ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

En las últimas semanas hemos evocado la visita de Fidel a Vietnam y los vínculos solidarios que, desde muy temprano, se establecieron entre nuestros dos pueblos. De manera inevitable, el tema ha removido en mí muchos recuerdos personales. Traspasando fronteras políticas e ideológicas, Vietnam sorprendió al mundo en ocasión de su espectacular victoria de Dien Bien Phu. Lo más granado de la élite militar francesa había erigido en ese lugar una fortaleza inexpugnable, atrincherada tras un cordón de montañas.
Con paciencia y sistematicidad infinitas, con sus típicos sombreros campesinos, habían escalado en bicicleta las alturas, llevando pieza a pieza las partes de una artillería que habría de armarse en los montes. De repente, rodeada por el enemigo silencioso, la fortaleza se convirtió en trampa mortal. Francia tuvo que sentarse a la mesa de negociaciones. La intervención norteamericana se produjo acompañada de una campaña de prensa que acusaba de incapacidad al antiguo imperio francés. Más contundente  y espectacular sería la caída de Saigón, junto con una de las bases militares que disponían del armamento más sofisticado de la época.
La estrategia diseñada por la dirigencia vietnamita se fundamentó en los aportes culturales de una antigua y bien cimentada sabiduría, en el conocimiento de la realidad concreta del pueblo en los duros años de combate, en el cuidado extremo a la atención de cada detalle, en la confianza absoluta en el triunfo final y en la necesidad de ir creando las condiciones para la reconstrucción de un país destrozado. Se actuaba en el presente y se preparaba el porvenir.
Ho Chi Minh era portador de esa sabiduría ancestral. El exilio lo llevó a conocer el mundo desde su condición de trabajador y participante en las luchas sociales. Pudo movilizar las mejores virtudes de su pueblo para afrontar la guerra con convicción de la victoria segura. Por eso, en medio del más duro asedio, concedió prioridad a la formación de especialistas indispensables para el desarrollo del país. El entonces campo socialista ofreció becas para carreras universitarias en todas las ramas del saber. Cuba también recibió a centenares de jóvenes vietnamitas.
La experiencia me tocó de cerca. Muchos vinieron a aprender español. Tenían la ventaja de venir de un medio donde la convivencia cotidiana complementaba la enseñanza en el aula. La tarea adquirió mayor complejidad cuando se incorporaron aquellos que venían a estudiar inglés. Los estudiantes no hablaban español y sus profesores no conocían el vietnamita. Melba Hernández nos procuró manuales orientados al empleo de una metodología por vía directa. Instalados en un ambiente hispanoparlante, hubo que acrecentar el número de horas de docencia.
El aula tenía que sustituir lo que el entorno no favorecía. Con cierta frecuencia los representantes diplomáticos de Vietnam nos expresaban su satisfacción por el trabajo, a la vez que solicitaban que se concediera a los jóvenes un tiempito para la siesta. Alegando razones técnicas, nos resistíamos a hacerlo.
Un buen día, conversando con Marta Rojas, supe que Ho Chi Minh, consciente de los niveles de desnutrición de su pueblo, había dispuesto ese horario de descanso. Hanoi sufría el asedio de la aviación enemiga. En las horas del mediodía, los vuelos recesaban. Los artilleros encargados de la defensa de la ciudad tenían dispuesta una litera tras la batería. Bajo el efecto impactante de esa información cedimos. La fuerza de la realidad se imponía sobre las razones técnicas. Compartimos con ellos las horas de recogimiento y dolor con motivo de la muerte del tío Ho.
Años más tarde, transcurrían los 80 del pasado siglo, coincidí con un profesor vietnamita en una reunión de expertos en educación superior convocada por la Unesco. Pausado, sereno, cordial, presentó un panorama de la situación de su país. La etapa de reconstrucción exigía una preparación numéricamente considerable de especialistas. Sabían que la cantidad no se traduciría mecánicamente en la calidad necesaria para los esfuerzos que el desarrollo necesitaba.
Para lograr esos fines, habían previsto el eslabonamiento a seguir en los próximos años. Aproveché para preguntarle acerca de los resultados de nuestra
colaboración. Afirmó que sobrepasaron las expectativas. Algunos se desempeñaban en importantes funciones y, más allá de lo programado, el dominio del castellano había viabilizado la ayuda que, ya entonces, su país brindaba a las antiguas colonias portuguesas en África.
La clave de la sabiduría está en la adecuada articulación entre el microscopio y el catalejo, entre el ahora y el mañana. El microscopio conduce a percibir en toda su profundidad el conocimiento, hasta el último detalle, realidad de un adentro movedizo según las circunstancias, portador a la vez de costumbres, tradiciones, culturas y expectativas de vida venidas de un pasado remoto y de un pasado inmediato. El catalejo permite establecer las pautas hacia un futuro que está naciendo en el día de hoy. Se trata, en suma, de conciliar las demandas del ahora mismo con los cimientos del porvenir.
Esta dialéctica que enlaza las distintas dimensiones del tiempo y ajusta el equilibrio entre lo apremiante y lo indispensable, implica tomar el pulso de la realidad y asumir, a cara descubierta, los obstáculos subjetivos y objetivos que se interponen en el camino. Bajo las bombas, con buena parte de su territorio ocupado por el enemigo, los vietnamitas comprendieron que para asegurar el mañana, la educación era una inversión imprescindible. Cuando se produjo la estampida de los norteamericanos, estaban listos para emprender la reconstrucción de un país devastado. (Tomado de Juventud Rebelde)

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Julio Cesar dijo:

1

24 de septiembre de 2018

08:53:53


Coincido con Graziella que el camino trazado por ese pueblo y su dirigencia ha traspasado fronteras políticas e ideológicas, y que la estrategia diseñada por la dirigencia vietnamita se fundamentó primordialmente en su cultura y una antigua y bien cimentada sabiduría, en el conocimiento de la realidad del pueblo en los duros años de combate, en el cuidado extremo a la atención de cada detalle, en la confianza absoluta en el triunfo final y en la necesidad de ir creando las condiciones para la reconstrucción de un país destrozado , nos comenta la autora Cabe recordar que Vietnam fue objeto de un embargo primeramente a Vietnam del Norte desde 1964 y después se hizo extensivo a todo Vietnam al final de la Guerra 1975, que duró aproximadamente 30 años. Ni por asomo nuestro país fue sometido a tan cruel e inhumana devastación por una guerra, sumado al cruel bloqueo que le precedió, eso es algo irrefutable. Ahora cabe la pregunta. ¿Por qué no elegimos ese modelo y ejemplo revolucionario tan tangible de desarrollo y bienestar social y político. Por qué no se conceden las prioridades indispensables para el desarrollo del país imitando lo que ya de hecho es más que una realidad ,un Vietnam regurgitado de las cenizas de una guerra brutal y devastadora , devenido hoy en paradigma de desarrollo y prosperidad. Esa clave de la sabiduría como expresa Graziella, está en la adecuada articulación entre el microscopio y el catalejo, entre el ahora y el mañana, pero también en no seguir repitiendo los mismos errores, nuestro problemas sociales no suelen arreglarse con leyes ni constituciones, sino con más educación basada en valores como la tolerancia, el respeto mutuo y principios éticos, y en una ciudadanía próspera y fraterna, los económicos se resolverán cuando creemos instituciones que fomenten la riqueza y liberemos las fuerzas productivas. Entonces, porque no acabamos de tomar las decisiones correctas cambiando a luz larga, para que nuestro país pueda encaminarse hacia el bienestar y seguir los pasos atinados de esa prospera y también revolucionaria Vietnam, los buenos ejemplos hay que seguirlos. Por qué no se siguió el ejemplo de José Martí cuando expuso: «La política es el arte de combinar, para el bienestar creciente interior, los factores diversos u opuestos de un país, y de salvar al país de la enemistad abierta o la amistad codiciosa de los demás pueblos.» OC. 6:158. Un Saludo

OrlandoB dijo:

2

25 de septiembre de 2018

06:29:23


Julio, coincido con usted en los logros de Vietnam. Un pais com mucha autodiciplina en sus labores diaria y los logros alcanzado a favor de sus ciudadanos. Pero el enpuje grande de ese pais heroico en su desarrolo, lo ha venido alcanzando despues que la administracion de Clinton, le levantó el bloqueo y comenzo a comerciar con ellos.

Julio Cesar Respondió:


25 de septiembre de 2018

10:07:15

Si, también coincido en parte con usted, a su vez es muy importante no olvidar y destacar que el gobierno de Vietnam siguió al pie de la letra el pensamiento del líder Ho Chi Minh cuando afirmó: “Seremos como el pino y el ciprés, para ellos la tormenta es una oportunidad de mostrar su fuerza y estabilidad”. A pesar de haber soportado una guerra brutal, genocida y repudiable, a pesar de eso, resolvieron comenzar con las reformas (Doi moi) en 1986 un año antes de que en la ex URSS se iniciaran la Perestroika, ya en 1987 se dio en Vietnam la Ley de inversiones extranjeras, seguidamente en 1992 la nueva Constitución de la República Socialista de Vietnam, autorizo la propiedad privada. Sin olvidar esa guerra brutal genocida e injustificable, optaron desde febrero de 1982 sostener conversaciones sobre los desaparecidos en acción de guerra con los Estados Unidos, en septiembre de 1988 Vietnam y Estado Unidos efectúan las primeras operaciones conjuntas para investigar estos desaparecidos y en el 91 se acuerdan establecer tales oficinas. El 29 de abril de 1992: el entonces presidente de Estados Unidos George Bush suaviza el embargo permitiendo ventas para proyectos humanitarios, y el 14 de diciembre de 1992: Bush permite que empresas de EE.UU. abran oficinas, firmen contratos y efectúen estudios de factibilidad en Vietnam. El 2 de julio de 1993: Tras señalar la cooperación de Vietnam en las cuestiones de los prisioneros, el presidente Bill Clinton pone fin a la oposición a que se zanje la deuda atrasada de Vietnam con el FMI (140 millones de dólares) abriendo así el camino para este país obtenga nuevos préstamos. El 27 de enero de 1994: El senado de Estados Unidos aprueba una resolución no obligatoria que exhorta a Clinton a levantar el embargo. La vertiginosa carrera de Vietnam a partir de la primera década de 1990 se ha convertido en un ejemplo para muchos países en desarrollo en este duro bregar de una economía mundial completamente globalizada, pero lo más transcendental de todo esto fue la DECISIÓN ASERTIVA Y SABIA de su gobierno, no de olvidar un pasado que fue desgarrador y sesgo la vida de millones de personas y arraso casi con la totalidad del territorio, sino de sobre la base del respeto mutuo y el destierro de sentimientos como la soberbia e intransigencia, abrir un punto de partida que se tradujo en crecimiento económico significativo y mejora en la calidad y el bienestar de su pueblo. Creo que ahí radica la virtud de ese pueblo que es digna de seguir e imitar. Un Saludo

Julio Cesar dijo:

3

25 de septiembre de 2018

12:52:13


Si, también coincido en parte con usted OrlandoB, a su vez es muy importante no olvidar y destacar que el gobierno de Vietnam siguió al pie de la letra el pensamiento del líder Ho Chi Minh cuando afirmó: “Seremos como el pino y el ciprés, para ellos la tormenta es una oportunidad de mostrar su fuerza y estabilidad”. A pesar de haber soportado una guerra brutal, genocida y repudiable, a pesar de eso, resolvieron comenzar con las reformas (Doi moi) en 1986 un año antes de que en la ex URSS se iniciaran la Perestroika, ya en 1987 se dio en Vietnam la Ley de inversiones extranjeras, seguidamente en 1992 la nueva Constitución de la República Socialista de Vietnam, autorizo la propiedad privada. Sin olvidar esa guerra brutal genocida e injustificable, optaron desde febrero de 1982 sostener conversaciones sobre los desaparecidos en acción de guerra con los Estados Unidos, en septiembre de 1988 Vietnam y Estado Unidos efectúan las primeras operaciones conjuntas para investigar estos desaparecidos y en el 91 se acuerdan establecer tales oficinas. El 29 de abril de 1992: el entonces presidente de Estados Unidos George Bush suaviza el embargo permitiendo ventas para proyectos humanitarios, y el 14 de diciembre de 1992: Bush permite que empresas de EE.UU. abran oficinas, firmen contratos y efectúen estudios de factibilidad en Vietnam. El 2 de julio de 1993: Tras señalar la cooperación de Vietnam en las cuestiones de los prisioneros, el presidente Bill Clinton pone fin a la oposición a que se zanje la deuda atrasada de Vietnam con el FMI (140 millones de dólares) abriendo así el camino para este país obtenga nuevos préstamos. El 27 de enero de 1994: El senado de Estados Unidos aprueba una resolución no obligatoria que exhorta a Clinton a levantar el embargo. La vertiginosa carrera de Vietnam a partir de la primera década de 1990 se ha convertido en un ejemplo para muchos países en desarrollo en este duro bregar de una economía mundial completamente globalizada, pero lo más transcendental de todo esto fue la DECISIÓN ASERTIVA Y SABIA de su gobierno, no de olvidar un pasado que fue desgarrador y sesgo la vida de millones de personas y arraso casi con la totalidad del territorio, sino de sobre la base del respeto mutuo y el destierro de sentimientos como la soberbia e intransigencia, abrir un punto de partida que se tradujo en crecimiento económico significativo y mejora en la calidad y el bienestar de su pueblo. Creo que ahí radica la virtud de ese pueblo que es digna de seguir e imitar. Un Saludo