no favorecidos directamente con las reformas aplicadas en esos años, con el trabajo por cuenta propia, etc. Él no podía entender las razones de esa mayoría dispuesta a darlo todo por Cuba, como no puede entenderlo un verdadero y auténtico simulador, alguien que no entendió jamás por qué un pueblo lo da todo, hasta la vida, por las ideas en las que cree.

La Revolución la hacen millones de hombres y mujeres de alma limpia que salen y combaten, no simulan. Los que creen que todo se acabó, los que tiemblan ante el fracaso, los que ambicionan y se rinden por codicia, los que sirven de bufones a los criminales, el malhechor que cree que todos son malhechores, esconden su culpa, su vergüenza tras la mentira de que todos mienten.

Quienes hacen Cuba saben que el camino, como tantas veces en la historia, no es el del yugo, sino el de la estrella.

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Cubano siempre dijo:

1

20 de julio de 2019

10:11:03


Muy buen comentario, a la altura de la palabras de Diaz Canel bajo la premisa de pensar como país.

ElizabethCuba dijo:

2

20 de julio de 2019

12:23:51


Así es, esas opiniones con el objetivo de crear malestar, desconcierto, dudas en la población, emitidos por la contrarrevolución no es más que el reflejo de ella misma, de sus constantes fracasos y piensa que todo el mundo somos de su condición cascavelera, traidora y mercenaria, de los tapiñaos, ante un país que se crece siempre en las dificultades que impone el bloqueo más duradero y cruel de la historia. Con los que piensan así con malsanas intenciones, no nos entendemos!!! Porque #SomosContinuidad #SomosCuba y #VamosPorMas

Andrey Respondió:


25 de julio de 2019

15:55:50

Podría decir me gusta, o me encanta....... El artículo y lo que ud ha escrito..... Nada más.

Moraima dijo:

3

20 de julio de 2019

13:14:17


Magnifica reflexión de Capote. Yo agregaría si cerca del millón de cubanos (solamente en La Habana, sin contar las provincias y municipios del país) que participa en el desfile del 1ro. de mayo cada año lo hacen simulando (u obligados, como dicen muchos) su respaldo a la revolución y nuestro gobierno; y si es posible que simuladores hayan apoyado durante 60 años a la revolución que sus detractores llaman dictadura.

Miguel dijo:

4

20 de julio de 2019

23:34:23


Excelente y necesario artículo de Raúl A. Capote, que me hace recordar aquel viejo refrán de "no son todos los que están, ni están todos los que son"... demasiados simuladores andan "enguayaberados", frenando el esfuerzo de pueblo y Gobierno, con Díaz-Canel al timón, de sacar la isla adelante. Hace falta revisarse por dentro, y revisar el saco, para sacar los mangos "podridos" que solo buscan la buena y benefactora sombra. Presidente Díaz-Canel, por favor... sacuda la mata!!!!... el pueblo se lo agradecerá.

José Luis Claros López dijo:

5

21 de julio de 2019

13:41:31


Muy buena reflexión, definitivamente la verdad siempre será revolucionaria. Un abrazo fraterno desde Yacuiba @JoseClarosLopez

Joel Ortiz Avilés dijo:

6

22 de julio de 2019

09:15:24


….Como un “Franco Tirador” le has dado en la frente con el disparo de la verdad, a esos Simuladores que aún tenemos y que tanto daño nos hacen. Nadie mejor como tú, que estuviste “dentro del monstruo” los conoces…pero hoy tenemos que estar muy alerta sobre los de nuevo tipo. Ese que tiene responsabilidades por el cargo que ostenta; que tiene que poner orden y disciplina, pero nunca llega a la hora a su trabajo; que tiene que controlar recursos no revisa las facturas que firma y nunca llega a ver el final del destino del medio; el que tiene que atender a un cliente que viene a plantear un problema que lleva ya dos meses en “gestiones” y le dice a su secretaria que comunique que está en una reunión y llegará tarde…..Raúl, para mí estos son también “simuladores” de revolucionarios…porque el que no se sensibilice con el ejemplo y la palabra de nuestro Presidente CEM Díaz Canel, que nos exige diariamente prestarle la atención sin límites a los problemas de los cubanos; es para que no esté en el cargo o funciones que cumple; aspecto en que considero debemos pasar a una etapa superior en el segundo semestre del año. !!!Venceremos!!!

Miguel Rafael dijo:

7

22 de julio de 2019

13:34:25


Excelente comentario Raúl. Escribe luego sobre las represalía que esos simuladores con cierto poder adoptan contra el que les dice la verdad y actua con ética...ellos que no admiten críticas...o de la impunidad que gozan cuando actuan rodeados de otros simuladores y se reconocen unos a otros para ese actuar oportunista. En fin, amigo...

Maria Rosa Giralt dijo:

8

22 de julio de 2019

13:53:23


Asimismo, coincido con Usted en que se es revolucionario o no se es, no hay términos medios; casualmente estoy leyendo su libro "La guerra que se nos hace", y aprovecho para recomendar a todos los compatriotas su lectura, hay en esas páginas tal enseñanza, que considero (al menos para mi), que en mi conciencia revolucionaria va a marcar “un antes y un después”; y sí, lamentablemente hay unos cuanto simuladores que piensan que todos somos iguales, pero como Usted explica brillantemente no es así, solo de esa forma se entiende que sigamos construyendo el socialismo tan cerca del imperio más poderos que ha existido jamás. Quiero como Usted: ...”un mundo en que todos los seres humanos tengan igualdad de posibilidades; quiero un mundo donde impere la justicia, la libertad; un mundo donde se proteja la naturaleza y no se discrimine a los seres humanos por su raza, género, orientación sexual, ni por alguna otra razón. Quiero un mundo donde la solidaridad y no el egoísmo, sea el motor que mueva a los hombres y mujeres; quiero un mundo donde conquistar el máximo de felicidad posible para todos sea el objetivo central del trabajo; donde los hombres laboren con el placer de creadores y no de esclavos; quiero un mundo sin hambre, sin analfabetismo; uno en el que la ley primera sea el culto a la dignidad plena del hombre”. Hay que seguir luchando, sin cansarnos por un mundo mejor, con el que soñó y luchó por conquistar Fidel y tantos gigantes de la historia.

Yudys dijo:

9

23 de julio de 2019

06:34:58


Excelente reflexión para los momentos en que vivimos, sabemos que estos simuladores son en verdad camajanes que tratan de destruir minimizar los logros alcanzados, por eso debemos andar con pasos cerrados para enfrentarlos para seguir adelante para perpetuar la gloria vivida y dar continuidad a la obra de de Fidel, Martí, Che y la legión histórica de la Revolución, ahora con Díaz Canel al frente.

Luis Escalona dijo:

10

26 de julio de 2019

07:08:52


Excelentes palabras, se advienen muy oportunas para aquellos que han escogido el camino de la mentira para esconder su culpa y su vergüenza, a esos que disimulan para ganar el dinero que pagan los que prefieren otra Cuba, esos que desconocen que seguimos prefiriendo la estrella, porque para los verdaderos cubanos no hay otro camino. Que los malhechores no olviden que somos más, que somos continuidad, que somos Cuba

Liyandi Garcia Frontela dijo:

11

29 de julio de 2019

13:56:58


Magnífica reflexión Capote, compañero de curso y amigo aún recuerdo sus vivencias contadas, y con el amor y cariño que trasmitía ambiente de revolución viva mi patria linda gracias