La felicidad de Osbel y su niña Rosmery se trastocó en dolor en un abrir y cerrar de ojos, cuando al transitar en bicicletas por una céntrica calle de Santa Clara cayeron en uno de los tantos huecos abiertos por una entidad estatal, el cual ha demorado una eternidad en ser corregido.
El accidente resultó de tal magnitud, que ambos debieron ser trasladados y atendidos con urgencia en el hospital de la ciudad, donde curaron sus heridas, aunque está por ver quién responderá por los daños sicológicos y materiales causados a padre e hija.
Y como ese, a diario resultan varios los percances de ese tipo que ocurren a causa de la indolencia de personas, ya sea particulares o estatales, quienes, con autorización o sin ella, se dedican a romper las calles, abrir zanjas u otras acciones con el objetivo de colocar llaves, tuberías, ejecutar acometidas o reparar alguno de los muchos salideros que abundan por doquier.
Tal fenómeno afecta no solo a las personas, también los vehículos sufren averías en su dirección a causa de la penosa realidad, la cual forma parte de las indisciplinas sociales de algunos, y de la indolencia de quienes tienen la obligación de poner coto a esa situación e imponer el orden y la legalidad.
Se conoce que en la mayoría de los lugares, para poder trabajar en una arteria resulta necesaria la solicitud de un permiso a las autoridades correspondientes; sin embargo, ese proceder casi nunca se cumple, y si ocurre, luego no tiene el seguimiento requerido por quienes deben velar por su cumplimiento, lo que provoca que haya zanjas y huecos sin solución durante meses y años.
Ante esa realidad, lo que más molesta a la población es que el mal ejemplo comienza muchísimas veces por algunas instituciones estatales como acueducto y alcantarillado, la construcción y otros organismos, quienes inician trabajos y luego eternizan su terminación o nunca concluyen la obra, lo cual, además de afear el ornato público, provoca lesiones a los transeúntes.
Un ejemplo de lo anterior son los huecos abiertos hace más de un mes en la céntrica calle Luis Estévez, de Santa Clara, causantes del accidente de marras en el que se vieron involucrados el papá y su niña, el cual, al decir de los vecinos del lugar, no ha sido el único ocurrido allí.
No hay razón para no poner freno a los picacalles, algo muy preocupante si se tiene en cuenta la imposibilidad actual del país de asignar los recursos necesarios para acometer la reparación de todas la vías afectadas, de ahí la necesidad de frenar con prontitud esa indisciplina.
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juanito padron dijo:
1
9 de julio de 2018
08:06:11
Luis Bueno dijo:
2
9 de julio de 2018
09:03:44
pbruzon dijo:
3
9 de julio de 2018
12:02:10
Roberto JP Respondió:
9 de julio de 2018
12:43:21
Alcides dijo:
4
10 de julio de 2018
09:41:15
Julio Cesar dijo:
5
10 de julio de 2018
10:04:15
argelionomas dijo:
6
10 de julio de 2018
13:22:15
juan René dijo:
7
11 de julio de 2018
10:47:05
loriet dijo:
8
12 de julio de 2018
09:17:47
Reinaldo dijo:
9
15 de julio de 2018
11:29:22
Reinaldo dijo:
10
15 de julio de 2018
11:34:29
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