Proteger nuestra economía debe ser el onceavo mandamiento de los cubanos. Los documentos emanados de los dos últimos congresos del Partido poseen la primordial interpretación de que robustecer su cuerpo es imprescindible para cualquier salto adelante en la mejoría material de la nación.
Tales pautas, guías de acción en el trabajo cotidiano, fueron analizadas, discutidas y puestas en consideración práctica por decenas de miles de colectivos laborales. Si en ambos instrumentos teóricos de aplicación cotidiana se exhorta a incrementar la eficiencia, la productividad, el ahorro; a valorar el tiempo en función de su utilidad económica inherente, ¿cómo es posible que en numerosas entidades continúe inobservándose la premisa esencial de respetarlo como elemento medular del cual parte todo provecho?
A través de innumerables comentarios en todos los medios, la prensa ha fustigado el problema de los cambios de turno en rutas de transporte, oficinas, gasolineras o disímiles dependencias, redes o sistemas. Lamentablemente, ponemos el punto sobre la i, señalamos; pero a la larga no sucede nada.
Y no ocurre nada, en verdad, porque ni las administraciones, ni las estructuras gremiales ni los núcleos partidistas de dichos sitios juegan el papel que les corresponde y que –justo sea decirlo ahora– se les recuerda (en cada reunión) por sus dirigentes a nivel provincial o nacional, la CTC, el Partido… Eso bien lo sabemos quienes nos encargamos de cubrir asambleas, plenos, en fin.
Aquí todo está escrito, consignado, delineado. Cuando no se hace lo correcto es debido a fallas a niveles internos, a la omisión por las direcciones de lo establecido. Culpar a un orden superior por los errores cometidos en la base no guarda mucho fundamento, por poco serio e ilógico. Al contrariar lo indicado, además de molestar y perjudicar al pueblo, solo se consigue robarle tiempo al desarrollo de la nación.
Además de los temibles cambios de turno, afrontamos otras vicisitudes. Entre las de reciente data, al menos en el entorno donde vivimos (Cienfuegos), figura la de «Cerrado por fumigación».
La necesaria batalla contra el mosquito tampoco puede entorpecer la otra lucha frontal, la lucha por obtener ingresos, moneda, cambio corriente, inyección de energía para las venas abiertas de la economía cubana.
Las direcciones de las tiendas recaudadoras de divisas, cerradas en catarata a lo largo del bulevar cienfueguero cuando los fumigadores hacen su imprescindible tarea, deben tender puentes de comunicación con quienes están a cargo de la organización de las campañas, o de Salud Pública, de manera que los operarios rieguen el líquido antes de las nueve de la mañana o después de las 4 y 30 de la tarde.
Incluso, si no es posible llegar a las personas que dirigen el programa de saneamiento, es factible dialogar con los propios fumigadores. Quienes, personas sensibles, acceden cuando se conversa con ellos e incluso fumigan en muchas casas después de las cinco de la tarde.
Una TRD no se puede dar el lujo (para no decir el crimen) de estar cerrada por dos o tres horas. ¿Cuánto dinero se nos va por esa vía? ¿Qué podrá decir un turista que venga a comprar su artículo allí durante ese dilatado tiempo?
El tiempo no es oro, como afirma el refrán. El tiempo lo es todo. Es irrecobrable e incalificable, inasible e inefable. La ciencia, en la actualidad, ha llegado a dominar casi todo; sin embargo los teóricos más relevantes del momento consideran que no estaremos en posición de lograrlo en esa área en casi un siglo más. Entonces, ¿por qué en Cuba permitimos que sigan exhibiéndose esos vergonzosos, pero tan comunes, cartelitos de «Cerrado por inventario», un día cualquiera de la semana, a cualquier hora?
Eso es muchísimo peor que lo del mosquito, que tiene su justificación sanitaria. Aquí no media ni siquiera la excusa de proteger la salud.
Al permitirlo nos estamos lacerando. Combatámoslo.


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la cienfueguera dijo:
1
2 de agosto de 2017
16:28:49
ed Respondió:
3 de agosto de 2017
07:39:04
Orestes Oviedo dijo:
2
4 de agosto de 2017
10:23:30
sergio dijo:
3
4 de agosto de 2017
11:24:22
Teresa dijo:
4
4 de agosto de 2017
12:16:50
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