ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

A los 36 años Yuniel ha vuelto a estar dentro de su madre. O para ser precisos, una parte de él, aunque no una parte cualquiera. Que dentro del cuerpo materno se haya instalado uno de sus riñones, los que se le formaron en el vientre de ella, habla de una decisión harto embarazosa.

Una insuficiencia renal por un reflujo uretral de nacimiento, un mal congénito que diagnosticaba una notable estrechez del uréter, terminó por inhabilitar el funcionamiento renal de Xiomara, quien a sus 55 años pensó muchas veces que había llegado al fin de sus días. Si así no sucedió fue debido a que durante un año completo un taxi la recogía en su casa, tres veces en la semana, para llevarla al hospital Hermanos Ameijeiras, al salón de hemodiálisis, para que una máquina limpiara de sustancias tóxicas su sangre, lo que ya no lograba realizar su riñón; para que hiciera lo que hoy hace, con un «entusiasmo» asombroso –a juzgar por la salud que hoy disfruta ella– el riñón concedido.

Ni un día falló el auto, destinado por el sistema de salud cubano, para llevarla a alargar sus días, a alimentar la esperanza triste de que un donante, a partir de una desgracia, apareciera, porque el nobilísimo asunto de la donación de órganos busca ganar una vida cuando desdichadamente otra se ha perdido.

La otra opción era adquirir el riñón de un donante vivo. Ante la incompatibilidad comprobada con el de su hermana, el hijo no lo pensó dos veces. –Mami, yo puedo, si tú me diste la vida.

La decisión, que alboreaba la agonía, fue a la vez un modo de acentuarla, porque justo eso fue para la madre aceptar que, para garantizar la vida propia, correría peligro la del hijo, pero entre todos, fue persuadida.

Como aquello de la mala racha no es precisamente una fantasía, otros problemas se le sumaron a la familia, cuando el esposo de la enferma padeciera un ataque cardíaco, cuyos cuidados asumieron los hijos de ambos y los mejores vecinos. Con ese escenario de fondo le llegó al trasplante el día.

Madre e hijo fueron citados y la intervención quirúrgica se realizaría.

Preocupaciones y ocupaciones oscilaron alrededor del asunto. ¿Quién estaría allí? ¿Quién, en la casa, por si era preciso preparar o alcanzar algo? ¿A quién le tocaría cocinar ese día? ¿Con quién se quedaría la nietecita, una bebé de apenas unos meses de nacida?

Ni uno solo de los integrantes del equipo de retaguardia –todos cubanos, que viven, respiran y batallan en Cuba– tuvo que preocuparse por el costo monetario de la epopeya científica que sus familiares enfrentarían. El dinero, pesadilla de tanta gente con igual situación en muchas otras latitudes del mundo, no fue desvelo para ninguno.

A fuerza de ser cotidiano el hecho de que la salud es gratuita en Cuba, un país azotado hostilmente por el más poderoso imperio que haya existido jamás en la Tierra, nos parece natural que algo así se lleve a cabo en nuestros hospitales, donde la mano brutal del bloqueo económico deja caer su voluntad impía.  

Y es natural, pero lo es, porque así lo contempla, absolutamente para todos sus hijos, el sistema social que ha elegido Cuba, el que no excluye ni pregunta a las puertas de la consulta, ni el origen ni la postura política del que llega hasta ellas; el que respeta y asume que el bien solo es verdad cuando el beneficio puede tocarlos a todos.

De esas resueltas decisiones, irrenunciables y empeñadas en ir por más, nacen dichas infinitas como las que vive ahora esa sencilla familia, donde una madre, esposa y abuela, no solo «oxigena» su cuerpo, sino que baña su espíritu a sabiendas de que las mañanas la esperan descansadas para regalarle el milagro de un nuevo día.    

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Gabriela dijo:

1

22 de julio de 2019

11:29:16


Bellísima historia q cuenta un hermoso gesto de amor.felicidades.

Gabriela dijo:

2

22 de julio de 2019

11:33:07


Bellísima hisroria que cuenta un hermoso gesto d amor.felicidades.

José Castelló González dijo:

3

22 de julio de 2019

11:59:28


Muy valientes los dos, y su familia. Son decisiones que uno nunca quisiera afrontar. Que les permita larga vida a ambos!! Y es verdad, esos costosos servicios permiten que viva un número grande de cubanos, sin hablar de pagar. Ud., Madeleine, menciona el ejemplo del taxi que transportaba a la enferma. Así es, y no solamente el La Habana. Esos choferes, en cualquier lugar de Cuba (nunca he leído o escuchado queja al respecto) realizan callada y disciplinadamente su trabajo, a sabiendas de lo que significa y sin esperar otras "bonificaciones" que las gracias y la sonrisa de esos pacientes y familiares. Nada es perfecto, ni absoluto, pero me atrevo a afirmar que si hay imperfección, será realmente la excepción y no la regla. Y qué decir del personal médico y paramédico de esas salas en un trabajo que es continuo, agotador. Y el trabajo de los técnicos que permiten el funcionamiento y la atención a ese costoso y complejo equipamiento. Tan solo estos servicios de nefrología, que debemos cuidar no se deterioren, pese a tantos y tantos avatares, es motivo para sentirnos orgullosos en este país, como de personas capaces de arriesgar su vida propia para compartirla con un ser querido que lo necesita.

José Barba dijo:

4

23 de julio de 2019

02:13:46


Comentar este artículo en sucinta escritura es algo bien difícil, son tantos los mensajes que encontramos y tantos los ejemplos que pueden citarse que bien pudiéramos redactar un libro en 60 tomos, uno por cada año de Revolución, titulado "El amor en tiempos del bloqueo". Cuando el dinero corrompe, cuando a todo se le pone un precio elevado y tienes la disyuntiva "lo tomas o no comes", cuando aquella "ayuda al prójimo" parece una burbuja de jabón, cuando se habla de "pérdida de valores" y deterioro de las familias cubanas, salen a la luz ejemplos como éste, que no son pocos, para confirmar que "no todo está perdido, yo te ofrezco mi vida". Esas son nuestras raíces, así somos los cubanos, que no vacilamos en ofrecer hasta nuestra sangre por salvar la vida de alguien a quién ni siquiera conocemos!. Hoy madre e hijo vuelven a ser "el uno para el otro", "sólo el amor engendra la maravilla", y es que vivimos este ejemplo de madre que supo sembrar amor en el alma de sus hijos, capaces de luchar por ella hasta el último minuto. Alrededor de ellos, hombres y mujeres con decoro, un anónimo taxista, un incansable doctor, una altruista enfermera, unos vecinos solidarios, todos con un común denominador, obrar con el desinterés como sol. Esa es Cuba!, por eso somos fuertes, por eso resistimos, porque desde la familia aprendemos a compartir lo poco que tenemos, hasta la vida.

RAULITO dijo:

5

23 de julio de 2019

08:22:51


Muy bonita esta historia, muy conmovedora, la decision familiar, las bomdades de nuestro sistema de salud sin mediar clase social, raza, origen religion, nada de pagar por esa intervencion quirurgica, el taxi a dispocion del enfermo, etc. Excelente este trabajo periodistico porque cuando otros se dedican a difundir en las redes sociales cualquier fallo de nuestra sociedad hay periodistas que enaltecen la grandeza de nuestra obra. Este es el periodismo que le hace falta a los cubanos en estos tiempos. Gracias Madeleine.

Belkys Sosa Rosabal dijo:

6

29 de julio de 2019

14:36:28


Muy emocionante cada vez que conocemos estas historias de vida,eso habla del altruismo incondicional de nuestros medico. Yo misma tengo una experiencia similar que voy a compartir con ustedes. Mucha salud y bendiciones para esa familia

er incurto dijo:

7

30 de julio de 2019

14:45:08


EL dia que usted estaba en la UH en la graduación de la FCOM mi hija se graduaba para inmenza alegria de la familia que aun disfrutamos. Lo digo pues ella es una superviviente de cáncer. ¿Qué hubiera sido de ella y de nosotros sin el Estado Cubano? ¿Cuanto pone el Estado nuestro en el INOR? Lo cotidiano se hace invisible. Yo le puedo asegurar que en aquellos tragicos y difiles meses sentia que tenia una mano poderosa en mi hombro y no exagero asi lo sentia. !Viva Fidel y su eterna Revolución!!!!!!!

Víctor Séz Díaz dijo:

8

1 de agosto de 2019

04:43:05


Enhorabuena a la sanidad cubana. Algo de lo que sentirse orgullosos.Un abrazo a madre e hijo.

Midiala dijo:

9

23 de agosto de 2019

09:30:45


Un gesto muy hermoso de un hijo agradecido de su madre, felicidades muchacho una vida larga para ti y muchas cosas buenas.

samuel dijo:

10

30 de agosto de 2019

12:54:54


eso,solo en Cuba