En el paso de unos años ha intentado tomar nuestra casa. Está en el aire, sobrevuela la esquina, camina invisible por la acera, pretende adueñarse de los ómnibus, del éter, monta coches, se pasea por los edificios multifamiliares, contamina determinadas relaciones interpersonales.
La vulgaridad, agresivo y perjudicial antivalor, corroe la nobleza del alma, tiende a asentar  en algunos seres la errónea concepción de que la ordinariez es el único modelo posible de vida, tienta al débil o influenciable por efecto de supervivencia, habida cuenta de que lastima la proclividad a un proceder divergente en consecuencia con su nivel de expansión.
Hubo un momento histórico, parteaguas ético y moral –cual se ha escrito hasta el cansancio, derivado en gran parte, pero no toda, del cisma económico de los 90–, cuando algunos, quizá bastantes, confundieron el camino.
Fue a partir del efecto de esos años tan duros que esas personas tendieron a confundir las inmortales binarias nociones vitales del Bien y el Mal. Trastrocaron una esencia prístina de toda relación social, más allá de las ideologías, basada en el consenso de no subordinar paz e interés colectivo al arbitrio personal de desenfrenados sin topes contendores. 
Así llegamos a la actualidad, donde una parte de las personas se encuentra atrapada en esa rampante desfachatez tan alejada de las buenas maneras, «presos» de actitudes soeces atentatorias de las costumbres y los proverbiales hábitos cordiales del cubano desde nuestros albores.
Así, una familia, o hasta un solo miembro, puede tener en vilo al barrio completo mientras amplifica sus ignominias sonoras desde las nueve de la mañana, de lunes a domingo; así, la violencia gana espacios; así, cualquiera entorpece el paso de peatones en su acera, porque hace de esta dominio particular para la mar de usos privados, desde jugar dominó hasta amontonar montañas de arena.   
Así, vemos a hombres sin camisa en los establecimientos públicos; a personas de cualquier sexo en short y chancletas dentro de hospitales, funerarias, instituciones oficiales. Así, escuchamos indecencias de todo tipo propaladas al lado de ancianos, niños, sin contemplaciones…
Es difícil vivir cuando la virtud tiene que pedirle perdón al vicio, para decirlo con palabras martianas. Tanto la pureza del decálogo cívico del Héroe Nacional como el de los padres fundadores de la nación deberían continuar expandiéndose hasta que encuentren el eco pertinente en el entorno social cubano del siglo xxi. Hay ejemplos suficientes para encauzar este entorno que describimos, y suficientes cubanos buenos que marcan la diferencia.
Es deber de todos combatir la ausencia de sentido común, la vulgaridad, la falta de respeto, y de civilidad en la sociedad. Los padres debemos apoyar, nunca cometer el grave error de censurar, a los buenos profesores y directores de escuelas que luchan contra ello. Sesenta años de sólida educación deben tener el suficiente peso para contrarrestar a lo ordinario en tanto actitud de vida.
El elemento perjudicial externo no puede marcar la hoja de ruta del hogar. Educación moral, instrucción, adquisición de cultura son propósitos de ineludible orientación en la célula primaria de la familia, más allá de los problemas, más allá de las carencias.
Un ser humano culto y refinado nunca incurrirá en las incorrecciones bosquejadas en este texto.
 


                    
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NHM dijo:
1
14 de enero de 2019
11:09:15
Ma. Cristina dijo:
2
14 de enero de 2019
11:28:57
maribel Serrano dijo:
3
14 de enero de 2019
11:31:05
Pedro Luis Herrera Cárdenas dijo:
4
14 de enero de 2019
15:37:44
Pedro Luis Herrera Cárdenas dijo:
5
14 de enero de 2019
15:41:21
jmg dijo:
6
14 de enero de 2019
22:36:51
Pelotero dijo:
7
15 de enero de 2019
00:25:40
oscar dijo:
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15 de enero de 2019
07:26:01
AVP dijo:
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15 de enero de 2019
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Damaso dijo:
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15 de enero de 2019
09:07:24
cubana dijo:
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15 de enero de 2019
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ian dijo:
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16 de enero de 2019
05:18:18
Pedro dijo:
13
16 de enero de 2019
09:35:37
la cienfueguera dijo:
14
16 de enero de 2019
14:16:31
elidealista dijo:
15
16 de enero de 2019
17:17:08
Miguel dijo:
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18 de enero de 2019
15:25:51
villa dijo:
17
25 de enero de 2019
13:12:35
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