ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Soy de una zona campesina y aunque no crecí en una familia consagrada a las labores del campo, sí viví en permanente contacto con los que tenían esa faena como forma de sustento y amaban la tradición laboriosa del guajiro cubano.
Justamente esa palabra, «guajiro», la escuché por vez primera cuando llegaban visitas a la casa y mi mamá me conminaba a salir del cuarto y saludar a los recién llegados: ella les decía como forma jocosa de justificar mi timidez: es que es muy guajiro y todo le da pena. Allí la palabra se usaba como sinónimo de humildad, de recogimiento, de parquedad y su uso tiene lógica, porque nuestros campesinos auténticos son gente de pocas palabras, de probada modestia y de un sentido práctico de la vida que no les resta inteligencia ni cultura, en un país que ha llevado la posibilidad de cultivarse como seres humanos a todos los rincones de la Isla.
Recuerdo también a mi abuela riendo cuando yo tomaba una cucharada demasiado grande de durofrío (el helado llegó más tarde) que nos vendía una vecina, y que causaba un dolor punzante sobre las cejas, a causa de la frialdad, molestia que solíamos llamar «la punzada del guajiro».
Después, a lo largo de la vida fui testigo de otros usos para el término, tanto con fines cariñosos como despectivos. Había lugares donde me decían guajiro con afecto, y otros donde lo empleaban para buscar la burla citadina a costa de supuestos despistes rurales, ignorando muchas veces que la realidad era otra y el campesino resultaba mucho más culto que el autóctono poblador de ciudad.
Ese guajiro de nuestros campos sigue repleto de cubanía, le gusta ajustarse el sombrero nuevo en las tardes de domingo, subir al lomo de su caballo e irse a una partida de dominó. Dejar la puerta de la casa abierta hasta bien entrada la noche como gesto permanente de solidaridad y hospitalidad. Brindar su café en las mañanas y en las tardes. Machacar los plátanos verdes con grasa de
cerdo y dientes de ajo. Le gusta la música mexicana, el ajiaco y la harina de maíz. No soporta a los holgazanes y monta en justificada cólera cuando alguien ofende a su país o su Revolución.
Mucho les debemos a los campesinos y mucha historia que han escrito en todos estos años, ellos fueron siempre los más sufridos, los más marginados y olvidados por los gobiernos anteriores a 1959. Las imágenes se pueden ver, las estadísticas se pueden buscar, pero lo más efectivo es lo que nos pueden contar nuestros padres y abuelos, esas historias que escuché desde niño de gente real, que caminaba por mi barrio día tras día y que fue testigo de tiempos en que, para los guajiros, saber escribir era una quimera y sentirse un humano con derechos, era un sueño.

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Juan Osmell dijo:

1

22 de octubre de 2018

06:28:03


Muy buen articulo, así somos, yo soy de ahí compay.

ricardo dijo:

2

22 de octubre de 2018

07:52:35


Bello comentario. Soy desendiente de guajiros aunque nunca forme parte del campesinado. Aunque con la revolucion pude llegar aser universitario aprender tres idiomas extranjeros y he viajado a casi una decena de paises. Siento mucho orgullo de sentirme guajiro y de mi familia del campo.

mary dijo:

3

23 de octubre de 2018

08:17:09


muy bonito este articulo los que vivimos en el campo siempre recordaremos esa etapa tan bella de la vida se vivia con humildad pero con mucho respeto y educación saludos

Jose Manuel dijo:

4

23 de octubre de 2018

10:33:15


En efecto, como usted me hice profesional pero provengo de una familia campesina cultivadora de arroz en una zona de Yara, a la cual adoro y admiro. Concuerdo con usted plenamente...qué campesino cubano no defiende la Revolucion.

Liudmila dijo:

5

23 de octubre de 2018

13:21:48


Me gusto mucho el articulo. Así somos los guajiros y a mucha honra y orgullo

Amir dijo:

6

24 de octubre de 2018

11:14:14


Los guajiros estudiaron y aprendieron demasiado, y se fueron del campo, en los años 90 fueron los primeros en subir los precios a los productos, por aquella época cuando los frijoles estaban a 8.00 pesos la libra escuche a campesinos decir que tenían guardada su cosecha de frijoles para venderla cuando estuviera a 16.00 pesos la libra. Y hoy muchos que tienen tierras en vez de sembrarla completa siembran la mitad y después duplican el precio para ganar lo mismo con menos trabajo y la mitad de los gastos. No les importa si hay o no hay comida para el pueblo solo les importa sus ganancias. No les importa el bolcillo de los que viven de un salario, claro el de ellos esta lleno de dinero, por eso ya no quieren trabajar. Ya el gobierno a aprobado tres resoluciones diferentes para la entrega de la tierra y la producción de la agricultura no crese como necesita el país

noel dijo:

7

25 de octubre de 2018

12:01:47


Buen comentario miguel, yo soy hijo de campesino y tuve mi niñes en el campo y te puedo contar q antes de entregarle una caballeria de tierra a mi papa, se dedicaba a labrar traviesas en la sierra maestra y se pasó cerca de 10 años guindado de una amaca y viniendo cada 3 meses a la casa buscando el sustento de una excelente exposa y 8 hijos, hoy parece increible pero cierto, viviamos de un credito q daba la tienda y el lo liquidaba cada vez que regresaba, pronto ese guajiro junto a los mayores laboró las tierras q nos dió la leche, la carne y las viandas, q se le brindaba a los vecinos con mucha humildad, no teniamos ropa, ni zapato pero heramos muy educados, callados o penosos, muy respetuosos para no meternos en una conversación, pasar por el medio nos estubieran hablando o contradecir cualquier opinión, esas cosas buenas de los guajiros hojala puedan perdurar en el tiempo a pesar de las dificultades económicas q tengamos.

Mabely dijo:

8

1 de noviembre de 2018

14:50:15


Gracias es su artículo muy interesante soy del campo aunque no lo parezca por mi forma de ser, de vestir y por muchas cosas más pero estoy orgullosa de ser GUAJIRA, de llevar la tierra cubana en mi ser. Viví 6 años en La Habana, y hace 24 años vivo en Sancti Spirítus. Pero mi terruño del municipio de Yaguajay siempre lo defenderé y si para todos soy de la comunidad “El Tranque” y realmente "El Tranque si aparece en el mapa". Gracias a esta gren revolucion esta guajira es graduada de Lic. en Estudios Socioculturales.