ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Cierta literatura de contenido carcelario que a menudo cae en las manos de ávidos lectores, así como filmes equivalentes, aluden bastante en sus narrativas a la presunta o real existencia de códigos de conductas no escritos entre la población penal que imponen líneas rojas que no se pueden transgredir. Así, por ejemplo, a quienes ingresan por cometer actos contra la infancia y en particular violaciones, les espera junto al cumplimiento de la sentencia de un tribunal, el castigo adicional de un severo repudio.

Al propio tiempo en el imaginario popular subsiste la leyenda o la constatación de que delincuentes se cuidan de que sus fechorías nunca transcurran en los barrios donde nacieron y crecieron. Se dice que es muy mal visto entre los propios compinches.

Si lo miramos en toda su ponderable relatividad habrá que reconocer que aun en los más desfavorables ambientes sociales aparecen atisbos de moral y ética.

Infinitamente más que ese destello deberían brillar determinados principios en la apropiada conducta ciudadana, en estos tiempos en que muchas necesidades se encaran «por la izquierda», un término que siempre me sonó inapropiado si pienso en ese lado de la política de progresismo revolucionario.

Ahora lo que comienza a predominar en los trapicheos lingüísticos de la convivencia cotidiana es lo de resolver «por fuera», esto es conseguir lo que no ampara ninguna ley o recursos materiales que se extraen de dentro mediante sustracciones y operaciones fraudulentas.

Sería ingenuo pretender que se eliminara de un plumazo la generalizada vía del «por fuera», obviando todo el conjunto de factores socioeconómicos concurrentes en nuestro complejo proceso de construcción de un socialismo sostenible frente a variados desafíos.

Pero sí creo que tanto desamor debe tener algunos límites, y uno de ellos es el atinente a la distribución, venta y especulación de los medicamentos de consumo popular que tantas incertidumbres y ansiedades provoca, y que se manifiesta cada semana en los días de suministros en las farmacias, entre los que cuentan con el llamado «tarjetón» regulador.

Quienes envejecimos bajo el férreo bloqueo estadounidense, sabemos bien del denodado esfuerzo del Estado cubano para obtener medicamentos o sus materias primas en un mercado exterior en el que la persecución extraterritorial del imperio entorpece la adquisición de suministros, créditos financieros y alivios de acreedores. Y pese a tan perverso empeño nunca faltó la circulación de los más perentorios en las redes distribuidoras formales, si bien con circunstanciales altas y bajas, puntualidades o demoras, y a precios subvencionados, lo que jamás debe olvidarse.

He sabido del celo vigilante de laboratorios en impedir la extracción oculta de productos, inclusive desechables, hasta el punto de abrir expedientes de despidos o acusatorios en tribunales contra trabajadores descubiertos «in fraganti» que hicieron rodar su hasta entonces buen prestigio y envidiables estimulaciones salariales presas de la tentación de más ganancias adicionales «por fuera».

Esta frase adverbial expresa infelizmente una senda tortuosa en los que unos sacan provechos monetarios de lo que está en el deber de ofrecer como servicios y otros desesperados por salir adelante, pagan más de lo debido por lo que les toca por derecho propio. Y por supuesto que aunque todos son censurables en su correspondiente proporción, no es lo mismo que su trámite burocrático se demore por carecer del modo de hacer que se apresure, o ver frustrado su gusto por el ballet porque de repente todas las entradas están vendidas , o los materiales de construcción subsidiados se esfumaron por arte de magia, que tener que acudir a un inescrupuloso vendedor «por fuera», de un medicamento para la hipertensión, tratamiento cardiovascular o de diabéticos, que se adquirieron en el exterior o se produjeron en el país y llegaron a farmacias.

Es más, hay quienes con conocimiento de causa aconsejan triturar tabletas vencidas antes de echarlas a los basureros, porque sospechan que algunos denominados «buzos» las recogen y terminan en envases de un medicamento muy buscado que luego un insaciable especulador vende criminalmente.

Y aquí en este punto llegamos al inadmisible extremo de la insensibilidad, frente a lo cual se impone una irrenunciable ética ciudadana, junto a la continuidad de una firme actuación de autoridades inspectoras y policiales, que protejan el derecho del pueblo, de sus capas más humildes. El desamor tiene sus límites, sus líneas rojas, cuando se juega irresponsable y peligrosamente con la salud y la vida humanas.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Daniel Fuentes Almaguer dijo:

1

22 de noviembre de 2017

11:01:29


Coincido plenamente , es necesario este tema se discuta con más fuerza ,no se pueden permitir conductas que trascienden los límites, cuando de salud se trata en un país donde la salud de todos, es preocupación y ocupación de las autoridades sanitarias y del gobierno cubano. Ahora más que nunca que se recrudese el bloqueo a Cuba, debemos encarar con fuerza las actitudes deshonestas de los que lucran con los medicamentos.

mercedes dijo:

2

22 de noviembre de 2017

13:04:26


Estoy muy de acuerdo con su articulo es muy importante darle frente a estas malas conductas,señalarlas y buscar la forma de darle eliminacion atravez de los organos de seguridad y demas sectores

cubana dijo:

3

22 de noviembre de 2017

16:22:05


De acuerdo con lo expresado en el articulo, cuando se trata de repartir poco y con muchos esfuerzo por el bloqueo recrudecido del imperialismo yanqui contra nuestro país, entre muchos necesitados, pero los metodos de control deben mejorarse pues la brecha esta en la reventa de medicamentos en nuestras calles y el lucro con la necesidad de los enfermos.

ada dijo:

4

22 de noviembre de 2017

18:05:25


ya tienen a uno obstinado con el bloqueo, bloqueo todo se lo echsn al bloqueo empiecen a borrar de sus mentes dicho bloqueo y empiecen a trabajar donde tienen que hacerlo,, pongan a los cubanos a trabajar, producer pagar impuestos medicinas y veran que mas nunca van a mencionar dicho bloqueo porque no van a necesitar de eeuu para nada,, vean los areopuertos del mundo con los cubanos llenos de pacotillas para revenderlos en cuba,,, ponganlos a trabajar y producir

miriam Ruiz García dijo:

5

23 de noviembre de 2017

07:56:28


El bloqueo genocida existe aunque algunos no lo quieran reconocer y por ese motivo no podemos permitir que lo que el GOBIERNO REVOLUCIONARIO con tanto esfuerzo trata y logra dar a nuestro pueblo, como es garantizar los medicamentos al que lo necesita a precios subsidiados vengan unos bandidos y trafiquen con ellos. Debe desplegarse una ofensiva contra estos delincuentes y una vez presos aplicarle severas penas, que cumplan como los asesinos que son.

Loriet dijo:

6

24 de noviembre de 2017

12:22:57


Interesante artículo que evalúa uno de los problemas más sentidos de la sociedad, no solo en los medicamentos, pero indiscutiblemente este es el más sensibles, de nuevo se tocan autoridades que tienen que ver con este tema, hablar de los inspectores ya está demás porque ellos en su inmensa mayoría andan por un lado y la sociedad por otro, sino vayamos a los mercados , a las carnicerías, a las TRD, en fin a cualquier lugar y verán que no encontramos ninguno poniendop la ley don de va sino en muchos casos viviendo del puesto, en las calles andan los vendedores de medicamentos igual que los revendedores de cualquier cosa, que como vampiros le chupan la sangre a los ciudadanos comunes que tienen que desembolsar el precio dos, tres y hasta muchas veces más que lo que valen lods productos, en ninmgún l ugar está recogida la modalidad de revendedor por cuenta propia y existen más que los tgrabajadores por cuenta propias registrados en la ONAT, pero eso nops lleva a un lugar más complejo cómo y dónde obtienen los medicamentos, cuan tas personas están involucradas en este sucio negocio, pero los directivos que tienen que controlar a los inspectores y demás autoridades encargadas de evitar que sigan lucrando con el sacrificio del pùeblo están de espaldas al asunto viviendo también del pueblo que un día les dió la oportunidad de dirigir, es como el caso combustible, todo el mundo sabe que se desvía pero nadie es capaz de resolverlo a sabiendas que sale de las cuotas estatales quie tienen en sus manos las autoridades que permiten se desvíe y a nadie se le ocurre cómo hacerlo, porque es más difícil pensar que seguir en el problema.

OrlandoB dijo:

7

25 de noviembre de 2017

07:37:26


Su articulo, es una muestra de como funciona la sociedad cubana en ese campo que usted relata. La distribucion de los medicamentos a la poblacion a travez de las farmacias. Si vamos al transporte y sus variados servicios a la poblacion segun otros articulos publicados en Granma; ocurre lo mismo. En mi opinion personal: Todas las sociedades del mundo estan organizadas en Sistemas y esos sistemas estan conformados para que funcionen por otros sistemas con sus procesos y eventos. Si no se controlan desde su cuspide al nivel de los detalles en la base, se escapan todos esos eventos que usted detalla. La corrupcion prospera y empieza a florecer en todos sus niveles. Las consecuencias de esa falta de control en detalles, minan el sistema central Socialista dando paso a lo ocurrido en URSS. Fidel fue un ejemplo infatigable en esa lucha, aun asi, en las sociedades modernas, un solo hombre no puede asumir esa inmensa tarea. Se necesita de las nuevas tecnologias por los Ministerios o Sistemas en que se divide la sociedad. Cada evento en la base debe ser registrado con precision, para que desde cualquier nivel se pueda saber que esta ocurriendo. y posibilite la toma de medidas adecuadas para cada caso. Un ejemplo sencillo: Un zapatero particular, cada vez que factura un trabajo, esta obligado a emitir un recibo que tiene que entregar al cliente y plasmar en cualquier base de datos, para mostrar a cualquier inspector que lo visite. De lo contrario, pierde su licencia y no puede ejercer el oficio. Para mi, el periodismo critico a esos eventos, es como escribir en el agua. Es decir, hay que criticar he incorporar a las estructuras administrativas y politicas en esa tarea inmensa, que solo es posible con el concurso de todos, incluyendo al pueblo trabajador.

ada dijo:

8

26 de noviembre de 2017

12:15:30


yo soy cubana estaba de visita en el comercio llamado nikel en la cuidad de Holguin y alli habia in hombre vendiendo medicamentos segun el eran traidos de mexico de loas pacotilleros vagos, sentados en la puerta o revendiendo , cambiando dollars en el pico cristal delante de las narices de los policias y a esa partida de delincuentes se lo dan todo gratis al igual que el que se parte el lomo trabajando tienen que hacer algo para acabar con esas escorias esassss si son escorias que viven del gobierno,, las crianzas de Puerco en el reparto el llano en Holguin tienen 9 puercos para el negocio en la ave nida capitan urbino frente a la bodega venden mariguana, medicamentos y de todo,, yo no se el mumero de la policia para hacer la denuncia,, espero se pongan en alerta